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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 13/04/2025 14:54
Está pasando las peores horas desde que asumió como Presidente. Sólo comparables a las del escándalo por las criptomonedas que seguramente lo seguirá por un buen tiempo. El tembladeral que desató Trump con sus aranceles pega de lleno en las economías débiles como la nuestra, dependiente siempre del flujo de dólares, internos y externos. Pero, como dice el dicho popular, siempre que llovió paro. Sí, hubo un paro convocado por la CGT y otros gremios que no tuvo alto impacto. Bastante menos que las otras dos medidas de fuerza, pese al contexto más complicado. En los grandes centros urbanos, la actividad se pareció bastante a la normal. No hubo trenes ni aviones, muchas escuelas cerraron y hubo fábricas paralizadas. Pero la imagen de los colectivos rodando por las calles, con largas colas de gente esperando para ir a trabajar, fue un contraste poderoso. La actividad comercial también fue casi normal. Muchas oficinas estatales como Anses, Pami o el Correo atendieron con normalidad. En las localidades más chicas, con las salvedades ocasionales, tampoco se sintió. El Gobierno se aferró a eso y a las pérdidas millonarias que una medida de fuerza genera. “Si no trabajo, no como” y “tengo que trabajar porque pierdo el presentismo” fueron algunas de las frases que más se escucharon. La Argentina tiene un 50% de trabajadores en negro. ¿Qué pensaron los sindicatos que haría la gente si tenía la posibilidad de movilizarse? Lo que hicieron, ir a trabajar. La CGT azuzó y dijo que el paro fue un éxito. Es más, anunciaron más medidas contra Milei y un recrudecimiento del plan de lucha. Por ahora son sólo palabras. El paso de los días marcará el pulso de sus actos y la decisión del Gobierno de avanzar sobre temas pendientes como una reforma laboral. Milei tuvo otra gran noticia: la división del peronismo en la Provincia de Buenos Aires. Fue Kicillof el encargado de dar la buena nueva. Después de meses de tensas negociaciones el Gobernador bonaerense parece haber llegado a un punto de no retorno en su relación con Cristina, dispuesto a marcarle la cancha y reemplazarla en su liderazgo. ¿Le dará el cuero? Tiene por delante una tarea ímproba porque Cristina ya les avisó a sus seguidores, y al mismo “exhijo dilecto”, que piensa ser candidata en la Tercera Sección Electoral, el núcleo de su poder y donde las encuestas le dan muy bien. Es el momento de mayor debilidad política de su liderazgo. Es la primera vez que alguien se le planta y le dice hasta acá llegaste. ¿Cuál es el poder de fuego de Kicillof? Los intendentes que lo respaldan y el peronismo no K que cree que es la gran oportunidad de mandar a cuarteles de invierno a la Jefa. Al fin alguien agarró el bastón de mando (como alguna vez pidió la propia Cristina) y lo revolea para copar la parada. El panorama es incierto claro y activó las dudas que todavía tenían libertarios y PRO en la Provincia de Buenos Aires. La táctica de ambos ahora es ir juntos a las elecciones. ¿Cómo lo harán? Están en plena negociación, aunque todo pende de un hilo. ¿Por qué? Por CABA. En el corazón del PRO, la batalla con la LLA y el peronismo será feroz. Tanto que existen chances reales que el peronismo del radical Santoro gane la capital. Es justo preguntarse y lo mismo hará el electorado porqué lo que puede ser bueno para la Provincia es malo para CABA y a la inversa. Si se matan en Capital, por qué habrían de ser “buenitos” más allá de la General Paz. Es una contradicción flagrante que sólo la política argentina se podría dar el lujo de soportar. En la carrera confusa que precipitará en las urnas, está la economía, ahí, omnipresente, con el anuncio del préstamo del FMI y el levantamiento del cepo. Todo adobado por la crisis del comercio mundial en manos de un “peronista” como Trump. Mañana llega el Jefe del Tesoro de Estados Unidos en otra muestra de apoyo y otros organismos internacionales también anunciarán más dólares. El objetivo es garantizar un tránsito tranquilo hasta las elecciones. El Presidente sabe mejor que nadie que su principal capital político es la inflación. Si no la puede contener, todo florecerá venenosamente. Lo que hasta ahora ha sido mérito, será demérito y demanda. Lo que hasta ahora se perdona, podría virar peligrosamente y poner en juego el relato que, con paciencia de orfebre, pero mucha improvisación, construye La Libertad Avanza. El crédito en la ancha franja bonaerense volvió a asomar. De la profundidad de la pelea peronista depende buena parte de la elección. Si hay un mar de ambulancias recogiendo heridos, será una gran noticia para la Casa Rosada. Es para que los que piensan que todos somos peronistas, pero no nos dimos cuenta.
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