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» Diario Cordoba
Fecha: 13/04/2025 18:17
Hay silencios que dicen más que un grito, y hay jugadores cuya pausa no siempre responde a un bajón, sino al alto nivel competitivo. Théo Zidane es, hoy por hoy, una muestra palpable de ello. El centrocampista francés ha visto como su nombre se ha ido borrando poco a poco del once inicial del Córdoba CF en esta segunda vuelta, sin escándalo, pero con la claridad que tan solo pueden arrojar las estadísticas. Y es que cerró el 2024 con luces largas, siendo uno de los futbolistas más destacados en el entramado de Iván Ania e incluso autor de un gol clave en la victoria ante el Oviedo en el Carlos Tartiere, que echó el telón del año natural por todo lo alto. Una comparación adversa Desde entonces, su protagonismo ha menguado. Su último tanto fue, precisamente, el que le hizo al cuadro ovetense el pasado 21 de diciembre. Una postal casi navideña que, en cierto modo, marcó también el fin de su etapa como titular habitual. Porque si uno echa la vista atrás, Théo acumuló en la primera vuelta -de la jornada 1 a la 14, es decir, el mismo lapso de lo disputado en esta segunda- hasta 551 minutos repartidos entre seis diferentes titularidades. No participó en dos jornadas, aunque fue un fijo creciente para Iván Ania, que incluso le dotó de más presencia en la medular conforme avanzaba el calendario de Liga. Pero el fútbol no entiende de pasado. Y el mercado de enero trajo brisa fresca y competencia directa en la sala de máquinas para el francés. Con la irrupción de Pedro Ortiz -hoy por hoy indiscutible-, la llegada de Jon Magunazelaia y el retorno de Alberto del Moral, la medular blanquiverde se llenó de talento... y de obstáculos. De la jornada 22 a la 35, el marsellés ha disputado 417 minutos, con cinco titularidades, aunque sin jugar en hasta cuatro jornadas. Un descenso de aproximadamente el 24,3% en minutos respecto al mismo periodo de la primera vuelta. Théo Zidane conduce el esférico durante el Oviedo-Córdoba CF en el Tartiere. / LOF Con hambre de más Y sin embargo, Zidane no ha dejado de enviar mensajes sobre el césped. Frente al Levante, sin ir más lejos, protagonizó una acción que pudo cambiar el rumbo del partido: una caída en el área que rondó el ser decretada como penalti -de hecho lo fue, aunque el VAR no la ratificó-. No sumó ningún minuto semana atrás ante el Málaga, aunque frente a los granotas, en apenas 19 minutos, sí que agitó el avispero. Calidad le sobra, es una obviedad. Lo que ahora le falta es espacio en un mediocampo en el que el precio de cada oportunidad se ha disparado de forma casi radical. Con cuatro goles y una asistencia en el casillero, avales tiene para ello, aunque la entrada en el once parece terreno vedado por el momento. Difícil será sacar a Pedro Ortiz de ese tercer puesto en discordia, mientras que la pareja Álex Sala-Isma Ruiz ha echado raíces e Iván Ania, siempre que ambos están disponibles, no la mueve de su plan. Suscríbete para seguir leyendo
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