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» Diario Cordoba
Fecha: 29/04/2025 17:47
Dar a luz en pleno apagón. La vida que se abre paso pese a la adversidad. Jesús Morales y Celia Gómez, vecinos de Palma del Río, vivieron este lunes uno de los días más especiales de sus vidas, el nacimiento de su primera hija, en circunstancias excepcionales. Julia tenía prisa por nacer. El parto estaba previsto para el 3 de mayo, pero este domingo Celia empezó a sentir dolores y contracciones y acudió con Jesús al hospital San Juan de Dios. La dilatación fue lenta y no fue hasta una hora después del apagón que dejó a oscuras a la península ibérica cuando Celia fue trasladada al paritorio, a las 13.30 horas. Los dos habían estado tan concentrados en el parto que ni habían reparado en lo que pasaba fuera del hospital. «Nos enteramos del apagón en el paritorio», confiesa Jesús. En ese momento, tampoco le dieron demasiada importancia. «Nuestra atención estaba en la niña, no pasamos miedo porque aparentemente, todo estaba normal», explican. Una hora antes se había producido un corte de luz de apenas unos segundos, el tiempo suficiente para que saltaran los grupos electrógenos. Julia, recién nacida. / A. J. GONZÁLEZ La pequeña Julia vino al mundo muy rápido, a las 13.53 horas, ya estaba en brazos de su madre, recuerda Jesús, que empezó a ser consciente de la dimensión del suceso horas después. "Dentro del hospital, todo iba normal, el wifi iba bien y yo pude comunicar a mis padres y a los de Celia que la niña venía de camino para que vinieran a Córdoba", comenta. Cuando salieron con la niña la cosa cambió. La hermana de Celia vive en Murcia y con ella no fue posible hablar durante toda la tarde. "Las comunicaciones se pusieron muy difíciles, no podíamos llamar, solo enviar whasapp, fue un poco caos porque fuera del hospital no había internet y no llegaban los mesajes y mucha gente no ha tenido el teléfono hasta por la mañana". Ambos son muy conscientes de que todo fue sobre ruedas gracias a los generadores de luz. "Lo único que notamos fue la falta de aire acondicionado en el paritorio", explica Jesús, "Celia pasó un poco de calor hasta por la mañana cuando lo hemos vuelto a encender, pero nada más". En una de las noches más distópicas de los últimos años, ellos han podido descansar después de muchos días. "La niña come y duerme mucho, apenas llora", ha comentado su padre. Según fuentes del hospital, durante el día de ayer nacieron en el hospital tres bebés, uno de ellos durante la noche y por cesárea. Adriana se adelanta y nace en pleno apagón Cesárea de urgencia como la de Carmen Valera, de Puente Genil, que ayer conoció a su segunda hija, Adriana. En su caso, el parto tuvo lugar en el hospital Reina Sofía por la tarde. Ella y su marido, Antonio Arroyo, llegaron a Córdoba después de que Carmen rompiera aguas y el nacimiento de la niña se precipitara. "Tenía una cesárea programada para el día siguiente porque venía de nalgas, pero se ve que quiso nacer antes", bromea. Adriana nace en pleno apagón. / MANUEL MURILLO Después de desayunar, notó que rompía la bolsa y llegaron al hospital a las 11 horas, poco antes de que se produjera el apagón. "Me llevaron a monitores y cuando volví a la habitación vi en la televisión lo que estaba pasando", comenta. A las 18 horas, la bajaron al quirófano para la cesárea. "Yo no pasé miedo, entré tranquila, pero se notaba que había tensión y que el personal estaba un poco agobiado porque los teléfonos internos no funcionaban y no había celadores para llevar y traer a los enfermos", recuerda, "insistían en que solo se llevara a quirófano a los casos muy urgentes, como el mío, porque mi cesárea no podía esperar". Adriana nació a las 18.38 horas como un regalo anticipado del día de la madre. La noche fue más caótica que la tarde, explica, "porque ingresaron a muchos enfermos con respiradores en el Materno Infantil e incluso la cama de al lado de mi habitación se la llevaron para un paciente", comenta. "Este parto no ha tenido nada que ver con el primero, el de mi hija Alison, pero el premio en los dos casos ha sido ver a mis dos niñas". Pese a todo, los padres de la pequeña han podido descansar gracias a la colaboración de la niña. "Es comilona y apenas llora", asegura. Se ve que en medio del caos nacen bebés tranquilos. Suscríbete para seguir leyendo
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