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Parana » Uno
Fecha: 25/04/2025 17:30
Aunque la temporada cierra con rendimientos récord y un aumento de la siembra de arroz, los productores enfrentan un escenario crítico. La campaña agrícola 2024/25 del arroz en Entre Ríos se encamina a su cierre con rindes récord y un aumento en la superficie sembrada, pero el balance económico para los productores dista de ser positivo, detalló la Bolsa de Cereales (BolsaCer) provincial en un nuevo informe. El derrumbe de los precios internacionales del cereal y el incremento sostenido de los costos de producción, especialmente los energéticos, configuran un escenario adverso que amenaza la viabilidad del cultivo de cara al próximo ciclo. Según el análisis de la BolsaCer, la cosecha de arroz en la provincia alcanza niveles cercanos a su finalización, con un rendimiento promedio provincial del tipo comercial largo fino estimado en 8.500 kilos por hectárea. Números que no cierran En paralelo, un reporte previo de la Federación Agraria Argentina (FAA) seccional Entre Ríos señaló que ya se ha levantado el 90% de las 66.900 hectáreas implantadas con el grano, lo que proyecta un volumen total cercano a las 548.000 toneladas. Pese a estos buenos resultados agronómicos, los números económicos no acompañan. El precio del arroz cáscara muestra una curva descendente desde su pico registrado en enero de este año. La tonelada cotiza actualmente por debajo de los valores de diciembre de 2023, impactada por la tendencia bajista del mercado internacional, la sobreoferta global y el exceso de stock local. Este panorama se ve agravado por el incremento de los costos de producción. La fuerte suba de la energía para riego –tanto electricidad como gasoil–, junto con el aumento de los herbicidas, fertilizantes e insumos, elevó la inversión por hectárea a cerca de dos millones de pesos, lo que se traduce en un costo promedio de $235.000 por tonelada producida. Esta cifra no contempla los gastos de secado ni flete, que varían según la región. Arroz mano.jpg La resolución sobre exportación beneficia a algunas variantes de arroz de economías regionales. Pérdidas con cualquier riego El informe de la Bolsa entrerriana detalla que la situación de rentabilidad es crítica en todos los esquemas de producción con arrendamiento. Los productores que riegan mediante pozos profundos con motores a combustión registran pérdidas del 11%. Aquellos que utilizan motores eléctricos, por ejemplo, enfrentan quebrantos del 10%, y quienes riegan con agua de represa y combustible tienen una pérdida estimada del 4%. La relación entre el rendimiento actual y el rendimiento de indiferencia –el umbral necesario para cubrir costos– deja en evidencia el problema. Para el caso de riego por pozo con motor a combustión, se necesitarían 9.463 kilos por hectárea para no perder dinero, pero el rendimiento observado fue de 8.500 kilos, lo que representa una diferencia negativa de 963 kilos. Situación similar atraviesan los demás esquemas, con diferencias negativas que oscilan entre los 355 y 920 kilos por hectárea. Incluso en campos propios, donde no se paga arrendamiento, la rentabilidad apenas llega al 1% o 3%, según el tipo de riego utilizado. Esto sin incluir aún otros gastos estructurales y financieros de la campaña, que suelen impactar especialmente en pequeños y medianos productores. Arroz.jpg Dato. El agua utilizada para riego presenta alto índice de salinidad. Más siembra, menos dinero Pese a la coyuntura, la superficie sembrada con arroz en Entre Ríos creció respecto a la campaña anterior. Según Luciano Challio, presidente de la filial San Salvador de la Federación Agraria, la suba de precios a comienzos de año incentivó una expansión de entre 6.000 y 7.000 hectáreas. Sin embargo, esa mayor oferta terminó siendo contraproducente. “Los rindes han sido muy buenos, quedando un excedente muy importante, siendo esta una de las causas de las bajas”, explicó Challio. Víctor Odiard, productor federado de San Salvador, también puso el foco en la ecuación que no cierra: “Los costos se han ido muy altos y la ecuación no cierra, más allá de los buenos rindes y la mayor superficie”. A modo de comparación, recordó que el arroz llegó a valer más que la soja a principios de 2024, pero hoy la oleaginosa cotiza a 0,30 dólares por kilo y el arroz, planchado, ronda los 0,22. arroz Perspectivas y reclamos El encarecimiento del bombeo eléctrico y la presión de los insumos están afectando a toda la cadena arrocera. “El arroz compite con su propia oferta local y también con excedentes regionales que saturan los mercados internacionales”, alertó FAA Entre Ríos. Además, en zonas como Villaguay, Federación y Concordia, el impacto del costo energético es más pronunciado, lo que torna incierta la continuidad del cultivo para el año próximo. Frente a este panorama, los productores y entidades rurales solicitan a los Gobiernos provincial y nacional medidas concretas. Entre las propuestas se destacan la promoción de tecnologías de riego más eficientes, líneas de financiamiento específicas para la compra de energía y equipamiento, y la búsqueda de nuevos canales de exportación para colocar un mayor volumen de producción a precios competitivos. Mientras tanto, el ciclo cierra con rendimientos de excepción y una foto que contrasta con los números rojos en las hojas de cálculo. El arroz entrerriano, buscando equilibrio entre costos, precios y expectativas.
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