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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 15/03/2025 22:39
Hace poco más de cien años, Argentina fue escenario de encarnizadas luchas obreras y de los más salvajes intentos por sofocarlas. La llegada de millones de inmigrantes había transformado radicalmente la composición demográfica del país y consolidado una clase obrera en la que las ideas socialistas y anarquistas habían calado hondo y guiaban sus reclamos por condiciones dignas de vida y trabajo. Tanto en el campo como en la ciudad, la organización sindical y la acción directa del nuevo proletariado disputaban un orden social, político y económico que los privaba de sus derechos elementales y concentraba todas las formas del poder en la elite porteña y sus familias de orígenes patricios, y en los grandes terratenientes y comerciantes del Interior del país. En ese contexto, al interior de aquella oligarquía centrada en Buenos Aires, surgió un movimiento reaccionario al que los historiadores caracterizan como nacionalista, anti-izquierdista, antisemita, racista, antisindical y fascista (con la diferenciación en este último punto de que tenía un planteo liberal respecto a lo económico). Se hacían llamar la Liga Patriótica Argentina, un grupo parapolicial de extrema derecha fundado en enero de 1919, que actuó como grupo de choque en huelgas de todo el país, destacándose por sus actos de violencia criminal durante la Semana Trágica de Buenos Aires (1919) y los hechos represivos de la Patagonia Rebelde (1922). En Gualeguaychú, su protagonismo estuvo centrado en el violento choque que tuvo lugar el 1 de mayo de 1921 y dejó por saldo cinco muertos y más de treinta heridos. Aquel día, la Liga Patriótica había organizado un desfile para conmemorar el pronunciamiento de Urquiza, mientras los obreros, con sus banderas rojas, se manifestaban en defensa de sus derechos. Tras un enfrentamiento en la Plaza Independencia (hoy Plaza San Martín), los agresores dispararon contra los trabajadores. La causa judicial quedó sin resolverse, y la memoria del hecho sólo fue retomada a finales de los años 80. El hecho resultó determinante para la historia del movimiento obrero entrerriano, ya que luego de aquel ataque de los liguistas se desarticuló el principal centro de agitación sindical de la provincia. Pero por fuera de este episodio ampliamente conocido, resulta interesante ahondar en la presencia previa de la Liga Patriótica en la ciudad y el protagonismo de Gualeguaychú en las protestas obreras de la región. Gualeguaychú como epicentro de la lucha obrera entrerriana Según expone el Doctor en Historia Rodolfo M. Leyes en su trabajo “¿Qué le dice un expediente judicial a un historiador del movimiento obrero? Un análisis de caso: la masacre de Gualeguaychú de 1921 y su sumario judicial” (2022), durante el período que va desde 1917 a 1921, el movimiento sindical de Entre Ríos experimentó un proceso de consolidación y expansión, a raíz de las giras de sindicalistas de la FORA (Federación Obrera Regional Argentina) y la Federación Obrera Marítima (FOM), quienes llevaron a cabo una intensa actividad de agitación y organización gremial. Es así como el año 1920 se destacó como el de mayor actividad gremial en la provincia, y fue clave en el proceso que condujo a los enfrentamientos de mayo de 1921 en Gualeguaychú. En este contexto, la ciudad se consolidó como el epicentro del sindicalismo entrerriano, en gran parte por su cercanía con Buenos Aires y sus actividades económicas urbanas y portuarias. Si se analiza el total de conflictos obreros en Entre Ríos durante este período, a la región Gualeguaychú le corresponden el 38% de las huelgas ocurridas en 1918, el 88% de las que tuvieron lugar durante 1919 y el 38% de los conflictos correspondientes a 1920. La aparición de la Liga en la ciudad La Semana Trágica de 1919 marcó un punto de inflexión en la lucha sindical y en la relación entre la clase obrera y la burguesía en Argentina, y en Gualeguaychú, la organización patronal comenzó a tomar forma, impulsada en gran parte por la Liga Patriótica Argentina (LPA). En ese contexto, se hicieron visibles en la ciudad las primeras manifestaciones del grupo ultraderechista contra los extranjeros acusados de propagar ideas revolucionarias. La Liga realizó eventos con oradores, entre los que se destacó Sixto Vela, quien luego se convertiría en presidente de la brigada local de la agrupación. En mayo de 1919, un grupo de vecinos de Gualeguaychú se reunió en el Círculo de Obreros Católicos con la intención de formar una brigada de la LPA destinada a liberar a los obreros de la influencia anarquista. La Iglesia Católica, representada por el presbítero José María Colombo, apoyó la iniciativa. El objetivo de la Liga era frenar el poder creciente de los sindicatos y evitar que los obreros pudieran controlar el mercado laboral. La primera gran reunión para formar la brigada se celebró en julio de 1919, y estuvo presidida por el teniente coronel Carlos Smith, quien más tarde sería sustituido por otro militar retirado debido a una resolución del gobierno nacional que prohibió la participación de militares activos en la LPA. Por otra parte, la LPA en Gualeguaychú desarrolló diversas iniciativas sociales como la creación de huertas para los obreros, un dispensario de leche, el abasto de pan a precios bajos y campañas contra el alcoholismo. Sin embargo, su objetivo de fondo era quitar poder a los sindicatos y proteger el "trabajo libre", argumentando que los obreros no debían pedir permiso para trabajar. La organización también promovió la creación de brigadas de rompehuelgas y comenzó a intervenir en conflictos laborales. Jinetes de la Liga Patriótica desfilan por la calle 25 de mayo Primeros enfrentamientos Uno de los primeros choques de la LPA con el movimiento obrero ocurrió en octubre de 1919, en el puerto de Gualeguaychú, cuando los miembros de la Liga, apoyados por la policía, rompieron un boicot de los carreros y estibadores contra varias panaderías en conflicto. Los miembros de la Liga, junto con la policía local, comenzaron a arrestar a los obreros en huelga y a disolver los piquetes. En los meses siguientes, las acciones represivas de la LPA se intensificaron. La Liga llevó a cabo nuevas intervenciones en huelgas, acusando a los obreros de ser responsables de los conflictos laborales. Por ejemplo, en noviembre de 1919, se orquestó un atentado ficticio contra un bombero que protegía una panadería, con el fin de presentar a los trabajadores sindicalizados como violentos. A pesar de las “victorias” de la Liga, en 1920 hubo una disminución de su actividad en Gualeguaychú, posiblemente debido al desplazamiento de las tensiones hacia el interior de la provincia. Sin embargo, a finales de 1920 y principios de 1921, la agrupación experimentó un resurgimiento en la ciudad. En diciembre de 1920, la brigada local convocó una asamblea para elegir nuevos miembros y reorganizarse. La LPA también comenzó a organizar brigadas en otras localidades de la provincia, como Larroque, donde se vivía un conflicto laboral en un molino harinero. A medida que avanzaba el año, la Liga Patriótica continuó su agresiva campaña contra los trabajadores organizados, al tiempo que intensificaba su influencia en las zonas rurales de Entre Ríos. Así se llega al sangriento 1 de mayo de 1921. La violencia y las confrontaciones continuaron en los meses siguientes y la represión se intensificó en todo el país, particularmente en Entre Ríos, donde la lucha entre los trabajadores y las fuerzas patronales se volvió cada vez más brutal. Como consecuencia, el ritmo de crecimiento sindical y de conflictividad disminuyó considerablemente, lo que marcó un punto de inflexión en la lucha obrera de la región.
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