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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/04/2025 12:50
Christie Dashiell interpreta "Can't Help It", acompañada The Jonathan Michel Trio, en vivo en Chris' Jazz Cafe de Filadelfia, octubre de 2023 Una de las cantantes más destacadas del jazz contemporáneo llega a Buenos Aires para celebrar el International Jazz Day. La vocalista y compositora Christie Dashiell se presenta este miércoles 30 de abril y el jueves 1 de mayo a las 20 y las 22.30 hs. en Bebop Club, junto a un seleccionado de notables músicos argentinos integrado por Mariano Loiacono, Sebastián Loiacono, Ernesto Jodos, Mauricio Dawid y Sergio Verdinelli. “Es mi primera vez en Buenos Aires. De hecho, es mi primera vez en Sudamérica”, confiesa la cantante y agrega con entusiasmo “¡No veo la hora de conocer a todos los que vengan al show y de aprender más sobre la cultura, la música y la COMIDA argentina!“, exclama con una sonrisa. Dashiell, nacida en Washington D.C. y criada en Carolina del Norte, se mueve con soltura en el cruce de caminos entre el jazz, el rhythm and blues, el gospel y el soul. Reconocida por su destreza en la improvisación y su tono rico y claro, se ha convertido en una de las artistas más relevantes de la escena actual del jazz mundial. Por cierto, ella ha cantado durante toda su vida: es hija del reconocido bajista Carroll Dashiell Jr. y la tercera de cuatro hermanos, todos ellos dedicados a la música. Se graduó en la Universidad de Howard y en la Manhattan School of Music. Durante su paso por Howard, formó parte del prestigioso conjunto vocal de jazz de la universidad, Afro-Blue. Ha sido reconocida en dos ocasiones en los Student Music Awards de la revista DownBeat como “Mejor Solista” y “Mejor Vocalista” en la categoría de estudiantes de posgrado, además de haber sido seleccionada como semifinalista en el Concurso Internacional de Voces del Instituto Thelonious Monk en 2015. "¡No veo la hora de aprender más sobre la cultura, la música y la comida argentina!", expresa con entusiasmo Christie Dashiell En 2016, publicó su primer álbum solista, Time All Mine, que debutó en los rankings de Billboard en las categorías de Álbum de Jazz y Álbum de Jazz Contemporáneo, en las posiciones 13 y 22, respectivamente. También fue incluido en las listas de los 50 mejores discos según la crítica en los Writer ’s Ballots de JazzTimes. Además, ha colaborado con el conjunto vocal Sweet Honey in the Rock y participó como artista destacada en los discos Supreme Sonacy de Blue Note Records y The Way We Play de Marquis Hill, también en la obra The Ever Fonky Lowdown de Wynton Marsalis junto a la Jazz at Lincoln Center Orchestra, y más recientemente en el álbum compilatorio Black Lives: From Generation to Generation. Forma parte del cuerpo docente de las Universidades de Temple, Howard y el Distrito de Columbia. Su segundo álbum, titulado Journey in Black, incluyó siete composiciones originales y dos arreglos que exploran temas como la libertad, el legado, el duelo y la alegría, en una fusión de sonidos de la música improvisada y diversos estilos de la música negra estadounidense. En la grabación participó un elenco estelar de músicos, entre ellos Shedrick Mitchell, Marquis Hill, Allyn Johnson, Romeir Mendez y su hermano Carroll Dashiell III, con la orientación creativa de Dianne Reeves. “Mi música es una expresión de mi entorno. Es un sonido muy amplio y lleno de alma, con la improvisación en su núcleo”, dijo en diálogo con Infobae Cultura, en la previa de sus cuatro recitales en Buenos Aires. Nacida en Washington D.C. y formada en Howard University y la Manhattan School of Music, Christie Dashiell fusiona jazz, soul, gospel y R&B —Provienes de una familia profundamente musical. ¿Cómo influyó ese entorno en tu decisión de dedicarte al jazz? —Provenir de una familia musical es la razón por la cual decidí dedicarme a la música. Ver a mi padre recorrer el mundo como bajista me inspiró a tomar la música y el jazz muy en serio, con la esperanza de que algún día podría hacer las mismas cosas que él hizo. —¿Qué significaron tus años en Howard University y en Manhattan School of Music? —Fueron fundamentales para moldear mi voz como música, cantante y compositora. Escribí muchas de las canciones de mi primer álbum mientras estudiaba en ambas instituciones. Cada escuela tenía filosofías diferentes, y ambas eran necesarias para ayudarme a descubrir quién soy musicalmente. Además, estudié con algunos maestros increíbles, tres de los más especiales para mí fueron Peter Eldridge, Jessica Settles y Connaitre Miller. —¿Qué aprendiste de tu experiencia con Afro-Blue y de tu participación en The Sing-Off? —Aprendí la importancia de ser versátil y de estar abierto a todas las posibilidades. No esperaba que The Sing-Off fuera parte de mi historia; solo quería ir a la escuela y cantar. Pero surgió la oportunidad de participar en el programa y me lancé. Aprendí muchísima música y coreografía, pero, en un nivel más profundo, aprendí mucho sobre mí mismo y sobre mi ética de trabajo. También aprendí cómo manejo ambientes de alta exigencia. Desde entonces, la vida y las oportunidades que nunca imaginé siguen llegando a mí, así que parte de mi trabajo es estar preparado y abierto. "Mi música es una expresión de mi entorno. Es un sonido muy amplio y lleno de alma, con la improvisación en su núcleo", define la artista —Tu música fusiona jazz, soul, gospel y R&B. ¿Cómo describirías tu sonido hoy? —Es el sonido que se encuentra en la intersección entre el jazz y otras músicas negras estadounidenses. Realmente siento que mi música es una expresión de mi entorno. Creo que es un sonido muy amplio y lleno de alma, con la improvisación en su núcleo. Y en mi forma de cantar y componer, se puede escuchar la influencia de los artistas con los que crecí, como Sarah Vaughan, Donny Hathaway, Ella Fitzgerald, Mary Mary y Stevie Wonder. —Journey in Black explora temas profundos ¿Qué te inspiró a escribir sus canciones y cómo fue el proceso creativo? —Me inspiré mucho para escribir durante el confinamiento por COVID. Pasaba tanto tiempo en casa, como todos, que la música simplemente fluía de mí. Creo que estaba procesando todas las emociones que llevaba dentro a través de las canciones que escribí en ese momento. A medida que todo empezaba a reabrirse, recibí una beca, lo que me inspiró a grabar la música, y estoy muy feliz de haberlo hecho. Christie Dashiell ofrecerá cuatro conciertos en Bebop Club, como parte de las celebraciones del Día Internacional del Jazz —¿Cómo fue colaborar con artistas como Dianne Reeves, Marquis Hill o Wynton Marsalis? —Fue un sueño hecho realidad, sinceramente. Crecí admirando y escuchando tanto a Dianne Reeves como a Wynton Marsalis, así que trabajar con ellos significó muchísimo para mí. Sonreía de oreja a oreja cuando los conocí. Y al sentarme a aprender de ellos, me sentí profundamente agradecida. Y Marquis... siento que es un alma gemela musical para mí. Siempre soy muy feliz cuando colaboramos, porque aunque cada uno tiene su propia voz, escuchamos las cosas de una manera muy similar, así que ha sido maravilloso tener un compañero musical como él. —¿Qué significa cantar en el Día Internacional del Jazz celebra al jazz? —Es una oportunidad para compartir la música que tanto amo con personas que pueden o no conocer su importancia en el mundo. Me siento feliz de estar haciendo esto y con esperanza de aprender también de la experiencia. —¿Qué es lo que más te entusiasma como artista? ¿Qué sueños tienes para el futuro? —Sinceramente, estamos viviendo tiempos muy convulsionados. Así que es a través de la música que encuentro propósito, alegría y un poco de esperanza. Y eso es lo que me entusiasma. Con todo lo que está ocurriendo, la música sigue abriéndome puertas, inspirándome y ayudándome a vivir. Espero seguir haciendo música con las personas que amo. Me encantaría colaborar algún día con Herbie Hancock. Pero más que nada, estoy emocionada de poder cantar y compartir mi voz con la mayor cantidad de personas en el mundo. [Fotos: Colville Heskey / gentileza prensa Bebop]
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