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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/04/2025 12:57
Crecería la producción de trigo argentino a partir de un incremento en el área sembrada (Embrapa) La Argentina es uno de los líderes mundiales en materia de exportaciones de trigo. A diferencia del maíz y la soja, los vendedores del cereal integran un contexto atomizado, y nuestro país forma parte del top ten dentro de ese espacio ciertamente nutrido. De ahí que las proyecciones de producción en estas pampas interesan particularmente a todo el mercado, lo mismo que los volúmenes que pueda generar Brasil, uno de los importadores más relevantes. Abrió el juego Safras & Mercado, la reconocida consultora del país vecino. Estima para la Argentina una producción de trigo que crecerá en 2025/26 un 9 % por encima de la temporada anterior, alcanzando 20,69 millones de toneladas. Sus cálculos mencionan en principio 6,26 millones de hectáreas sembradas, un 1 % más que los 6,22 millones de la campaña previa. Poco después, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ubicó su estimación dentro de un crecimiento del 10,2% interanual, lo que llevaría la cosecha 2025/26 a 20,5 millones de toneladas. Dos aspectos están caracterizando el arranque de la nueva campaña entre nosotros. Por un lado la muy buena disponibilidad de agua útil que muestran los lotes en gran parte de las regiones productivas de la Argentina. Por el otro, la mala noticia de que no está previsto extender más allá de junio la baja de retenciones decidida en enero último. Se discute si las importaciones de Brasil en 2025/26 se mantendrán relativamente estables o declinarán respecto de la campaña previa (AP) Respecto de Brasil, el principal cliente de la Argentina en materia de trigo, la última actualización de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) ubica la producción para la temporada 2025/26 en 8,47 millones de toneladas de trigo, lo que refleja un aumento del 7,4 % con respecto al año pasado. La superficie cultivada se revisó a la baja en 2,77 millones de hectáreas (-9,3 %), mientras que la productividad aumenta a 3056 kg/ha (+18,5 %), impulsada por la proyección de un clima favorable y mejores prácticas de cultivo. La información oficial disponible indica para el socio del Mercosur exportaciones estables en torno de los 2 millones de toneladas, e importaciones en derredor de los 5,6 millones de toneladas, también con muy pocos cambios. Se considera un consumo interno ligeramente reducido, en 11,85 millones de toneladas, y un stock final ajustado a 1,12 millones de toneladas, por debajo de la estimación de marzo último. Por su parte, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) dice que Brasil estaría a las puertas de la segunda mayor producción de trigo en la historia. Las estimaciones meteorológicas para lo que resta de abril, cuando comienza la siembra en la región sur, muestran expectativas de buenas lluvias, lo que mejoraría la humedad del suelo y los rendimientos de los cultivos. Esto es particularmente alentador para el estado de Rio Grande do Sul, el principal productor de trigo del país, que sufrió la degradación del suelo en varias áreas debido a las graves inundaciones en mayo de 2024. Según la Conab, el 87 % de la cosecha de trigo del país se siembra en tres estados del sur: Rio Grande do Sul, Paraná y Santa Catarina. Los cálculos preliminares hablan de una menor superficie sembrada en Brasil, pero a la vez de un aumento en la productividad (Revista Chacra) En función de su análisis, el USDA dice que la producción brasileña 2025/26 anticipa un fuerte crecimiento gracias a las mejoras en el rendimiento, a pesar de la previsión de una menor superficie sembrada. Calcula unos 3 millones de hectáreas y una producción de trigo de 9,1 millones de toneladas, lo que implicaría un aumento del 15,4 % con respecto a la cosecha 2024/25. Se infiere asimismo un rendimiento de algo más de 3000 kg/ha, un 17,6 % por encima de los 2580 kg/ha del año previo. Respecto de esta última temporada 2024/25, se calcula que finalmente se obtuvieron unos 7,9 millones de toneladas, debido a las severas condiciones climáticas que afectaron a los principales estados productores y provocaron menores rendimientos. Hasta acá, el cálculo de importaciones para 2025/26 cae ante la expectativa de mayor producción. El USDA estima unos 6 millones de toneladas en equivalente de grano de trigo. Este pronóstico representa una disminución del 7,7 % en comparación con el año anterior. Los primeros datos de la realidad parecen desmentir al organismo estadounidense. En enero de 2025, Brasil importó 746,4 mil toneladas de trigo, lo que marca el mayor volumen de compras en el mercado externo para ese mes desde 2008. Si bien las importaciones disminuyeron a 610 mil toneladas en febrero de 2025, esta cantidad sigue siendo un 9,4 por ciento mayor que el total importado durante el mismo mes del año anterior. En cuanto a las ventas fuera del país, en 2024 Vietnam se convirtió en el principal destino de las exportaciones brasileñas de trigo, con una compra de 1,3 millones de toneladas, lo que representó el 47 % de todo el trigo exportado por Brasil ese año. Filipinas se ubicó como el segundo destino más importante, explicando el 32 % de las ventas externas del socio del Mercosur, seguida de Tailandia (9 %), Ecuador (8 %) y Venezuela (2 %). La última cosecha de trigo en Brasil debió soportar severos inconvenientes de origen climático ( Embrapa) Por lo demás, la depreciación del real brasileño frente al dólar estadounidense encarece los insumos agrícolas importados, incluidos pesticidas y fertilizantes. El costo del flete aumentó debido a la irrupción de las cosechas de maíz y soja. Como resultado, los molinos de diversas regiones han reportado un incremento en los costos de elaboración que supera los precios de venta. Además, la demanda de harina de trigo ha disminuido debido a la baja disponibilidad de camiones que priorizan el transporte de soja. Esto ha llevado a algunos productores a retener existencias anticipando mejores precios. Los compradores también han enfrentado dificultades para obtener trigo de alta calidad (PH 78 o superior). El 10 de marzo de 2025, el Ministerio de Agricultura y Ganadería anunció precios mínimos actualizados y aumentados para el trigo de la cosecha 2025/26. Estos precios vinculados a la Política de Garantía de Precio Mínimo (PGPM), tienen como objetivo asegurar un ingreso aceptable para los productores rurales. La PGPM les permite vender trigo a la Conab cuando los precios del mercado caen por debajo del mínimo establecido por el gobierno.
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