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  • “La hija sin cabeza”: tres hermanas frente a un debate existencial mientras intentan escapar del agua que arrasa

    » El Ciudadano

    Fecha: 31/03/2025 22:50

    Miguel Passarini “Una inundación devastadora invade la casa de una familia de mujeres aisladas de la ciudad. Son tres hermanas que llevan puesto lo único que pudieron salvar: los vestidos de casamiento de su madre. Mientras el agua se apropia de las habitaciones, las protagonistas intentan descubrir quién es la hija que perdió la cabeza”. Lo que antecede es la sinopsis de La hija sin cabeza, obra teatral que se conocerá este fin de semana en el Teatro La Manzana, con dramaturgia de Paula Luraschi, bajo la dirección de Luciana Di Pietro, y las actuaciones de la propia Luraschi, junto a Sol Falcón y Ornella Rossi, bajo la supervisión de dramaturgia y puesta en escena de Cristina Carozza. Hay en el material un punto de partida real, la trágica inundación de la ciudad de Santa Fe en 2003. Y otro literario: la poesía de la santafesina Estela Figueroa, atravesada por esa misma problemática, que Paula Luraschi, también autora y protagonista del unipersonal Apurate, hermoso traidor, tomó como territorio dramático para empezar un proceso de escritura que derivó, retrabajado en los ensayos, en el texto de la obra. Se trata de un trabajo desarrollado en equipo por mujeres de diferentes generaciones vinculadas desde distintos lugares con las escénicas, donde Di Pietro asoma con fuera en el rol de la dirección a partir de su versión de 2022 y aún vigente de La Prudencia, de Claudio Gotbeter, a la que le siguieron varios títulos hasta arribar en el último año en este proceso compartido desde la dirección con la experiencia de una creadora de las escénicas rosarinas como Cristina Carozza. “Con Cristina trabajamos en dupla, asumiendo dos roles similares, pero que al mismo tiempo permitieron que ella esté un poco más «afuera»; no tanto en la cocina de las cosas cotidianas de los ensayos, sino en la mirada posterior que es lo que me permitió ajustar las tuercas clave del material, tanto en la dramaturgia como en un concepto de puesta en escena”, contó Di Pietro acerca de la presencia de Carozza en el proyecto, cuyo staff se completa con la asistencia de dirección de Virginia Esparza también a cargo de la técnica, vestuario de Lorena Fenoglio, asistencia coreográfica de Mercedes Luisetti, realización de escenografía de Ornella Rossi y Aron Bojanich, fotografía de Ariel Micheletti y arte de Son Falcón, con prensa y difusión de Pika Comunicación Cultural. Respecto del trabajo y de la propuesta como dramaturga de Paula Luraschi, Di Pietro apuntó: “Su debut como dramaturga fue con Apurate, hermoso traidor y hay algunos signos de su escritura que se repiten; la manera de estructurar el material, lo cíclico, la repetición de algunas de las cosas que acontecen, también la idea de sátira. Y aunque podemos notar que son principalmente características del absurdo, en su trabajo están acentuadas. Lo mismo pasa con el espacio y el tiempo que, como construcción poética, no tienen bordes definidos pero a la vez esta obra transcurre en cuatro días. Esos días pueden ser años o minutos, o puede estar contados en tiempo real, a eso me refiero: son signos organizadores y al mismo tiempo desorganizadores porque no sitúan necesariamente al potencial espectador en tiempo y lugar, sino que es la manera en la que se decide contar la historia. En cierto punto es enloquecedor, como pasa casi siempre con el absurdo, porque uno como espectador atina a ubicarse, a que el relato tenga sentido lineal, y cuando algo rompe con eso se descoloca, más allá de que esa sea la idea”. Independientemente del absurdo, la idea de las tres hermanas de esta obra remite al clásico de Chejov. En ese sentido, Di Pietro planteó: “Salvando las distancias cabe la reminiscencia a Chejov; estas tres hermanas, de alguna manera, están en un limbo poético y por momentos lo que aflora es su mundo interno, sus juegos de niñas, sus traumas y sus fantasías, a la vez que el contexto en el que transcurre la obra es un encierro brutal, la imposibilidad de escapar, el regocijo con eso y la supervivencia. En ese sentido, sí tiene puntos en donde se toca con Las tres hermanas de Chejov”. Y en relación con los tiempos que acontecen, profundizó: “De todos modos, La hija sin cabeza pone en juego, metafóricamente, una suerte de burla de época, donde se problematiza la posmodernidad, la caída una vez más de los grandes relatos, la globalización, las relaciones vinculares y entramados familiares, la violencia de género, los mandatos hacia la figura femenina y el deseo, entre otras cuestiones. La inundación de 2003 en Santa Fe es el contexto, es algo real, algo que pasó. Como espacio dramático, es el lugar donde efectivamente ellas están siendo atacadas por el agua que arrasa y sólo queda un espacio de la casa donde no ha entrado aún. Pero también, y sobre todo, como metáfora de esta época, donde hay algo que arrasa con violencia y velocidad, y no se lo puede detener”. Finalmente, la directora analizó el campo que transita desde su rol en las escénicas, siempre vinculada a elencos integrados por mujeres, tras el intento desde algunos sectores de cerrar un período donde la pelea por los derechos colectivos de las mujeres y disidencias se dio en el marco de la Cuarta Ola del Feminismo y donde los grupos de mujeres siempre tuvieron «mala prensa». “En realidad la pregunta es al revés: por qué tantos elencos de mujeres buscan a una mujer, me buscan a mí, para la dirección, porque en realidad no son obras mías, no las escribí y fui convocada para la dirección en casi todos los casos, con los elencos ya pensados en general, más allá de algunos cambios o aportes que yo pude proponer. Entonces creo que hay algo al menos en nuestra generación y en la escena local que hay que escuchar. Quizás lo interesante es que en el arte encontramos una oportunidad para desarmar algunas ideas que históricamente quieren instalar sobre los grupos de mujeres y una supuesta competitividad, los egos, y demás, que no son de ese modo. Creo que sabemos cuidar los procesos de trabajo y que sabemos ocupar roles incluso de jerarquía sin que eso sea un problema o una incomodidad”, planteó Di Pietro acerca de su trabajo en estos últimos años. Y cerró: “También para mí cada material que enfrentamos y con el que trabajamos es una excusa para poner en escena temáticas clave para la coyuntura, desde un lugar de defensa de lo conquistado en estos tiempos tan oscuros, y el feminismo, claramente, es una de esas cosas”. Para agendar La hija sin cabeza se conocerá este sábado 5 de abril, a las 21, en el Teatro La Manzana (San Juan 1950) donde seguirá en cartel los restantes sábados del mes en el mismo horario. IG: @lahijasincabeza.teatro. Reservas: +549-341-2689494, +549-341-2178723. IG: @pika.comunicacion

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