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» Elterritorio
Fecha: 31/03/2025 06:43
Nacido en una zona rural de Aristóbulo del Valle, comenzó vendiendo muebles y, con el tiempo, fundó su propia ferretería domingo 30 de marzo de 2025 | 12:56hs. El hombre tiene origen rural. Nació en Picada Libertad, en Aristóbulo del Valle, y reconoce con franqueza y humildad sus tempranas ganas de estudiar, aunque las limitaciones económicas marcaron su adolescencia. A pesar de ello, Samuel Do Santos al terminar la primaria fue abanderado, pero sus padres lo encaminaron al trabajo. Cumplió con el servicio militar en un regimiento de Apóstoles, donde su buen comportamiento y eficiencia le permitieron ascender a cabo. En esa etapa conoció a la maestra Elena Ivo, también de Aristóbulo del Valle. Se casaron a los 20 años, cuando los caminos aún eran de tierra. Elena, ya recibida de maestra, fue trasladada al paraje 9 de Julio, sobre la ruta costera, mientras que Samuel recorría la región vendiendo muebles. En octubre de 1998 abrió un negocio de materiales de construcción y ferretería. Construyó la vivienda familiar sobre la avenida Los Cafetales, cuya planta baja hoy alberga el local de su hijo. Con el tiempo, la fábrica de pinturas Sorbalok le confió la distribución de su marca en Entre Ríos, al igual que la empresa Rodríguez. Fue conociendo a otros colegas, como Macovalle, que le proveía de cemento, y estableció relaciones comerciales con Surcan, de Apóstoles. Por recomendación y respaldo de esta última, pasó a ser cliente de Loma Negra SA. El siguiente paso fue la compra de otro terreno céntrico. “Así nos mudamos a esta propiedad, que mide 60x70 metros y que antiguamente era una canchita de fútbol para los niños del barrio”, recuerda. Ese vínculo con el deporte lo acercó al mundo de los adultos que gerenciaban el fútbol en Campo Grande, como Arnoldo Dolinski y otros dirigentes. Con profundo respeto por sus raíces, describe su historia familiar: “Mi papá se llama Emerenciano y mi mamá Narcisa, oriundos de San Javier y Campo Ramón, respectivamente”. Aprendió de primera mano sobre construcción, lo que le permitió dirigir y ejecutar sus propias obras, entre ellas el moderno y pintoresco templo de la iglesia Asamblea de Dios, actualmente en construcción en el barrio Municipal. Fanático de Campo Grande, confiesa: “No soy nativo, pero quiero a mi pueblo. No hay sitio bajo el cielo más dulce que un hogar”, su frase predilecta. Con espíritu viajero, ha conocido Israel, Brasil y otros destinos importantes del mundo junto a su esposa, lo que lo lleva a afirmar con autoridad: “Mi ciudad es limpia, la gente es respetuosa”. Destaca también la gestión del intendente Carlos Sartori: “Es amigable y respetuoso”. Con entusiasmo, ve en el Parque Industrial que se levanta sobre la ruta 8 una oportunidad para atraer inversiones significativas a Campo Grande y su zona.
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