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» Facundoquirogafm
Fecha: 15/04/2025 14:25
1x Este martes 15 de abril se cumplen 47 años del fallecimiento de Antonio Tarragó Ros, el inolvidable "Rey del Chamamé". Su partida, ocurrida el 15 de abril de 1978, dejó un vacío irremplazable en la música litoraleña de Argentina. Nacido el 19 de junio de 1923 en Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, Tarragó Ros fue un músico y acordeonista fundamental del chamamé y la música litoraleña. A lo largo de su prolífica carrera, grabó 19 álbumes originales y compuso cerca de 200 canciones. Hijo de un inmigrante español y una correntina, Tarragó Ros demostró su talento musical desde temprana edad, aprendiendo a tocar armónica, piano y acordeón. A fines de la década de 1930, ya formaba parte de conjuntos musicales con su hermano y realizaba giras por su provincia natal. En 1947, se estableció en Rosario, donde actuó en locales como La Ranchada y el Centro Correntino. Allí formó su propio conjunto musical. En 1954, grabó su primer disco para el sello Odeón, con los temas "El Toro" y "Don Gualberto", este último de su autoría junto a Lugo Fernández. Sus discos alcanzaron un gran éxito, y en 1965, Odeón lo premió por ser el músico argentino con mayores ventas, superando el millón de unidades. En 1966, su hijo Antonio Tarragó Ros (h) se unió a su conjunto como acordeonista. En la década de 1960, fue consagrado como "El Rey del Chamamé". Tarragó Ros falleció a los 54 años en la ciudad de Rosario, víctima de un ataque al corazón. Su legado perdura a través de sus composiciones, muchas de las cuales se han incorporado al cancionero popular, como "Caña con ruda", "El desconsolado", "El prisionero", "Madrecita" y "El afligido". Desde sus inicios, Tarragó Ros demostró una profunda conexión con la música de su tierra. Ya en 1939, realizaba sus primeras actuaciones y fundó en 1943 el diario "Brisas correntinas" con el objetivo de difundir el chamamé y dar a conocer a sus intérpretes. Esta temprana iniciativa revela su compromiso no solo con su propia carrera, sino también con la promoción del género musical que lo consagraría. Antes de alcanzar la fama, también incursionó en Buenos Aires, integrando conjuntos como el de Mauricio Valenzuela y el "Trío Taragüi" de Pedro Sánchez, ampliando su experiencia y llegando a nuevos públicos. A lo largo de su trayectoria, Tarragó Ros cosechó importantes reconocimientos. Su talento y popularidad lo llevaron a ser galardonado con el Segundo Disco de Oro por su prolífica obra musical. Estos logros dan cuenta del impacto masivo que su música tuvo en el público y de su consagración como una figura central del folklore litoraleño. Tras su temprana partida en 1978, el legado de "El Rey del Chamamé" continuó vivo. Un año después de su fallecimiento, se descubrió una placa en su memoria en el Club Humberto 1º, el salón de bailes donde solía reunirse el público para disfrutar del chamamé. Además, los músicos que lo acompañaron hasta el final decidieron formar una cooperativa y seguir adelante con las actuaciones previstas, grabando incluso un LP titulado "Seguimos tu huella maestro" como un homenaje a su liderazgo musical. Esto subraya la profunda huella que dejó en sus colaboradores y la perdurabilidad de su música.
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