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» El Ciudadano
Fecha: 29/03/2025 18:51
Harlan Coben es un autor estadounidense de novelas de misterio y suspenso conocido en todo el mundo. Las tramas de sus novelas, a menudo, implican la reelaboración de los acontecimientos no resueltos o mal interpretados en el pasado, como homicidios, accidentes mortales o sucesos de ese estilo, y con frecuencia aparecen varios giros inesperados en las tramas de sus historias incluso hasta cuando parece que todo está resuelto y ya no quedan dudas. Exactamente eso es lo que pasa con Atrapados, la serie argentina del momento en la plataforma Netflix, basada en la novela homónima de Harlan Coben, una historia de suspenso, crimen y denuncia, que se estrenó este miércoles 26 de marzo en el gigante del streaming, y que ya aparece entre lo más visto de la plataforma tanto en el país como en la región y otras partes del mundo. En principio, se trata de una adaptación de la referida novela Caught (por su título en inglés) de Coben y si se mira bien, la plataforma de streaming tiene varias producciones basadas en novelas de este autor que, claramente, sabe dosificar elementos varios en sus historias con muy buenos resultados. Entre esas series aparecen Fool Me Once, Hold Tight, The Innocent, Stay Close, Gone for Good, The Stranger, The Woods y Safe, al tiempo que sus próximos proyectos para Netflix son Run Away y I Will Find You, que ambos casos están en desarrollo. Atrapados se presenta como una serie que busca combinar el suspenso del thriller con el drama humano, explorando las complejidades de la sociedad, en este caso una pequeña donde todos más o menos se conocen, y los secretos que se esconden detrás de las apariencias. La historia se desarrolla en la ciudad de Bariloche, en la Patagonia argentina, y sigue a Ema Garay, en un gran regreso de la talentosa Soledad Villamil, una periodista reconocida por desenmascarar criminales que suelen evadir la Justicia a partir de un corpus de investigaciones al que precisamente denomina “Atrapados” y que en uno de los casos la involucra directamente. Es así que desde su trabajo en el periódico digital Lado Bariloche, Ema se involucra en la búsqueda de Martina, una joven violinista de 16 años que desaparece de forma inesperada tras una fiesta clandestina a la que también asiste su hijo. De este modo, a medida que avanza la investigación, Ema se adentra en un mundo de secretos oscuros y sospechosos que ocultan sus verdaderas intenciones. La serie explora temas como la Justicia y sus conos de sombra, la corrupción, el poder y los límites de la moralidad, donde quedan en evidencia el peligro de las redes sociales y los abusos a menores, pero también una serie de intereses económicos que involucran a varios empresarios millonarios y poderosos, dueños de gran parte de la Patagonia, que están dispuestos a cualquier cosa con tan de sumar poder, algo que no está muy lejos de la realidad. Con un elenco notable que la tiene a la cabeza a Soledad Villamil como Ema Garay, también aparecen el camaleónico Juan Minujín, como el hijo de una familia patricia de la región al que la vida le jugó una mala pasada, el argentino radicado en España Alberto Ammann, como un hombre altruista al que intentan ensuciar, y junto a ellos, Matías Recalt, Carmela Rivero, Fernán Mirás y Mike Amigorena, entre más. Con una tensión que se mantiene de principio a fin y con supuestos “errores” en la trama que luego terminan remedando, la serie no deja de mover sus fichas para confundir la mirada del potencial espectador que estará pegado a la pantalla hasta el final, incluso después de que se escuche una hermosa canción de un clásico rosarino como es Jorge Fandermole y la voz de la inolvidable Mercedes Sosa y más allá de la sorpresa que implica ese momento, dado que se podría pensar en una segunda temporada de Atrapados.
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