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» Facundoquirogafm
Fecha: 20/04/2025 18:30
Un reciente informe puso al descubierto una preocupante realidad laboral en el norte argentino: Chaco figura entre las provincias con los peores índices de formalidad laboral del país. Según una investigación nacional, más del 50 por ciento de los trabajadores chaqueños carecen de derechos laborales fundamentales. Esta cifra alarmante sitúa a Chaco, junto a Salta y Santiago del Estero, como una de las zonas más vulnerables en términos de calidad de empleo en Argentina. La informalidad laboral en Chaco se evidencia tanto si se considera la definición legal (trabajadores sin aportes jubilatorios) como la productiva (empleos de baja productividad, como cuentapropistas no calificados o empleados en microempresas pequeñas). De acuerdo con el estudio, más de la mitad de las personas ocupadas en la provincia se encuentran en esta situación de precariedad. Esto implica que miles de trabajadores están excluidos de beneficios esenciales como aportes para su jubilación, cobertura médica y condiciones de contratación dignas. Esta problemática estructural en Chaco se vincula directamente con la escasez de empresas por habitante y el limitado desarrollo de los sectores industrial y de servicios. El informe de Daniel Schteingart sostiene que la falta de una estructura productiva sólida y diversificada contribuye significativamente a los altos niveles de empleo informal en la región. De hecho, en el norte argentino, la informalidad alcanza un promedio del 65%, afectando especialmente a provincias como Chaco, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero y Jujuy. En contraste, provincias con un mayor desarrollo económico y una estructura productiva más robusta, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego, exhiben niveles de informalidad laboral por debajo del 30%. Este fenómeno se explica por la presencia de un mayor número de empresas per cápita, sectores industriales y de servicios consolidados, y actividades altamente formalizadas como la industria petrolera. Además, el empleo estatal y el cuentapropismo calificado tienen un peso importante en estas economías, impulsando una mayor formalidad en el mercado laboral.
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