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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 21/04/2025 10:02
Solo en los primeros meses de 2025, la asociación RSPCA, la organización de bienestar animal más antigua del mundo, recibió más de 5700 notificaciones de abandonos. En los últimos años, el personal de un refugio de animales de Londres encontró en su puerta desde gatitos en cajas a cotorras en jaulas. Ahora hay cada vez más propietarios que les entregan sus mascotas porque simplemente no pueden pagar por cuidarlos. El costo de vida en Reino Unido aumentó después de la pandemia y el estallido de la guerra en Ucrania. Si bien la inflación hoy se moderó, muchos británicos sufren el aumento de precios en general. En el caso de la comida para mascotas, el alza se sitúa en un 25%. Muchos propietarios de animales en problemas financieros sienten “mucho dolor, pero también vergüenza y frustración por tener que tomar decisiones tan difíciles”, afirmó Elvira Meucci-Lyons, responsable del centro Mayhew, en el oeste de Londres. ”Acuden a nosotros porque sienten que no tienen opción. Detrás de cada animal que acogemos hay una historia humana”, contó. El abandono de mascotas aumentó 32% este año Esta pequeña protectora recibió unos 130 animales en lo que va de año. Es solo una mínima fracción de las decenas de miles de mascotas abandonadas en el país desde la pandemia del covid y la crisis que derivó en un aumento del costo de vida. Solo en los primeros meses de 2025, la asociación RSPCA, la organización de bienestar animal más antigua del mundo, recibió más de 5700 notificaciones de abandonos, un aumento del 32% respecto al mismo periodo de 2024. Ese año culminó con un total de 22.500 casos notificados, un aumento de más del 7% respecto a 2023. La mitad de los británicos posee una mascota El encarecimiento de la vida se coloca en un dilema desgarrador a muchos británicos, en un país amante de los perros y los gatos. Más de la mitad de la población adulta tiene una mascota (unos 26 millones de personas), según RSPCA. El personal del centro Mayhew explicó que algunos propietarios debían elegir entre comprar comida para ellos o para sus mascotas. Algunos de los nuevos inquilinos de la protectora como Brownie, un caniche de un año, o Astro, un pequeño matón americano, ingresaron después de que sus propietarios perdieran sus casas por problemas financieros. Historias como estas son “las más tristes”, afirma Meucci-Lyons. En tiempos difíciles, los propietarios “necesitan a sus mascotas más que nunca y el perro o el gato no quiere estar sin su dueño”, afirmó. Los trabajadores de esta protectora en el barrio de Kensal Green observaron también el deterioro del estado de salud en algunos de los animales, a menudo porque sus dueños no pueden pagar al veterinario. Un caso típico es el de Felix: un musculoso gato de nueve años que llegó con problemas dentales porque sus propietarios no podían permitirse el tratamiento. ”Vemos a muchas mascotas que necesitan tratamiento dental actualmente”, dijo la portavoz de Mayhew, Olivia Patt. “Cada día es desgarrador” La pandemia del covid y los confinamientos decretados por el gobierno provocaron un repunte en la propiedad de mascotas, seguido por una oleada de abandonos cuando los dueños volvieron a su vida normal. Todavía algunos devuelven mascotas adquiridas durante el encierro. Pero el portavoz de RSPCA, David Bowles, indicó que el aumento del coste de vida es el principal factor de estos abandonos. ”Hace ahora cinco años del primer confinamiento por el covid. La RSPCA cree que la crisis de poder adquisitivo está afectando realmente a la capacidad de la gente de pagar tratamientos veterinarios”, aseguró. La inflación en Reino Unido superó el 11% en su punto más crítico, en octubre de 2022. Aunque luego se moderó, los precios de productos como el pienso para mascotas son un 25% más caros que antes de la pandemia. El equipo del centro Mayhew intenta ayudar a los propietarios en apuros suministrándoles comida para los animales u ofreciéndoles tratamientos preventivos gratuitos. Pero la presión llevó al refugio al límite. “Estamos desbordados, no damos abasto”, admitió Meucci-Lyons. Aunque los trabajadores se consuelan diciendo que están marcando la diferencia, “cada día es desgarrador”. “Vamos a la cama por las noches pensando en los perros y los gatos a los que no pudimos ayudar”, concluyó. Fuente: TN
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