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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 16/03/2025 08:36
Expertos cuestionan la regla de beber ocho vasos diarios de agua y recomiendan personalizar la hidratación (Imagen Ilustrativa Infobae) En los últimos años, la idea de que es necesario beber ocho vasos de agua al día se ha convertido en una regla casi universal. Sin embargo, médicos y nutricionistas advierten que esta recomendación no es del todo precisa y que la cantidad óptima de líquidos varía según cada persona y sus condiciones de vida. Las recomendaciones oficiales Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos han establecido guías claras sobre la cantidad de agua recomendada diariamente. Según esta institución, las mujeres deberían consumir alrededor de 2,7 litros de líquidos al día y los hombres, 3,6 litros. Edad, nivel de actividad, clima y tamaño corporal determinan las necesidades de líquidos de cada persona (Imagen Ilustrativa Infobae) Sin embargo, esta cantidad no proviene únicamente del agua potable, sino también de los alimentos y otras bebidas. Se estima que aproximadamente el 20% de la ingesta diaria de líquidos proviene de los alimentos. A pesar de estas cifras, los especialistas insisten en que las necesidades hídricas no son uniformes y dependen de diversos factores como el peso corporal, la actividad física, la edad y el clima. ¿Son suficientes ocho vasos de agua al día? El consejo de consumir ocho vasos diarios de agua (aproximadamente dos litros) no es incorrecto, pero sí impreciso. El problema principal radica en la variabilidad del tamaño de los vasos: algunos contienen 200 ml, mientras que otros pueden alcanzar hasta 400 ml. Si se toma como referencia un vaso estándar de 250 ml, el consumo total alcanzaría los dos litros, una cantidad inferior a la recomendada para mujeres y hombres. Beber agua en exceso puede alterar el equilibrio de electrolitos, advierten nutricionistas Aun así, esta recomendación puede ser útil como punto de partida para quienes buscan mejorar su hidratación. “Si alguien no bebe suficiente agua, fijar un objetivo de ocho vasos diarios puede ser un buen primer paso”, señala Stephani Johnson, profesora adjunta del Departamento de Ciencias de la Nutrición Clínica y Preventiva de la Universidad Rutgers. Factores que influyen en la cantidad de agua que se necesita Johnson y otros expertos coinciden en que la cantidad ideal de agua varía de persona a persona. Entre los factores que influyen en los requerimientos de hidratación se incluyen: Sexo: Los hombres suelen necesitar más líquidos que las mujeres debido a su mayor masa muscular. Sudoración: El nivel de actividad física y la temperatura ambiental afectan la cantidad de líquidos que se pierden y, en consecuencia, la cantidad de agua que se necesita reponer. Edad: Con el envejecimiento, la cantidad total de agua en el cuerpo disminuye, al igual que la sensación de sed, lo que puede aumentar el riesgo de deshidratación. Tamaño corporal: Cuanto mayor sea el peso y la superficie corporal, mayor será la cantidad de agua que el cuerpo requiere. Dieta: Los alimentos con alto contenido de agua, como pepinos, sandía o sopas, pueden contribuir a la hidratación, mientras que una dieta rica en fibra aumenta la necesidad de líquidos. Consumo de alcohol: El alcohol es un diurético y aumenta la eliminación de líquidos, por lo que es necesario compensarlo con mayor ingesta de agua. Condiciones médicas: Algunas enfermedades, como la insuficiencia renal o la insuficiencia cardíaca, pueden alterar los requerimientos de líquidos. Embarazo y lactancia: Las mujeres embarazadas y en período de lactancia tienen mayores necesidades de líquidos para mantener una adecuada producción de leche y asegurar la hidratación del bebé. La importancia de una hidratación equilibrada El agua representa entre el 55% y el 60% del peso corporal, por lo que es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Según Devon Wagner, nutricionista del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, una hidratación adecuada es clave para: La digestión y absorción de nutrientes. La regulación de la temperatura corporal. La salud de la piel y las articulaciones. La eliminación de toxinas y desechos del organismo. El buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Por otro lado, beber más agua de la necesaria tampoco es recomendable. “La sobrehidratación puede tener efectos negativos para la salud, ya que altera el equilibrio de electrolitos en el cuerpo”, advierte Wagner. ¿Cómo saber si se está bien hidratado? Más allá de contar la cantidad de vasos de agua que se consumen al día, los especialistas recomiendan prestar atención a las señales del cuerpo. El color de la orina es un buen indicador del nivel de hidratación: Un tono claro o amarillo pálido indica una hidratación adecuada. Un color amarillo oscuro o naranja puede ser una señal de deshidratación. Si la orina es casi transparente, puede ser indicio de una sobrehidratación. Una hidratación equilibrada favorece la salud de órganos, articulaciones y el sistema nervioso (Imagen Ilustrativa Infobae) No obstante, Brissette advierte que algunas vitaminas del complejo B pueden teñir la orina de amarillo brillante, lo que no necesariamente significa deshidratación. En conclusión, la cantidad de agua que cada persona necesita varía en función de múltiples factores. Aunque las guías generales son un buen punto de referencia, lo más importante es escuchar al cuerpo y ajustar la ingesta de líquidos según las necesidades individuales.
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