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» El Ciudadano
Fecha: 07/04/2025 15:14
Por David Ferrara. Foto de prensa Rosario Central Unas pelotas así de grandes. Se ha dicho sobradas veces en estas líneas que este Central de Holan encontró la solidez y seriedad de los buenos equipos, y en la tarde del sábado halló además una demostración de temperamento que terminó de contagiar a su gente. Se sabe, es hermoso ganar bien, gustar y jugar “lindo”, pero en Central se prefieren esas victorias que conmueven, agónicas, sufridas y con el plus de la garra futbolera. La foto es Sandez y sus pelotas así de grandes para reflejar el carácter de un equipo que incluso plagado de ausencias relevantes y ante un resultado adverso supo rebelarse y hallar las formas de lastimar a un rival que se resignó a esperar de contra. Y lo logró encontrando soluciones desde el banco, para reconfigurar formas y estilos. Y no vengan a contar sobre la “injusta” segunda amarilla al jugador de Vélez, porque ese mismo jugador estuvo “gratis” en la cancha desde que le perdonaron la tremenda patada a Giacone. Es verdad que hubo que sufrir, es verdad que se escuchó el run run de la disconformidad latente en las intervenciones de Copetti, pero también es cierto que la convicción y la fusión con el público fue total en el segundo tiempo con la creencia inequívoca en que se lograría la victoria en el inexpugnable Gigante. No se sabía cómo, pero se sabía que Central iba a ganar. Y apareció el empuje, el asedio y lo que no llegó por juego llegó en la vía aérea, lo que habla una vez más de los recursos del equipo. Y apareció Sandez y sus pelotas, y apareció un Enzo que sí la mete. Y la clasificación. Y la punta. El final es incierto, pero el camino se recorre con orgullo y alegría. Y temperamento.
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