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» Diario Cordoba
Fecha: 11/03/2025 22:33
La primera ronda de conversaciones entre Estados Unidos y Ucrania para tratar de encontrar una solución al conflicto que desangra al país eslavo desde hace tres años ha concluido este martes en Arabia Saudí con un notable resultado para los intereses ucranianos. En un comunicado conjunto de las dos delegaciones, Washington ha anunciado que reanudará "inmediatamente" la ayuda militar y la cooperación en inteligencia con Ucrania, ambas suspendidas la semana pasada a raíz del sonado desencuentro que mantuvieron Donald Trump y Volodímir Zelenski a finales de febrero en el Despacho Oval. El comunicado añade que Kiev ha aceptado un alto el fuego inmediato de 30 días, a expensas de la respuesta rusa. "Ahora la pelota está en el tejado ruso", ha dicho el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. La delegación ucraniana llegó a la cita con ganas de demostrar su predisposición a un acuerdo, después de que Trump haya acusado a Kiev de lo contrario, y solo unas horas después de que su Ejército lanzara el mayor ataque aéreo sobre territorio ruso desde el inicio de la invasión. Y se irá de Yeda con la bolsa llena. Principalmente porque ha logrado que la Casa Blanca se comprometa a reanudar de inmediato la ayuda militar y la cooperación en inteligencia, dos factores clave para que sus militares puedan aguantar en el frente. Pero también por un alto el fuego que traslada toda la presión al Kremlin, después del ánimo celebratorio con que se ha vivido allí el acercamiento de Washington a sus posturas. De acuerdo con el presidente ucraniano, la tregua de 30 días propuesta por los estadounidenses afecta tanto a las operaciones navales en el mar Negro como a toda la línea del frente. "Ucrania acepta esta propuesta. La consideramos positiva y estamos dispuestos a dar el paso", dijo Volodímir Zelenski a la conclusión de la larga reunión en la ciudad costera saudí. Esa tregua es muy similar a la que propuso Ucrania en las horas previas a la cumbre, aunque su propuesta se ceñía al combate naval y a los ataques aéreos. "EEUU comunicará a Rusia que su reciprocidad es la clave para alcanzar la paz", sostiene el comunicado de las dos delegaciones, donde se subraya que la implementación del alto el fuego dependerá de la respuesta del Kremlin. Gestos humanitarios De llegar a implementarse, lo que sería un hito sin precedentes en más de tres años de guerra sin cuartel, Washington aspira a introducir en la coctelera gestos humanitarios para generar confianza entre las partes. Concretamente, el comunicado habla de incluir durante esos 30 días intercambios de prisioneros, la liberación de civiles detenidos y el retorno de los niños ucranianos forzosamente transferidos a Rusia por las tropas ocupantes. El documento señala también que ambas delegaciones, presididas por sus responsables de Exteriores, han acordado "nombrar equipos negociadores e iniciar inmediatamente negociaciones para una paz duradera que proporcione seguridad a largo plazo para Ucrania". Un lenguaje del que algunos ucranianos se habían despedido, después de las medidas de presión punitivas de la Administración Trump, que en ningún momento ha ofrecido garantías de seguridad a Kiev. De hecho el ánimo en la capital ucraniana era a principios de la jornada bastante más pesimista del resultado obtenido por sus diplomáticos. "Las expectativas de la reunión son muy bajas, dado la concepción tan extraña que tiene la Administración Trump para acabar con la guerra", aseguró a este diario durante la jornada Oleksiy Melnick, codirector del Razumkov Center, un laboratorio de ideas con sede en Kiev. "Nos conformaríamos con una normalización de las relaciones. O dicho de otra forma, que cese la retórica y las acciones hostiles contra Ucrania". Antes de aterrizar en Arabia Saudí, el secretario de Estado estadounidense había reiterado que Ucrania tendrá que hacer concesiones territoriales para acabar con la guerra. "Lo más importante es que nos vayamos de allí con la convicción de que Ucrania está preparada para hacer cosas, las mismas que tendrán que hacer los rusos, para acabar con este conflicto o al menos pausarlo de un modo u otro", dijo Rubio. Mayor ataque aéreo sobre Rusia Sin tregua por el momento en el frente, Ucrania quiso demostrar la víspera de la reunión que es muy capaz de golpear en el corazón de la Rusia de Vladímir Putin. Durante la madrugada lanzó una lluvia de drones sobre Moscú y otras nueve provincias rusas que mataron a tres personas e hirieron al menos a una veintena. De acuerdo con las autoridades rusas, 343 aeronaves no tripuladas fueron interceptadas, casi un centenar de ellas sobre los cielos de la capital. Distintas imágenes demuestran, sin embargo, que algunos de esos drones golpearon instalaciones civiles como edificios de apartamentos o un aparcamiento. A lo que hay que sumar otras "instalaciones estratégicas involucradas en la agresión armada contra Ucrania", según un comunicado de sus fuerzas armadas ucranianas. Desde una refinería de petróleo a las afueras de Moscú a un centro de control del oleoducto Druzhba en la región de Oryol. Este último ataque afectó al suministro en Hungría, que quedó interrumpido. El Gobierno de Viktor Orban describió el incidente como "inaceptable", mientras que el Ministerio de Exteriores ruso dijo que el ataque demuestra que "el régimen de Zelenski no tiene ninguna voluntad de paz". "En términos políticos, el ataque ha querido demostrar que Ucrania puede lanzar esta clase de ofensivas sobre territorio ruso, por lo que el alto el fuego debería interesar a las dos partes. No hablamos de una tregua en el frente, sino de los ataques en el interior de los dos países", asegura Melnick. Las salvas aéreas de Kiev se cruzaron con los rutinarios misiles balísticos y drones rusos, que mataron a una persona e hirieron a otras 18, según las autoridades ucranianas. La reunión a dos bandas en Arabia Saudí se produjo después de que los diplomáticos estadounidenses mantuvieran dos encuentros previos con su contraparte rusa. La primera en Riad y la segunda en Estambul. Esa comunicación se mantendrá en los próximos días. De acuerdo con varios medios estadounidenses, el negociador de cabecera de Trump, Steve Witkoff, viajará esta semana a Rusia para proseguir con los contactos sobre Ucrania. Esta vez, posiblemente, para trasladar al Kremlin la oferta de alto el fuego. Una oferta que servirá, en un sentido u otro, para que Moscú se retrate.
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