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Parana » InfoParana
Fecha: 12/03/2025 22:33
En la mitología griega, Sísifo era el rey de la Ciudad de Corinto. Su astucia y su inteligencia habían provocado la ira de los dioses, entonces estos le hicieron primero perder la visión. Luego de varias hazañas y rebeldías de su parte, recibe el castigo de cargar eternamente una roca hasta la cima de una montaña viendo cómo cae, teniendo que volver a levantarla, esto una y otra vez, indefinidamente, eternamente. Sísifo representa con claridad la metáfora del esfuerzo inútil del hombre, y la desagradable sensación de que lo vivido se repite una y otra vez ¿Y que tendría esto que ver con lo que nos pasa a los entrerrianos hace, parece, una eternidad? ¿Cuantas décadas han transcurrido, viendo cómo, sin solución de continuidad, nuestros gobernantes y funcionarios nos sumergen en las consecuencias de una política económica y social repetida, asqueante, mediocre y decadente? Igual que Sísifo, condenados a vivir sin interrupciones lo mismo. Veamos: nuestros gobernadores se han dedicado, hace mucho, hace demasiado, a “pagar sueldos”, y han visto que haciendo esto, mantienen calmos a los más de 90.000 empleados del Estado entrerriano, y con ellos a sus familias. El precursor de este modelo fue Jorge Pedro Busti, y sus continuadores advirtieron los beneficios de seguir la misma senda. Pero, como todo lo “bueno” tiene un final, es evidente que esto se agotó, finalizó, durante el segundo mandato de Bordet. Este fenómeno, también explica que un foráneo, como Rogelio Frigerio haya podido acceder al cargo de gobernador de la provincia de Entre Ríos. La consecuencia de esta sola acción, “pagar los sueldos”, es una tensa calma, mientras tanto conservan el poder. Pero cuidado, insistimos, el modelo está absolutamente agotado, pretender re-editarlo, la incomprensión de este hecho, puede llevar a otro fuerte traspié a quien hoy atesora los votos. Su contrapartida es la inmovilidad, la inacción, el “hacer la plancha”. Incontables obras prioritarias, impostergables han sido cajoneadas, hasta que el polvo oculto los proyectos. Impuesto el olvido, sobreviene los actos inútiles, la gestión híbrida, “pasen tres vehículos para allá, y este archivo para acá”. Dentro de este mundo ficticio, improductivo, caro en término de impuestos y costos para todos los ciudadanos entrerrianos, crece la burocracia ahora barnizada de tecnología y menos papel, en efecto, la burocracia se defiende a sí misma, de miles de formas. Una provincia que no puede ni debe demorar su puesta en marcha, observa incrédula, la aparición de altos funcionarios en redes y en tic-toks pretendiendo ser simpáticos. Represas, puentes, caminos, tendidos eléctricos, infraestructura y logística deben comenzarse ya mismo, junto con una política energética coherente con la realidad de que los entrerrianos somos generadores de energía eléctrica, ponerla al servicio de la producción y los consumidores, los capitales de financiación están disponibles y deben gestionarse sin demora, la propia dinámica económica generará los recursos para amortizar la deuda. La provincia de Entre Ríos no debe resignarse al atraso, nuestra provincia ocupó históricamente un lugar de privilegio destacado dentro de nuestra Nación, hoy fue superada y relegada por sus provincias vecinas y condenada a observar cómo, una y otra vez, (como Sísifo), nuestros gobernantes dejan pasar oportunidades de tomar otro camino distinto, el del progreso, dedicándose como decimos solamente a “pagar sueldos”, responsabilizando cuando no a la herencia recibida, a la corrupción pasada y a la situación económica que ellos mismos contribuyen a perpetuar de lo que no hacen. Quienes esperan que después de una etapa de ordenamiento y saneamiento financiero de la provincia venga el tiempo del crecimiento y el desarrollo, y lo hacen de buena fe, cierran sus ojos ante las experiencias históricas, porque un proceso de inversión, crecimiento y desarrollo no es un hecho al que se le pueda asignar una fecha de iniciación y finalización, porque estos procesos tienen su base en la acumulación de capital y la inversión en los sectores más reproductivos de la economía. Y este gobierno provincial, es una gestión que impide la inversión reproductiva, apostando una vez más, (como Sísifo), a la primarización de la economía, y con una mirada exportadora de nuestra materia prima, en vez de elaborarla dentro de nuestra frontera provincial, generando trabajo y salario. Deliberadamente la política fiscal e impositiva tiende a absorver los escasos ya recursos de nuestras empresas y nuestra población, declinando las posibilidades de inversión y de consumo, claramente lo muestran así, los últimos leoninos aumentos de los impuestos provinciales, y consecuentemente la caída de la recaudación, junto con el precio de las tarifas eléctricas y de servicios públicos. Mientras no exista un cambio de rumbo total este gobierno que ha consumido más del 25% de su período, pone en serias dudas su legalidad, y se aleja día a día de sus etéreas promesas electorales y lo que está llevando a cabo. Por estas razones es que, existe la posibilidad de una nueva reversión al pasado, porque la población entrerriana no es tonta, cuestiona y se cuestiona si antes no estábamos mejor, y esto es una consecuencia lógica de quienes no construyen el porvenir, con oportunidades, empleo, salario y capacidad de consumo..
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