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» Diario Cordoba
Fecha: 14/03/2025 13:21
La Audiencia provincial de Córdoba juzgará en junio al acusado de asesinar a un vecino, en un bar del barrio del Santuario de Córdoba, en agosto de 2023. Esta persona se enfrenta a una petición de 13 o 17 años de internamiento en un centro, en función de que su patología mental y el consumo de estupefacientes sean considerados una circunstancia eximente completa o incompleta. En cuanto a lo ocurrido, en su escrito de conclusiones provisionales el Ministerio Fiscal relata que el acusado se hallaba en la terraza del bar La Fuente junto a otra persona, en tanto que la víctima tomaba una consumición en la barra. Testigos de los hechos indicaron días después que ambos se conocían y habían estado cenando juntos el día anterior en este establecimiento. El dueño del local salió a tirar la basura y pidió al encartado que se quedara pendiente del negocio, dado que trabajaba para él ocasionalmente. Así las cosas, el procesado entró en el bar y saludó "amistosamente" a la víctima. Después de esto se dirigió a un salón cerrado al público, cogió un cuchillo de cocina de 16 centímetros de hoja y se dirigió a la víctima, asestándole puñaladas en el abdomen, el cuello y el tórax. El perjudicado cayó al suelo, "donde indefenso, fue recibiendo más puñaladas en diversas partes del cuerpo, principalmente, en tórax, cuello, cabeza y cara durante algo menos de tres minutos". Una de estas puñaladas "se la clavó por la espalda, estando sentado en el suelo, a modo de estocada". "Ya he terminado, llama a la Policía" Al escuchar el alboroto, algunos clientes que estaban en la terraza entraron y pidieron al acusado que cesara la agresión. "Incluso un cliente le lanzó una silla". Testigos comentaron que, al parecer, el encartado relacionó su agresión con una supuesta agresión sexual sufrida por parte de la víctima. Cuando el dueño del bar le exigió que parara, el encartado le respondió: "Ya he terminado, llama a la Policía", y se marchó al cuarto de baño, donde permaneció hasta que llegaron los agentes. El Ministerio Fiscal entiende que existió "una relación de causalidad psíquica entre el trastorno y los hechos, que pudo precipitarse por el abandono de la medicación y el consumo de sustancias tóxicas". En esta línea, detalla que el acusado padece un trastorno de ideas delirantes con delirio de persecución, así como un trastorno de consumo de cocaína y cannabis. En cuanto al delito que supuestamente cometió, señala que se trata de un asesinato con alevosía.
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