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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/04/2025 02:31
La caída en el precio internacional del petróleo introdujo incertidumbre sobre uno de los pilares del esquema económico del Gobierno de Javier Milei: el ingreso de divisas por exportaciones energéticas. Además, amenaza con afectar las inversiones proyectadas en la formación de Vaca Muerta. Como contrapartida, podría aliviar las presiones sobre los precios internos de los combustibles. No obstante, aún resta observar si la tendencia bajista se consolida. El barril de crudo Brent, referencia para el mercado local, comenzó la semana con una baja cercana al 2% y acumula una caída del 14% en cinco ruedas, alcanzando su menor valor en cuatro años. Dos hechos clave impulsaron este comportamiento: el anuncio de nuevos aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump y la decisión de la OPEP de aumentar su producción. Para Argentina, esta baja representa una amenaza concreta a la balanza comercial y al ingreso de dólares. Según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI), la caída del Brent de USD 75 a USD 64 por barril podría traducirse en una merma de aproximadamente USD 1.100 millones en exportaciones petroleras este año, que inicialmente se proyectaban en torno a los USD 7.500 millones. Balanza comercial energética (Consultora Economía y Energía) A esta pérdida se suma la caída en el valor de la cosecha de soja, también afectada por la baja general de los commodities, lo que representa un impacto adicional de cerca de USD 2.000 millones en el frente externo. Esta situación adquiere particular relevancia en un contexto donde el Gobierno busca consolidar el superávit comercial devengado como ancla de su política cambiaria en vistas del déficit que mostró la cuenta de servicio. Desde el sector energético, el panorama es aún más complejo. Un analista del sector, que prefirió mantener el anonimato, advirtió que por cada USD 10 que cae el precio del barril, la industria pierde alrededor de USD 2.500 millones. “Vaca Muerta era rentable con un barril a USD 50, pero con un tipo de cambio más alto que el actual”, explicó. A esta preocupación se suma la mirada de Juan José Carbajales, director de la consultora Paspartú, quien sostuvo que “la coyuntura internacional afecta directamente la producción de hidrocarburos en nuestro país”. El especialista identificó tres factores de riesgo: “Primero, porque los vaivenes globales dificultan a un país emergente como Argentina insertarse de manera estable en el mercado petrolero y avanzar hacia ser un exportador neto de gas natural licuado. Segundo, porque la reacción de la OPEP+ de aumentar la producción impacta en el precio del Brent y compromete el break even de los proyectos si se perfora la barrera de los 60 dólares. Y tercero, porque estamos buscando off-takers (compradores) para desarrollar proyectos de GNL, cuyo financiamiento se complica en este contexto de tasas altas”. Pese al nuevo escenario, los números recientes del sector muestran un desempeño destacado. Según la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), en 2024 la producción promedia los 139 millones de metros cúbicos diarios de gas natural y 717 mil barriles diarios de petróleo, los niveles más altos en 17 años. De mantenerse la tendencia, la producción petrolera podría alcanzar los 830 mil barriles diarios a fin de año, acercándose al récord histórico de 1998. El flanco más débil del programa económico tiene que ver con los dólares, especialmente con la escasez de reservas del BCRA (AP) Este crecimiento se reflejó también en la balanza energética, con un superávit de USD 1.321 millones en el primer bimestre del año, un 35% superior al registrado en el mismo período de 2023. Las exportaciones energéticas crecieron un 20%, mientras que las importaciones cayeron un 10%. En total, el superávit comercial energético de 2024 ascendió a USD 5.668 millones, el mejor resultado desde 2006. Las perspectivas de expansión del sector no sólo dependen de inversiones sostenidas en producción, sino también en infraestructura para evacuar el crudo y gas de la Cuenca Neuquina. En este sentido, se destacan proyectos como el oleoducto Vaca Muerta Sur que impulsa YPF y las ampliaciones de Oldelval, en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Pero el futuro inmediato del sector parece atado no solo a decisiones internas, sino también a los vaivenes de un contexto global volátil. En el Gobierno aseguran que el escenario de volatilidad estaba previsto y aseguran que continuarán en la senda del orden fiscal. El flanco más débil del programa económico tiene que ver con los dólares, especialmente con la escasez de reservas del BCRA y la sangría que se aceleró en las últimas semanas ante la expectativa de que el nuevo programa con el FMI traiga aparejado cambios en el esquema cambiario. La Argentina busca que el organismo desembolse de inmediato entre USD 10.000 y USD 12.000 millones del acuerdo total por USD 20.000 millones. Esta semana podría haber novedades desde Washington en ese sentido. Las reservas del BCRA cerraron este lunes en USD 24.791 millones, el stock más bajo desde el 23 de enero de 2024. Las netas estiraron su saldo negativo a USD -7.200 millones, según Cohen. Con este resultado, en lo que va del año las reservas brutas y netas acumulan una caída en torno a los USD 5.000 millones. En julio vencen USD 4.800 millones con bonistas privados, USD 2.000 millones en intereses con el FMI a lo largo del año y comienza a vencer el tramo activado del swap con China por USD 5.000 millones.
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