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Fecha: 20/03/2025 15:05
Mientras las lluvias recientes traen algo de alivio a los campos de la región, los productores agrícolas siguen enfrentando desafíos estructurales que complican su actividad. En diálogo con el móvil de LT3, la presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, María Eugenia Aramendi, planteó una polémica propuesta: eliminar las fiestas populares para destinar esos recursos a obras de infraestructura. “En esta zona hemos tenido algo de alivio con las lluvias, lo que nos permite pensar en la campaña fina, especialmente en el trigo, que el año pasado muchos no pudieron sembrar. Sin embargo, en el resto de la provincia la situación sigue complicada por los costos elevados y los precios de los cereales, que no acompañan”, explicó Aramendi. Aramendi señaló que, aunque la baja de retenciones fue un avance, es insuficiente para aliviar la carga impositiva que enfrentan los productores. “Necesitamos una reforma tributaria real, no basta con lo que se ha hecho hasta ahora. Hoy tenemos una amenaza concreta: la reforma constitucional que se está discutiendo, que podría abrir la puerta a más tasas y mayores cargas para el sector”, advirtió. La dirigente rural criticó especialmente la posibilidad de que se otorgue autonomía municipal en materia impositiva, lo que, según ella, generaría “más tasas y más presión sobre los productores”. Además, cuestionó la manipulación de las normativas ambientales, que deberían ser “generales a nivel provincial y nacional, no sujetas a decisiones locales que pueden ser arbitrarias”. “Eliminen las fiestas populares y destinen esos fondos a obras” Uno de los reclamos más fuertes de Aramendi fue la necesidad de priorizar obras de infraestructura sobre eventos festivos. “Vivimos en una provincia que está a la vera del Paraná, pero no tenemos garantizado el agua ni para consumo humano ni para la producción. No tenemos rutas, ni autopistas, y los camiones que atraviesan el corredor enfrentan condiciones deplorables. Sin embargo, vemos cómo se destinan recursos a fiestas populares en todas las ciudades y pueblos, que son gratuitas. Esos fondos deberían usarse para obras que realmente necesitamos”, afirmó. Este planteamiento, sin embargo, no está exento de polémica. Las fiestas populares son un pilar cultural y social en Santa Fe, donde eventos como la Fiesta Nacional de la Cerveza en Esperanza o la Fiesta de la Agricultura en Armstrong no solo generan identidad, sino también movimiento económico y turístico. Para muchos, estos eventos son una válvula de escape y una forma de mantener viva la tradición local. Aramendi insistió en que la provincia debe avanzar hacia una reducción del Estado y una baja de impuestos para ser más competitiva. “Tenemos que simplificar la estructura provincial, eliminar tasas y generar un ambiente que favorezca el desarrollo privado. Solo así podremos crecer y competir en un mercado cada vez más exigente”, concluyó. Mientras los productores esperan que sus reclamos sean escuchados, la propuesta de eliminar las fiestas populares seguramente generará debate. Para muchos, estas celebraciones son mucho más que un gasto: son parte del alma de los pueblos y una inversión en la cultura y el tejido social de la provincia.
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