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Fecha: 17/04/2025 14:31
Cada 17 de abril, el mundo celebra el Malbec, la uva que encontró su mejor versión en los viñedos argentinos. En Rosario, los amantes del vino tienen muchas maneras de homenajearla este fin de semana largo. El Malbec tiene algo de mito y algo de historia. Nació en las tierras de Burdeos, Francia, pero fue en Argentina donde esta uva encontró su verdadero esplendor. Su desembarco en el país se remonta a 1853, cuando el agrónomo Michel Aimé Pouget, convocado por Sarmiento, introdujo diversas cepas para desarrollar la vitivinicultura nacional. Desde entonces, el Malbec fue adoptando rasgos propios, hasta convertirse en una cepa insignia, con cuerpo, intensidad y una expresividad que conquistó los mercados del mundo. Cada 17 de abril, la fecha en que se presentó oficialmente el proyecto de transformación del vino argentino, se celebra el Día Mundial del Malbec. Una oportunidad para brindar, conocer nuevas etiquetas y, por qué no, reencontrarse con una copa de esas que reconcilian al paladar con el origen. En Rosario, la cultura del vino vive un momento especial. La ciudad multiplicó su oferta en los últimos años, y este fin de semana largo será la excusa perfecta para descubrir lugares donde disfrutar de un buen Malbec. Una opción tradicional y acogedora es The Wine Bar, en calle Jujuy, donde los sommeliers recomiendan vinos nacionales e internacionales en un ambiente relajado, ideal para dejarse llevar por una buena conversación con copa en mano. Quienes buscan una experiencia más íntima pueden bajar al subsuelo de Belgrano Café, donde se esconde la Cava Bordó Buenos Vinos: un rincón de paredes de ladrillo y luces tenues, perfecto para sumergirse en la degustación pausada de un Malbec robusto o frutado, según el gusto del comensal. Otro lugar es Merecido Vinos, en el barrio de Nuestra Señora de Lourdes. Este bar combina vinoteca y degustación, con más de cien etiquetas para consumir en el lugar y unas 500 botellas exhibidas para llevar. Además, los clientes pueden pedir una copa de vino y disfrutarla allí mismo, ya que el bar permite descorchar botellas y servir por medida, dejando el resto disponible para otros visitantes. También hay propuestas más relajadas como Abarrote, donde el vino se combina con tapeo y aire joven. Es el tipo de lugar donde el Malbec puede maridar con una picada, una charla improvisada o una tarde que se estira sin apuro. Por supuesto, Rosario también invita a celebrar desde casa. Las vinotecas locales ofrecen una variedad increíble de Malbecs de distintas regiones, estilos y precios, con atención personalizada para encontrar esa etiqueta justa para regalar o disfrutar. Este 17 de abril, la ciudad se suma a una celebración que trasciende lo enológico: el Malbec argentino es símbolo de historia, cultura y encuentro. Y en Rosario, eso se vive con cada brindis.
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