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Fecha: 27/04/2025 02:22
Arthur C. Brooks, psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard, desafía la visión convencional que vincula el éxito con la felicidad. A través de su extensa investigación sobre el bienestar humano, Brooks sostiene que la clave para un bienestar duradero no radica en alcanzar metas externas o materiales, sino en aprender a distinguir entre lo que se puede cambiar y lo que debe ser aceptado. Según el experto, el verdadero bienestar se encuentra en el equilibrio entre la acción decidida y la aceptación consciente de lo que está fuera de nuestro control. A lo largo de su carrera, Brooks ha subrayado que la felicidad no se refiere a un estado constante de euforia ni a logros tangibles como el dinero o el estatus social. Más bien, se trata de encontrar satisfacción y paz en lo que podemos modificar y rendirnos ante lo que no está a nuestro alcance. En sus propias palabras, "la felicidad llega cuando te concentras en lo que puedes cambiar y te rindes ante lo que no". Este concepto de bienestar, según el académico, debe ser entendido como un proceso dinámico, en el que la acción y la rendición se entrelazan. Brooks ejemplifica este enfoque con situaciones extremas, como los desastres naturales, donde la acción inmediata consiste en proteger lo que es posible salvar, pero una vez tomada esa decisión, lo que sigue es liberar la ansiedad sobre lo que escapa al control, permitiendo que el control total de la situación se disuelva. Para el experto, "es en esa rendición consciente donde empieza la paz". Además, Brooks identifica tres cualidades esenciales en las personas felices: el disfrute, la satisfacción y el significado. Estas cualidades no deben ser vistas de manera aislada, sino como un conjunto que contribuye a una vida equilibrada. El disfrute, según el académico, se refiere a un tipo de satisfacción profunda que proviene de la conexión humana, no de placeres efímeros. Las personas felices disfrutan de relaciones auténticas y momentos vividos con los demás, lo cual tiene un impacto duradero en su bienestar. Por otro lado, la satisfacción está vinculada al cumplimiento de expectativas y metas personales. Para Brooks, la felicidad no solo se encuentra en el disfrute del presente, sino también en el logro de objetivos significativos que refuercen el sentido de progreso personal. En este sentido, la confianza en el avance hacia lo que realmente importa es fundamental. El componente más importante, sin embargo, es el significado. La verdadera felicidad no se basa únicamente en tener un propósito, sino en comprender por qué la vida tiene valor. Brooks sostiene que el sentido de trascendencia, es decir, la conexión de las acciones individuales con algo más grande que uno mismo, es crucial para un bienestar emocional profundo. Para ilustrar estos conceptos, Brooks hace referencia a la importancia de la trascendencia como factor vital para el bienestar. A pesar de que la práctica religiosa ha disminuido en muchas sociedades, la búsqueda de un propósito más allá de los intereses personales sigue siendo esencial. Este propósito puede hallarse tanto en la reflexión filosófica como en la conexión con la naturaleza. En cuanto a las mujeres, Brooks destaca un hábito específico que ha demostrado mejorar el bienestar emocional y físico: la "caminata de gratitud". Este simple acto de caminar mientras se reflexiona sobre las cosas por las que uno está agradecido puede tener efectos profundos en la longevidad y en la reducción del estrés. Según estudios de la Universidad de Harvard, la gratitud está vinculada a una mayor longevidad, especialmente en mujeres mayores. Finalmente, la caminata de gratitud no requiere de grandes distancias. Según un estudio realizado por la Universidad de Buffalo, caminar tan solo 3.600 pasos al día (aproximadamente 30 minutos) puede reducir significativamente el riesgo de mortalidad, demostrando que no es necesario realizar esfuerzos extremos para cultivar una vida más feliz y saludable. Este enfoque integral de la felicidad, que se aleja de la idea de un bienestar basado en el éxito material o el logro externo, invita a una reflexión profunda sobre cómo estructuramos nuestras vidas y nuestras prioridades. La verdadera clave, según Arthur C. Brooks, radica en aprender a aceptar lo que no podemos cambiar, mientras tomamos decisiones conscientes sobre lo que sí está en nuestras manos. Notas Relacionadas
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