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  • Pezzotta y el descenso de River: "Me quieren encontrar un muerto en el placard"

    » La Capital

    Fecha: 24/04/2025 20:16

    El error que cometió en el partido que definió la pérdida de la categoría del Millonario en 2011 quedó en la memoria colectiva de los hinchas y alimentaron rumores de todo tipo sobre su arbitraje El 26 de junio de 2011 significó un antes y un después para la vida de Sergio Pezzotta. El descenso de River generó conmoción en el mundo del fútbol argentino ante un hecho impensado, porque no muchos imaginaban que iba a bajar de categoría tras los partidos por la Promoción ante Belgrano. Una jugada fatal lo marcó a fuego y su figura quedó en la mira más allá de que River no sólo se fue al descenso por ese juego, sino por la magra campaña que realizó y que lo llevó a dirimir la permanencia con los Piratas. Pero una falta no sancionada dentro del área generó un sinfín de rumores y especulaciones. "Tengo la conciencia tranquila. Me equivoqué como se equivocan todos" , sostuvo el exárbitro en diálogo con Ovación, rememorando lo sucedido ese día en el Monumental. A la vez contó que al partido nunca más lo vio, dijo: "M e quieren encontrar un muerto en el placard y no me lo van a encontrar", y hasta recordó que "el único que estaba en ese momento para ir a poner el pecho era yo. No había otro porque a uno le dolía el pelo, al otro le dolía la muela...". A Pezzotta le cuesta tocar el tema y lo resaltó a cada momento. Es una herida profunda que lleva a pesar de sentirse tarnquilo por su accionar, aunque las críticas recibidas en su momento y hasta en la actualidad en parte lo siguen mortificando. "Estoy tranquilo porque el único para poner el pecho era yo, no había otro. Porque a uno le dolía el pelo, al otro le dolía la muela...", disparó. No, no. No lo vi nunca más, es un tema que no me gusta hablar porque me pone mal por mi familia. La pasó mal. La verdad que estaba preparado para ese juego, no para las circunstancias que se dieron. No es algo que me guste tocar y siempre trato de evitarlo. Pero bueno, a ese momento (la jugada del penal) no lo vi nunca más. Mi tranquilidad es que uno dentro de la cancha hace lo mejor. ¿Te podés equivocar? Sí, te podés equivocar. A veces hay cosas que no dependen de uno. ¿La pasaste mal? Te pregunto porque todo terminó en la Justicia. Sí, algo que concluyó. Yo no sufrí tanto, pero mi familia la pasó mal. Dentro de todo la situación la manejamos bien, aunque es algo que no debería haberse dado. Se dio, se metieron los barras en el vestuario como Pancho por su casa. De hecho, están todas las grabaciones desde que arrancan hasta que llegan al lugar. Pero bueno, sucedió y había dos cuestiones: seguíamos el partido o lo suspendíamos. Optamos por seguirlo. Creo que actuamos fríamente y los encargados del operativo de seguridad nos dieron las garantías necesarias. Pero sabés que es algo de lo que aún se habla y en un momento hasta se mencionó una valija con destino al vestuario que no llegó, que hubo una mexicaneada. Vos sabés que en este mundo hay personajes "extras" que dicen: "tengo contacto con este o aquel para arreglar". Siempre hay comentarios y se dicen muchas cosas. Eso fue en 2011 y dirigí hasta 2017. ¿Vos pensás que hubiera dirigido hasta ese momento si hubiese sido cierto lo que se dice? Hay que ser inteligente. Lo que pasa es que hay periodistas que son hinchas, entonces tiran cualquier bolazo para levantar el rating, pero eso es parte del juego, lo entiendo así. Obviamente que veré en su momento si hay que encaminar alguna cuestión judicial. Lo concreto es que tengo la conciencia tranquila. Me quieren encontrar un muerto en el placard, no me lo van a encontrar. ¿Sabés por qué? Porque nunca lo tuve. Embed - Visión Siete: River: El apriete a Pezzotta Bueno, todo eso es lo que obviamente genera la mirada hacia vos. Sí, es así, pero pasó mucho tiempo. Estoy tranquilo y pueden decir lo que quieran. Si no no hubiese seguido dirigiendo. Hay otros árbitros que se equivocaron y no dirigieron más. Yo seguí jugando porque confiaron en uno, porque saben cómo era. El único que estaba en ese momento para ir a poner el pecho era yo, no había otro. Porque a uno le dolía el pelo, al otro le dolía la muela... >>Leer más: Las confesiones entre lágrimas de Pezzotta sobre el descenso de River Supongo que en la previa a un encuentro tan pesado muchos habrán dudado de dirigirlo por toda la presión existente. A mí me sugirieron que no vaya. Venía de dirigir la final de la Copa Libertadores. Volví de Brasil y el domingo dirigí ese partido. A mí me dijeron: "No vayás". ¿Cómo no voy a ir? Me mandan y tengo que ir, soy empleado. De ahí terminé ese partido y me fui a la Copa América. Como decimos en el ambiente, venden pescado podrido. Tengo la conciencia tranquila, pude seguir jugando 6 ó 7 años más, dirigí al máximo nivel y en la Fifa. Eso fue en 2011, me retiré en 2012 como árbitro de la Fifa, así que si eso hubiera sido cierto o se sospechaba de algo habría sido el final de mi carrera. Me equivoqué como se equivocan todos, como se equivocaron los jugadores en los partidos previos. Hay que tomarlo desde ese punto de vista. Como le dije a uno, "si te calentás perdés". Una vez Guillermo Marconi (exárbitro) contó que existía una presión enorme, incluso política. Que hasta Julio Grondona, que era el presidente de la AFA en ese momento, la recibió porque si descendía River se iba a producir un inconveniente grande. Lo único que lamento de ese momento es haberme equivocado en una jugada. Es lo único que lamento. Después lo demás, cuando tuve que poner el pecho y la cara la puse. Podría haber estado tranquilo yéndome a Córdoba a la Copa América y, sin embargo, fui y puse la cara. Pero bueno, me equivoqué Es parte del juego. Hoy con el VAR hubiera sido distinto. 81164214.jpeg Un error que generó situaciones que te tuviste que bancar vos y la familia. Mucho más mi familia, porque yo llegué el domingo a la noche y el lunes me fui a Córdoba a la concentración de la Copa América. Mi familia se tuvo que ir 5 ó 6 días a Victoria (Entre Ríos). El jefe de policía de ese momento tenía inteligencia y versiones de que iban a hacer algo en mi casa, entonces sacó a mi familia. Tenía los chicos muy chiquitos y la preocupación pasaba por ahí. Yo estaba tranquilo en Córdoba, obviamente con todos los medios dando vueltas. Después sentí la confianza que me dio no sólo la AFA, sino la Conmebol que hasta dirigí el partido casi inaugural (el segundo encuentro). Eso reconforta. Pero repito, no me gusta equivocarme, era algo que me molestaba. Una vez en un diario capitalino pusieron las 100 frases del año y yo dije: "No hay peor cosa para un árbitro que llegar a su casa sabiendo que dirigió mal". Y es así, porque muchos piensan que somos todos muñequitos. Soy un ser humano que tiene familia, que voy a hacer las compras, tenés chicos y a veces hay comentarios de cierto sector de la prensa que ha cambiado en los últimos tiempos. Todo se ha mediatizado. ¿La pasaste mal en algún momento en la calle? No, no, por ahí algún que otro incidente, pero nada importante. Me ayudó mucho mi psicóloga, Laura Talano. Po ahí cuando estaba entrenando en la plaza pasaba alguno y me gritaba y yo le respondía: "Que Dios los bendiga a todos", ja. Una vez reaccioné porque estaba con mis hijos. Me gritó una persona, dejé a mis hijos en un bar y lo corrí. Una locura. Años más tarde un señor me cruzó en la calle, se acercó y me preguntó: "¿Usted no se acuerde de mí?". Y me dijo: "Te tengo que pedir disculpas. Yo soy el que te grité cuando ibas con los pibes". Así que también le pedí perdón por mi reacción.

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