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» Diario Cordoba
Fecha: 14/03/2025 09:19
BIBIANA SANZ | ADMINISTRATIVA En marzo de 2020 estaba en el último trimestre de embarazo "Recuerdo el miedo... miedo al contagio y sus consecuencias" Bibiana vivió el encierro por la covid-19 embarazada de 6 meses de su primera hija, Ángela, con las correspondientes citas médicas y gestiones logísticas pendientes. "No tenía aún ni la cuna y de repente, se paró todo. Me avisaron de que se anulaban todas las revisiones. La matrona me llamaba por teléfono para ver cómo iba y ya está", recuerda con cierta angustia. "Fue todo muy rápido. Sabíamos lo que estaba pasando en Italia, pero se veía como algo lejano", añade esta madrileña, que hoy espera el que será su segundo hijo, Héctor. La falta de información sobre el virus y las alarmantes cifras de contagios y fallecidos que había en ese momento fueron lo más difícil de llevar para ella. "Realmente tenía miedo. Miedo por mí y por mi bebé. No quería contagiarme... de los nervios que pasaba me costaba muchísimo dormir y hasta me salió un herpes en la cara. Fue horrible", cuenta Bibiana. Esa exposición al contagio provocó altos niveles de estrés en las mujeres embarazadas durante la pandemia. De hecho, tal y como reveló una investigación del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona realizada en 2021, un 59% de las embarazadas desarrollaron ansiedad durante esa primera ola y un 38% presentaron síntomas de depresión, unos porcentajes que representan más del doble de la media de la población general. "Pasamos de pensar que iba a ser como una gripe a ver cómo se descontrolaba todo" El encierro trajo implícita una reducción de la actividad que también tuvo sus consecuencias en su salud física y mental. El sedentarismo y la falta de ejercicio son más perjudiciales en el caso de las mujeres embarazadas, para las que se recomienda la realización de al menos 150 minutos de ejercicio moderado a lo largo de la semana. "Intentaba dar paseos por casa, pero tampoco quería moverme mucho porque tenía miedo de que se me adelantara el parto. Además, más allá de algún tutorial en Youtube, no teníamos demasiada información sobre qué ejercicios que se podía hacer en casa estando embarazada", explica. Según un estudio sobre el impacto del confinamiento por la covid-19 en el bienestar de las embarazadas españolas realizado por investigadores de Medicina y Fisioterapia de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia y de la Universidad italiana de Catania, el tiempo destinado a caminar se redujo un 60% durante el encierro, duplicándose el número de horas que pasaban sentadas. Un hábito poco recomendable para cualquiera, que en el caso de las mujeres que estaban embarazadas durante los meses que duró el confinamiento se prolongó hasta después de dar a luz, dificultando también su recuperación postparto. "Tener que salir o ver a gente, fuera familia o amigos, me preocupaba mucho por miedo al contagio y eso me limitaba. Venían a ver a la niña y me daba miedo hasta abrir la ventana de casa para saludar. Cuando ya empezamos a poder salir, no podía evitar ser estricta en el respeto de las distancias personales y el contacto. Por mí, pero sobre todo por mi hija. Llegué a perder amistades porque no lo entendían", cuenta. Hoy, cinco años después del 14-M, Bibiana disfruta de su segundo embarazo con la tranquilidad que no tuvo en 2020. "Todo es diferente. Poder salir a caminar, poder tomarte un café con una amiga, compartir la experiencia de cerca con mi familia...", concluye con tono alegre sabiendo, entre otras cosas, que esta vez no tendrá que llevar mascarilla durante el parto.
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