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» Elterritorio
Fecha: 25/04/2025 23:36
Los barrios con los porcentajes más altos son Dolores Sur, Itaembé Miní Este y Oeste y Miguel Lanús. Más del 70% de los reservorios son floreros, bebederos de animales sábado 26 de abril de 2025 | 6:00hs. El último levantamiento se hizo los primeros días de abril. Foto: Joaquín Paniagua Desde hace años que el dengue llegó para quedarse y su vector, el mosquito Aedes aegypti, convive entre nosotros como uno más porque es, sobre todo, domiciliario. Los síntomas los conocemos de memoria y hasta los padecimos, sabemos y repetimos las maneras de combatir su propagación, pero aunque rechazamos volver a contagiarnos por lo agresivo que es el virus, en la práctica es notoria esa falta de conciencia o reparo. Desde el 31 de marzo -y por una semana- se llevó adelante la 41ª edición del Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes aegypti (Liraa) y los resultados arrojaron índices de positividad de criaderos por encima del 10% y en algunas zonas se llegó hasta un 15%. Es superior a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que es por debajo del 5%, en tanto que hasta el 9% se considera como alarma y al superar el estatus es de emergencia. “Lo veníamos viendo en el trabajo cotidiano que las muestras que venían iban a ser altas. Toda la ciudad ha superado más de 10% y algunas zonas más del 15%. Si miramos el vaso medio lleno sería que de cada 100 casas, 85 no tienen larvas de mosquitos, y si miramos el vaso medio vacío sería que de cada 100 casas, entre 10 y 15 tienen larvas de mosquito”, explicó en diálogo con El Territorio el director de Vigilancia Epidemiológica y Control de Vectores de Posadas, Fabricio Tejerina. Generalmente en el levantamiento que se hace en esta época del año se dan los índices más altos -aclaró-. Sin embargo, respecto del mismo Liraa realizado en el mismo período del año pasado, hubo un aumento. “Tiene que ver con el fin del verano, es decir, el fin de la actividad máxima del mosquito y principalmente las lluvias que tuvimos abundantes a partir de mediados de febrero y todo marzo. Eso denota que hay muchos criaderos que están activos, con huevos de mosquito que están esperando que llueva para que los criaderos se inunden, se llenen de agua y empiecen a salir las larvas, por lo cual haya más mosquitos adultos”, indicó. Las zonas con los índices más altos son principalmente de la zona Sur de la ciudad: Dolores Sur, Itaembé Miní Este y Oeste, Miguel Lanús, pero también cierta parte Villa Cabello, Villa Urquiza y la Chacra 32-33. “La zona Sur nos da siempre más alto, el último Liraa bajó un poco y ahora volvió a subir”, acotó. Recipientes de uso cotidiano Respecto de los criaderos donde se encuentra el vector, esta edición del Liraa mostró que el 70,20% correspondieron a depósitos móviles como macetas, floreros, platos y bebederos de animales. Estos objetos, al acumular agua, se convierten en el principal foco de reproducción del mosquito. En segundo lugar, con un 11,60%, se encuentran los neumáticos y cubiertas. En tanto, la basura o elementos en desuso representa el 10,21%, los depósitos a nivel del suelo, como tanques bajos y cisternas son el 4,07%, le siguen los depósitos fijos, como piscinas y canaletas, con un 3,32% y, finalmente, los huecos naturales como axilas en plantas y agujeros en roca, apenas el 0,59%. “Viene pasando ya hace un tiempo que alrededor del 70% son cosas pequeñas que la gente no tira, no elimina con el descacharrado que son de uso cotidiano. Floreros, plantas en agua, tuppers, bebederos de animales, juguetes tirados en el patio, cosas pequeñas que la gente utiliza cotidianamente”, indicó. En esa misma línea, añadió: “Cuando empezamos 2009 los principales criaderos que teníamos eran recipientes voluminosos que la gente quería tirar, se trabajó mucho con el tema del escacharrado y por eso empezaron a mermar, a ser menos en la proporción y empiezan a aumentar mucho los de uso cotidiano. Se viene repitiendo desde hace dos años aproximadamente”. Esta edición del Liraa los técnicos visitaron 16.574 casas, de las cuales ingresaron a 6.943, cumpliéndose así el objetivo que se habían planteado al inicio del relevamiento. En tanto, 7.377 viviendas estaban cerradas al momento de la visita, representando el 44% del total, y 2.254 viviendas fueron rechazadas, equivalentes al 14%. “Me sorprendió mucha gente que me dijo que tuvo dengue, que estuvo mal, pero se encontraron criaderos en sus casas. Gente formada, que sabe, que repite lo que hay que hacer, pero sigue habiendo criaderos, en lo cotidiano no ven el riesgo que es tener un platito portamaceta con una planta con agua donde se están reproduciendo los mosquitos”, lamentó. Con los datos obtenidos se trabajará enfocados en los barrios con los índices más altos; los próximos Liraa están planificados para la primera semana de septiembre y el tercero para la primera semana de diciembre. “Veremos la realidad qué es lo que nos depara. Estamos esperando ver qué pasa el verano que viene porque tuvimos una epidemia muy grande en 2023-2024. Este año no tuvimos casi casos, por lo menos no nos han informado muchos, pero en Brasil hay en ciertas regiones un brote importante de dengue y chikungunya y es impredecible”. “Por eso siempre repetimos a la población que ahora en otoño y en invierno es el mejor momento de limpiar todos los platos portamaceta, los floreros, tirar, cepillar para eliminar los huevos de mosquito que quedan pegados en esos lugares, descacharrar, limpiar, ordenar. Eso evitaría que todos esos millones de mosquitos que están en estos lugares nazcan cuando comience la primavera”.
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