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» Misionesparatodos
Fecha: 21/04/2025 09:30
Luego de que la Auditoría quedara virtualmente acéfala, cuatro de sus exintegrantes decidieron formar un consejo consultivo para asesorar al presidente Juan Manuel Olmos; perciben unos $8 millones de pesos Pese a que tienen vencidos sus mandatos como auditores generales, Javier Fernández, Juan Ignacio Forlón y Gabriel Mihura Estrada –del peronismo- y Alejandro Nieva –de la UCR-, siguen en funciones en la Auditoría General de la Nación (AGN), aunque ahora en calidad de “asesores” remunerados. Una situación anómala que tiene como responsable primario al Congreso y su demora en nombrar a los nuevos auditores. La AGN, el principal órgano de contralor de la administración pública, es presidida por el peronista Juan Manuel Olmos, el único que quedó en pie en el organismo desde principios de este mes. Frente a esta situación de virtual acefalía, sus excolegas encontraron el justificativo para integrar un consejo consultivo que asesore a Olmos en esta contingencia; la figura de dicho consejo fue creada por una resolución que ellos mismos votaron en octubre de 2023 –durante la presidencia del radical Jesús Rodríguez- y, según allí se establece, podrán integrarla aquellos exauditores que así lo deseen. Con la anuencia de Olmos, el consejo asesor se puso en marcha bajo la presidencia de Fernández, el exauditor con más trayectoria y experiencia en la AGN –el 5 de abril pasado cumplió tres mandatos consecutivos-. A él se sumaron Forlón, Mihura y Nieva. Los flamantes asesores mantendrían su sueldo, aunque más acotado: según informó la AGN a LA NACION, el monto corresponde a la categoría 1, el más alto del escalafón de la planta permanente. Aunque no precisaron el monto, fuentes de la Auditoría deslizan que ronda los $8 millones mensuales. Puertas adentro de la AGN no dejan de advertir lo irregular de la situación que allí se vive: aunque virtualmente acéfala, por un acuerdo político todo sigue igual. Desde la entidad reconocieron que “los sueldos son generosos”, pero negaron enfáticamente que los flamantes asesores mantengan sus viejos despachos y el personal político con el que desembarcaron. Indicaron que Forlón utiliza una oficina distinta, en el mismo piso que su despacho anterior; y otros exauditores se mudaron a la sede anexa de la calle Yrigoyen. Subrayaron que el personal “fue dado de baja al momento en que expiraron sus mandatos”. “Que no se paralice” En la Auditoría explican en que la conformación de este consejo consultivo obedece a las circunstancias extraordinarias que atraviesa el organismo ante la demora del Congreso en designar a los nuevos auditores. Su misión será mantener activa la línea técnica y organizar la tarea de las distintas gerencias que llevan adelante las auditorías. “Tenemos que garantizar que la AGN siga funcionando y que las auditorías programadas no se detengan. Nosotros estaremos para asesorar al presidente en lo que necesite: esa es nuestra tarea”, explicó Fernández a LA NACION. El problema es que, por más que las auditorías sigan su curso, los informes permanecerán cajoneados hasta tanto no se conforme el nuevo colegio de auditores. Aunque sus excolegas le delegaron facultades de administración, Olmos está impedido de aprobar o rechazar los informes que produzca la línea técnica por más asesoramiento que reciba de los exauditores. Lo cierto es que esta situación tan anómala como inédita redunda en una virtual parálisis de la tarea de control sobre la administración pública. Un problema que amenaza con prolongarse en el tiempo, ya que ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados hay siquiera atisbos de acuerdo entre los bloques para resolver las nuevas designaciones en la AGN. Todos quieren asegurarse un lugar, sobre todo los libertarios: sin embargo, la fragmentación que presentan ambas cámaras, incluso los desacuerdos internos en las bancadas, obstaculizaron hasta ahora las negociaciones. En rigor, desde hace un año la AGN funciona de una manera irregular. A lo largo de 2024 funcionó con cuatro de sus siete auditores luego de que vencieran sus mandatos los tres representantes de la Cámara de Diputados: Rodríguez, Mihura Estrada y Forlón. De ellos, solo Rodríguez decidió no formar parte del consejo consultivo. “No estoy ni estaré”, hizo trascender. Hace 15 días El 5 de este mes vencieron los mandatos de los restantes tres auditores: Nieva, Fernández y Graciela De la Rosa; esta última regresó a su Formosa natal. La mayoría de quienes debieron dejar su sitial en la AGN anhelan volver. No es para menos, el organismo cuenta con un presupuesto de poco más de $60.000 millones, con un plantel de personal de alrededor de 1800 empleados y los sueldos de los auditores son de los más altos de la administración pública. Por Laura Serra-LN
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