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Parana » Entreriosya
Fecha: 21/04/2025 13:12
El papa Francisco apareció por última vez con vida el domingo de Pascua, cuando, visiblemente debilitado, se presentó en el balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición “urbi et orbi” ante 35.000 fieles. Fue su última manifestación pública antes de su muerte, confirmada por el Vaticano este lunes. La reaparición se produjo dos minutos después del mediodía de Roma, al término de la misa de Pascua celebrada por el cardenal Angelo Comastri en su reemplazo. Francisco se presentó en silla de ruedas, acompañado por su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, y fue recibido por una multitud que llenaba la Plaza de San Pedro y se extendía hasta la Vía della Conciliazione. Aunque sin cánulas de oxígeno, su aspecto seguía mostrando los efectos de la internación por neumonía que lo había mantenido hospitalizado. La Sala de Prensa del Vaticano confirmó ese mismo día que su salud seguía en estado delicado. La misa de Pascua fue presidida por otra autoridad eclesiástica, pero la aparición de Francisco, aunque breve y delegando la lectura de su mensaje al ceremoniero monseñor Diego Ravelli, marcó el momento más fuerte de la jornada. “Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua!”, saludó el pontífice con voz débil, antes de ceder el micrófono. Luego, escuchó en silencio cómo se pronunciaba su mensaje de Pascua, centrado en el dolor de los pueblos en guerra y en el valor de la esperanza. El mensaje incluyó una dura crítica a la violencia global, la discriminación y el desprecio hacia los migrantes, mujeres y niños. Francisco expresó su cercanía a los pueblos que sufren, entre ellos los habitantes de Gaza, los cristianos en Palestina e Israel, y las víctimas del antisemitismo. También se refirió al conflicto en Ucrania y pidió con firmeza la liberación de rehenes y la asistencia urgente a las zonas humanitariamente devastadas. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”, clamó. Al concluir la lectura del mensaje, el cardenal Dominique Mamberti anunció la concesión de la indulgencia plenaria. Francisco, en un gesto de esfuerzo visible, pronunció la fórmula de bendición en latín y extendió sus manos hacia la multitud, que respondió con entusiasmo. Pocos minutos más tarde, sorprendió a los fieles al salir en el papamóvil para saludarlos, recorriendo lentamente la explanada del Vaticano. La imagen de su despedida quedó sellada con el recorrido en el papamóvil, una escena en la que, debilitado pero sonriente, respondió con gestos a los cánticos y aplausos que lo acompañaron en su última aparición. Fue, según quienes estuvieron allí, un momento de gran carga simbólica, que quedará como uno de los recuerdos más emotivos de su pontificado. LOS COMENTARIOS DE LA GENTE SOBRE ESTA NOTICIA ESTÁN MÁS ABAJO. VOS TAMBIÉN PODÉS DEJAR TU COMENTARIO.
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