Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Día Nacional del Agua: Argentina y el trabajo “Valorando el agua” que realizara el Banco Mundial

    Chajari » Chajari al dia

    Fecha: 01/04/2025 03:04

    La celebración fue establecida en 1963, tras haberse realizado en Córdoba el 1º Congreso Nacional del Agua de Argentina, aunque su alcance nacional recién se promulgó en 1972. La fecha busca generar conciencia en la sociedad sobre el uso racional y responsable del agua dulce, un recurso natural finito pero con reservas importantes en la Argentina. Como un ejemplo de esta distribución natural, nuestro país comparte la soberanía del acuífero guaraní, uno de los reservorios de agua más grandes del mundo, que ocupa un área de alrededor de 1.100.000 kilómetros cuadrados subterráneos, de lo cuales unos 220.000 corresponden al territorio nacional. Además, desde el Organismo de Seguridad de Presas (ORSEP) recuerdan la importancia de las presas, embalses y diques del país, con propósitos como “la provisión de agua para consumo y uso industrial, atenuar los riesgos de crecidas y la producción de energía hidroeléctrica limpia y renovable”. El agua en el país En el año 2022 se conoció la resultante de un trabajo realizado por el Banco Mundial, respecto a el agua en Argentina. El mismo analiza la disponibilidad de agua dulce en Argentina y las inversiones necesarias en el sector que podrían aumentar hasta 2,7 por ciento el PIB del país para 2030. Se apunta que debajo de las tierras del país corren más de 220 mil kilómetros cuadrados de una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta, el Acuífero Guaraní. Sin embargo, afirman, Argentina aún necesita mejoras en su infraestructura, y acceso de agua y saneamiento para alcanzar su seguridad hídrica, entendida como tener suficiente “oro azul” en calidad y cantidad para todos los usos (medios de vida, productivos y ambientales) de forma accesible y sostenible. De acuerdo con el informe del Banco Mundial “Valorando el agua”, al que hacemos referencia, (https://www.bancomundial.org/es/country/argentina/publication/valorando-el-agua), las inversiones requeridas en seguridad hídrica podrían aumentar hasta en un 2,7 por ciento el PIB del país para el 2030. En la actualidad, el agua en Argentina es un actor importante en la economía: es fundamental para la agricultura que es la fuente principal de ingreso de divisas; el 26 por ciento de la energía se genera de fuentes hidroeléctricas; más del 50 por ciento de la demanda industrial proviene de sectores con alta dependencia al agua (alimentos, bebidas, productos químicos), el 84 por ciento de las exportaciones salen por el agua, es decir, por la hidrovía Paraná-Paraguay. En el trabajo se agrega que, sin embargo, ya sea por abundancia o por falta, es verdugo de los eventos climáticos más recurrentes en el país: las inundaciones (que representan el 54% de los desastres naturales desde 1970) y las sequías, una de las amenazas más grandes para el sector agropecuario con impactos anuales medios de hasta 3.000 millones de dólares. Es también un importante actor que perpetúa condiciones de vulnerabilidad y pobreza para el 17 por ciento de la población que carece de servicios de agua, quienes muchas veces tiene que pagar hasta un 460 por ciento más por agua embotellada de lo que pagarían en la factura del agua si estuviesen conectados a la red, según el informe. La contaminación, la falta de cobertura y suministro, y la variabilidad climática (con inundaciones y sequías demasiado graves y frecuentes) hacen peligrar la seguridad hídrica. Estimaciones presentadas en el estudio muestran que una mayor seguridad hídrica puede reducir el costo económico de estas falencias en alrededor 11.800 millones de dólares. Más de la mitad de este monto total anual refleja las pérdidas en la calidad de vida, incluidos los efectos en la salud y la educación, de las personas que carecen de acceso a agua potable y saneamiento. Para Klaas de Groot, especialista sénior en agua y saneamiento del Banco Mundial, es clave “no vivir dándole la espalda al agua, pero vivir y construir con el agua”, y destacó: “Las inversiones por sí solas no bastan, deben acompañarse de una serie de mejoras en el sistema de gobernanza y gestión del agua para que sean eficaces y sostenibles”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por