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  • De “golpes blandos”, caos y radicalización

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/03/2025 03:25

    La marcha de los jubilados terminó con graves incidentes - Crédito:AFP Gene Sharp fue un teórico estadounidense sobre “revoluciones no violentas” que ejerció gran influencia práctica con sus ideas, por ejemplo, en los serbios que combatieron a Slobodan Milosevic y en los impulsores de la denominada “primavera árabe”. Su texto más traducido es De la dictadura a la democracia (1993), una especie de folleto sobre métodos de protesta para hacer caer a un gobierno. De hecho, en el apéndice enumera 198 acciones concretas. Mientras sus detractores lo acusaban de ser colaborador de la CIA, él se convirtió en un profeta de lo que luego se categorizó como “golpes blandos” (una estrategia distinta al tradicional “golpe militar”), término que fue usado por líderes de distinto color político. En una reversión propia de Sharp, Alejandro “El Profe” Álvarez, funcionario y proveedor del dogma libertario, caracterizó el momento actual como el ingreso a la fase 3 –“calentamiento de la calle”- de las 5 estipuladas en la guía del derrocamiento “suave” o “blando”. “¡Con Milei no van a poder!”, cerró su análisis en X. Como son las fases de un "Golpe Blando" para desestabilizar a un gobierno democrático y producir su derrocamiento: Fase 1: ablandamiento - Potenciación de los conflictos y promoción del descontento (marchas, escraches, huelgas, etc.) - Desarrollo de matrices de opinión centradas… pic.twitter.com/VuJufU74rh — Alejandro Alvarez (@AleCiroAlvarez) March 14, 2025 En un ambiente enrarecido, el Gobierno cerró filas y ratificó su discurso después de los hechos de violencia en el Congreso, a pesar de que el accionar policial quedó en la mira de la Justicia. El Presidente respaldó a Patricia Bullrich y, sin matices, sostuvo que “los de azul son los buenos”. No hubo una sola palabra por el fotógrafo herido Pablo Grillo, que pelea por su vida. Eligió duplicar la apuesta, ante la amenaza de nuevas afrentas. Es evidente que la protesta de los jubilados, que se hace todos los miércoles, perdió su naturaleza luego de que “hinchas” de fútbol avisaron que se sumarían a la movida. El Ministerio de Seguridad debe probar la acusación de que fue comandado por barrabravas (lo que, de no ser así, no le quita gravedad a los piedrazos, ni la quema de patrulleros y contenedores) y se verá si pueden demostrar la participación de dos intendentes peronistas, Fernando Espinoza (La Matanza) y Federico Otermin (Lomas de Zamora), tal cual lo estableció en la denuncia por sedición. En el revoleo, Luis Barrionuevo también se puso en guardia porque fue mencionado por Bullrich a través de Leandro Capriotti, dirigente del PJ ligado a Chacarita, al que señaló como su “protegido” y parte del armado de los disturbios. “Tengo 250 mil protegidos (por los afiliados), si es por eso. Y también cuatro hijos y nueve nietos”, ironizó el gastronómico ante los suyos, cuando se enteró. Después de haber auspiciado a Milei, Barrionuevo dejó el espacio cuando arribó Bullrich, con quien mantiene un viejo encono que persiste a lo largo de los años. En lo que parece ser una comedia de enredos, el líder sindical apuntado es socio en el sanatorio Güemes de un colega de la ministra en el gabinete: Mario Lugones. Luis Barrionuevo En la Casa Rosada, sostienen que hay intenciones “desestabilizadoras” y se las adjudican al kirchnerismo. La reacción frente a ese escenario es siempre radicalizar la posición oficial, un sello de Milei. La complejidad es que si bien Cristina Kirchner aparece en el horizonte como la figura opositora con más peso, no maneja con un botón a los amplios sectores que están en contra del Gobierno (la izquierda, los gremios, grupos barrabravas, el PJ). Es decir, no hay una conducción política unificada ni su correlato en la conflictividad social. Esa dispersión a priori benefició a Milei, cuya imagen continúa siendo imbatible, pero la fragmentación da pie un proceso completamente anárquico. ¿Está preparado el Gobierno para la gimnasia de repeler constantes manifestaciones callejeras? “No queda otra”, dicen. Ceder implica mostrar debilidad y es una invitación a que “el enemigo” profundice ese camino. Sí es cierto que habrá un intento por mejorar operativamente la coordinación entre fuerzas, y también con el gobierno porteño. A contramano de lo que creen en despachos oficiales, Cristina Kirchner advirtió en distintas conversaciones, en privado, que uno de los principales activos de Milei fue domar a los piqueteros y liberar la calle. Para ella, según las mismas fuentes, embanderarse en batallas campales sería favorecer al Gobierno. Cristina Kirchner No todos piensan lo mismo en las distintas vertientes del kirchnerismo/peronismo/massismo. “Nuestra autocrítica es no haber estado presentes en la marcha”, sostiene un dirigente del ala dura. Hay un debate sobre qué hacer para el próximo miércoles. Hasta ahora, anticiparon su apoyo a los jubilados las dos CTA y la CGT. Parte de la estructura militante de La Cámpora y de Axel Kicillof fue enviada a Bahía Blanca, por lo tanto, hay una complicación logística. Los intendentes del conurbano, aún analizan qué hacer. Es una situación aún en desarrollo. La demostración de fuerza, hasta antes de los incidentes del Congreso, iba a ser para el 24 de marzo. Hay tratativas para que confluyan las distintas organizaciones de derechos humanos y también del arco político en una única peregrinación hacia Plaza de Mayo, algo que no suele ocurrir por las históricas diferencias internas. Esa convocatoria demandará recursos, con lo cual, no resulta tan fácil aceitar la estructura para dos manifestaciones en poco tiempo. “Es un error pensar que Milei no tiene más oxígeno. Es cierto que lo perjudicó el escándalo de $LIBRA, pero la gente no quiere quilombo en la calle”, argumenta un sindicalista. De hecho, el anuncio de un paro de la CGT contra Milei es tomado –incluso por algunos que se suponen están a favor- como una medida pour la galerie. La CGT anunció su nuevo paro general durante el congreso de la UTEP La coronación del caos total se terminó de pincelar con la actuación estelar del oficialismo, en pleno recinto de la Cámara de Diputados. Hubo dos riñas que cruzaron los límites del bochorno: entre Lisandro Almirón y Oscar Zago; y entre Lilia Lemoine y Marcela Pagano. El bloque necesita, antes que nada, asistencia emocional. El circo libertario quedó en un segundo plano debido a la gravedad de lo que ocurría afuera, pero no es menos importante a la hora de evaluar el mando. ¿Por qué nadie ordena a la tropa legislativa? El “triángulo de hierro” empieza a padecer cierta corrosión. El escándalo de la criptomoneda dejó en off side a Karina Milei y Santiago Caputo protagonizó dos épicos errores al hilo (la interrupción de una entrevista y la pelea con Facundo Manes). Quizá, la misión por ahora fallida más reprochable sea en relación a la Corte Suprema de Justicia. El Senado se encamina a un panorama inédito: la posibilidad de voltear dos pliegos de candidatos al Máximo Tribunal del país, de los cuales uno (Manuel García Mansilla) ya asumió por decreto. La negociación quedó a cargo de Caputo y su amigo, el secretario de Justicia, Sebastián Amerio. Nadie logró convencer a Cristina Kirchner, que pedía como condición sine qua non que bajen a un postulante. El preferido de Milei era García Mansilla, pero nadie deseaba ir en contra de Ariel Lijo, bendecido por Comodoro Py. “¡Que lo bajen ellos! ¿Por qué yo me voy a pelear con Lijo”, se le escuchó decir a la ex presidenta. Los emisarios, especialmente del lado de Cristina, ven pocas chances de que prospere un acuerdo, en la cuenta regresiva a la próxima sesión. Entre quienes propiciaron un entendimiento consideran que hay un sentido “autodestructivo” por parte de “la Doctora”. Los jueces de la Corte Suprema En la Corte, reina la incertidumbre. Para mayor dramatismo, estiman que en abril puede llegar el último planteo por el caso Vialidad, en el que CFK fue condenada a 6 años de prisión. A partir de ahí, queda habilitada para dar la última palabra sobre su situación legal, aunque no tiene plazos. Si rechaza el recurso, Cristina podría quedar detenida e inhabilitada para ejercer cargos públicos. Si bien se repite en los despachos más encumbrados que no es de usos y costumbres tomar este tipo de decisiones en un año electoral y más teniendo en cuenta que la ex presidenta podría ser candidata, los más incrédulos no descartan nada. Y menos ahora, que está de moda el caos.

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