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» Diario Cordoba
Fecha: 13/03/2025 04:06
Con el aumento del gasto militar como argumento de peso, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se reunirán este jueves después de un año y tres meses sin hablar cara a cara. La última vez que se vieron, el presidente del Gobierno acababa de ser investido y el líder de la oposición empezaba a capitalizar en las encuestas el rechazo a los pactos del PSOE con ERC y Junts con una mayoría con Vox que se ha fortalecido con el paso de la legislatura, de forma paralela al desgaste paulatino de los socios del Gobierno. La primera entrega del año de la Encuesta Política de España del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para Prensa Ibérica refleja tres cambios respecto a diciembre: una ligera recuperación del PP, pese a la crisis que rodea a su barón valenciano, Carlos Mazón; el estancamiento de Vox, pese a la ola trumpista global; y la caída paralela de los dos socios del Gobierno, PSOE y Sumar, que contribuye a afianzar el vuelco electoral sondeo tras sondeo. Hay que tener en cuenta que en un año sin elecciones, como parece que puede ser el actual, las tendencias de voto suelen moverse menos que cuando el electorado está activado por la cercanía de unos comicios. De ahí que la política española lleve todo este curso con los bloques de derecha e izquierda muy estables y con mínimos trasvases del uno al otro. El PP ganaría ahora las elecciones con el 32,1% de los votos y 139-143 escaños (hoy tiene 137), lo que representa un punto y cuatro escaños más que en el último barómetro de 2024, elaborado justo después de la tragedia de la dana en la Comunitat Valenciana. El PSOE se quedaría en el 27% de los sufragios y 114-118 diputados (ahora tiene 121), con lo que ha perdido los 1,3 puntos que recuperó en diciembre e iguala el peor registro de la legislatura que cosechó en septiembre del año pasado. La ventaja de Feijóo sobre Sánchez se ha casi duplicado en estos tres meses, pasando de 2,8 a 5,1 puntos. Curiosamente, PP y PSOE descenderían en porcentaje de voto respecto a las elecciones de 2023, pero los populares arañan nuevos escaños porque su rival por la derecha, Vox, rompe una racha de tres encuestas consecutivas al alza y retrocede tres décimas, situándose en el 14,6% de las papeletas y repitiendo la horquilla de 45-49 escaños de hace tres meses. Con todo, la de Santiago Abascal sería la única de las principales fuerzas que mejoraría el resultado que obtuvo en las urnas. Mientras tanto, la debilidad del bloque de la izquierda se agrava porque por primera vez bajan las tres formaciones: PSOE, Sumar y Podemos. La coalición de Yolanda Díaz se anota la tercera caída consecutiva y se quedaría en el 7,5% de los votos y 11-13 diputados, medio punto y dos diputados menos que en diciembre. Podemos se dejaría dos décimas y lograría el 3,3% de los sufragios y 3-4 parlamentarios. El trabajo de campo se elaboró a partir de 1.000 entrevistas del 3 al 6 de marzo, por lo que coincidió de lleno con el acuerdo entre el PSOE y Junts para traspasar a Catalunya competencias en inmigración, y se realizó con el trasfondo de los terremotos desatados por el presidente de EEUU, Donald Trump, con los aranceles y su alineamiento con Rusia en la guerra de Ucrania. En este contexto, la mayoría absoluta del bloque conservador se auparía hasta los 184-192 diputados, el listón más alto de la legislatura, mientras que la suma de PSOE y Sumar se quedaría en 125-131 escaños, el dato más bajo desde las elecciones. No habría alternativa posible que desbancase a Feijóo, pero el líder del PP tampoco tendría otra alternativa al apoyo de los ultras, pues no le valdría con su abstención. El trasvase de voto en el bloque de la derecha favorece en esta ocasión al PP. La fidelidad a los populares ha subido cinco puntos y vuelve a superar el 70% (71,7%), pero el partido no logra taponar las fugas hacia su derecha y uno de cada 10 votantes de Feijóo en 2023 elegirían ahora la papeleta de Abascal. Aunque Vox también retiene a siete de cada 10 electores, las pérdidas hacia el PP (6,9%) y Se Acabó la Fiesta (10,4%) han crecido dos puntos en cada caso desde diciembre. La marca de Alvise Pérez seguiría a las puertas de conseguir un escaño por Madrid tras sumar dos décimas en los últimos tres meses y llegar al 2,5% de los votos. A los socios del Gobierno, por su parte, les penalizan dos factores: la fragmentación del voto (Sumar y Podemos lograrían por separado la mitad de la representación que obtuvieron juntos en las urnas) y la creciente indecisión del electorado progresista. La fidelidad de voto a Sánchez cae 5,6 puntos desde diciembre (61,2%), pero su principal trasvase ya no es hacia el PP (6,6%, 1,7 puntos menos) ni hacia Sumar (3,4%, cuatro décimas menos), sino hacia la indecisión. Uno de cada 10 votantes del PSOE en 2023 se declaran ahora indecisos, dos puntos y medio más que hace tres meses. Sí ha aumentado, curiosamente, la fuga del PSOE hacia Vox (2,3%, 1,7 puntos más). Una sangría que parece imparable es la de Sumar. Solo cuatro de cada 10 votantes de Díaz escogerían hoy la misma papeleta (39,9%), 3,3 puntos menos que en diciembre, 15 puntos menos que hace un año y 33 puntos menos que a finales de 2023. La fuga de votos hacia Podemos ha subido un punto y medio (22,4%), mientras que el trasvase hacia el PSOE se ha reducido un punto (10,8%). Como le sucede a los socialistas, la indecisión en el caladero de Sumar ha crecido 6,6 puntos en tres meses (13,5%). En cuanto a la pugna entre ERC y Junts, el pacto con el PSOE sobre las competencias de inmigración no parece revertir tampoco en beneficio de Carles Puigdemont, dado que los republicanos elevan de dos a cuatro décimas su ventaja sobre los posconvergentes. El actual empate a 7 escaños podría romperse a favor de Esquerra, que se movería en los 7-8 diputados frente a los 6-7 parlamentarios de JxCat. La fidelidad de voto a ambos partidos ha bajado y pivota alrededor del 60% en los dos caladeros, y aunque ERC ya atrae a uno de cada 10 votantes de Junts, también es la formación que tiene más indecisos (23%). La desazón ciudadana con los políticos sigue siendo pronunciada. Sánchez y Díaz obtienen las valoraciones más bajas en dos años (3,6 y 3,8 respectivamente), mientras que Feijóo se mantiene en 3,5 sin superar al presidente. Solo los votantes de Vox otorgan un notable a su líder, mientras que el resto de los electorados califican a los suyos con un aprobado. Sánchez recibe el respaldo de la izquierda y los independentistas, mientras que Feijóo obtiene un 3,5 entre los votantes de Vox y un 5,7 entre los del PP, dos décimas menos que hace tres meses. Sánchez sigue siendo el preferido como presidente con un 24,6% y sube medio punto respecto a diciembre, pero Feijóo, después de tres encuestas consecutivas en descenso, revierte la tendencia y sube del 18,3% al 19,5%, reduciendo a cinco puntos la distancia. Las preferencias por Abascal se sitúan en el punto más alto de la legislatura (10,7%) y las de Díaz, en el más bajo (11,4%). No obstante, el dato más destacable es que uno de cada cuatro españoles (25,5%) no prefiere a ninguno de los cuatro principales líderes para dirigir el Gobierno. La fidelidad de los votantes socialistas hacia Sánchez aumenta ligeramente, aunque sigue por debajo del 60%. En cambio, el apoyo de los votantes del PP a Feijóo se eleva hasta el 66,3%, mientras que el respaldo del electorado de Vox a Abascal retrocede del 75,6% al 67,6%. Díaz recibe el apoyo de la mitad de su electorado. Desde diciembre, el pesimismo sobre el futuro del país continúa aumentando, pasando del 60% al 63,2%. Este sentimiento es especialmente alto entre los más jóvenes, los votantes de Vox (91,9%) y PP (80,2%), mientras que en el PSOE y Sumar la opinión está más dividida. En paralelo, la valoración de la gestión del Gobierno sigue en sus valores más bajos, con un 55,8% de suspensos. Las críticas son más intensas en Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunitat Valenciana, mientras que en Catalunya, el País Vasco y Castilla y León la desaprobación no llega al 50%.
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