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Federal » El Federaense
Fecha: 30/04/2025 12:08
En el seno del debate que reunió a los 17 primeros candidatos a las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, se vivió un incidente protagonizado por el asesor presidencial Santiago Caputo. Su llegada a los estudios del Canal de la Ciudad tenía como objetivo acompañar al vocero Manuel Adorni, pero un fotógrafo desató una controversia inesperada. Antonio Becerra, fotógrafo del medio Tiempo Argentino, comenzó a tomar fotografías de Caputo desde una corta distancia. En un intento de evitar ser fotografiado, el asesor presidencial colocó su mano sobre el lente de la cámara de Becerra, quien persistió en su trabajo. Esta laboralidad provocó que Caputo, en un gesto poco cordial, le tomó la credencial al fotógrafo, lo observó detenidamente y posteriormente utilizó su propio teléfono para captar una imagen de Becerra. La figura de Caputo es notable dentro de la estructura del gobierno, en especial por su rol en la influencia de decisiones críticas. Tanto miembros del oficialismo como de la oposición reconocen su poder en áreas sensibles como la Secretaría de Inteligencia y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). En una entrevista reciente, el presidente destacó la función crucial de su asesor, asegurando: “Hay una segunda instancia de control político, que es Santiago Caputo. Y el que mete el gancho final soy yo”. Estas palabras subrayan el peso que tiene Caputo dentro del ámbito gubernamental, en estrecha relación con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Este episodio ocurre en un contexto en el que el presidente Javier Milei ha intensificado su retórica contra los medios de comunicación. En un mensaje publicado en la red social X, el mandatario insistió en que la sociedad “no odia lo suficiente a los periodistas” y arremetió contra aquellos que, según él, levantan una “montaña gigante de mentiras, calumnias e injurias”. El mensaje de Milei resultó provocativo: “Dado todo lo que lloran cada vez que les contesto a la montaña gigante de mentiras, calumnias e injurias que a diario suelen decir (lo hacen 7×24) yo les pregunto: ¿No se les ocurrió dejar de mentir y empezar por decir la verdad? Y si cometen un error…”. Este tipo de declaraciones incrementa las tensiones entre la figura presidencial y los profesionales de la información. En resumen, el incidente con Santiago Caputo refleja tanto las tensiones entre el gobierno y los medios como la creciente postura desafiante del presidente ante el periodismo, lo que deja entrever un clima de polarización que podría reverberar a lo largo del periodo electoral.
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