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Chajari » Tal Cual Chajari
Fecha: 08/03/2025 23:01
Un nuevo 8 de marzo se planta en el calendario para exponer con crudeza las consecuencias de la implementación de un modelo neocolonial, que profundiza la injusticia, la desigualdad y la destrucción de derechos. Cuando esta nota se publique, estaremos comenzando el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En este contexto, lejos de lo violento que pueda sonar un “feliz día” probablemente ingenuo, es una fecha que nos demanda reflexión colectiva urgente, porque con cada día que pasa, se acumula un poco más de injusticia, desigualdad y violencia que recae sobre nuestros cuerpos cansados y precarizados. Algunas estadísticas globales Un informe recientemente publicado por OXFAM, al cumplirse 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, describe el fracaso de los Estados en el cumplimiento de los compromisos y objetivos allí acordados. “Distintos actores de derechas, religiosos y conservadores están aprovechando las continuas crisis para intentar reorientar el poder estatal a favor de la consolidación de los sistemas racistas, sexistas y basados en el lucro, que benefician a los más ricos y favorecen a los hombres” destaca el resumen ejecutivo del informe De lo personal al poder de lo colectivo, donde además se advierte sobre la amenaza permanente de echar por tierra los logros obtenidos a partir de la lucha y el activismo del feminismo durante los últimos años. Un dato catastrófico es el aumento y concentración que protagonizó la riqueza de los milmillonarios del mundo en el año 2024. Tan exponencial es este crecimiento que, de mantenerse esta tendencia, se prevé que para 2035 habría cinco (5) billonarios en todo el planeta. Se trata de “un sistema de extracción de riqueza del sur global hacia el 1% más rico del norte global”, plantean. Y esto acarrea la gestión de la crisis como el capitalismo acostumbra hacer: ajuste económico que impacta directamente sobre el trabajo, la salud, la protección social, la educación, los derechos y la vida cotidiana de millones de personas. ¿Y en Argentina? Nuestro país no es la excepción en los acontecimientos globales. No solo reproduce estas tendencias a escala local sino que, en la disputa geopolítica, implementa al pie de la letra un modelo al servicio de los intereses de los Estados Unidos. A partir del experimento de construir a Javier Milei como candidato y, desde hace un poco más de un año como presidente, asistimos al deterioro diario y estrepitoso de nuestras condiciones de vida. El sacrificio de millones de mujeres, niños, viejos, pobres, trabajadores y excluidos al servicio de un selecto grupo de corporaciones y ricos. A esto se suma que el propio presidente de la Nación promueve discursos y acciones de odio, habilitando mayores niveles de violencia: en lo que va de este año, hubo 52 femicidios en Argentina. 1 cada 27 horas. El 19% de las víctimas había realizado al menos una denuncia y el 15% tenía medidas de protección. Tras el discurso en Davos, se registró un aumento de los casos de persecución, hostigamiento y ataques lesboodiantes.[1] En este contexto, la cocina de los cuidados -un espacio intersectorial y transversal- se ocupa de registrar, sistematizar y producir información respecto del impacto del ajuste en las políticas de cuidado que se habían logrado de manera incipiente en nuestro país. En su cuarto informe[2], señalan que el 90% de las políticas de cuidado fueron recortadas, derogadas, desmanteladas o están en riesgo. Es decir, hoy solo hay vigente 5 de las 50 que existían hasta diciembre de 2023. Entre los principales datos, se advierte sobre la brecha de ingresos de ocupación entre varones y mujeres: se registró la tasa más alta de los últimos seis años en el mismo trimestre (pasó del 21 al 26,3%). Respecto de la caída salarial real, se registró que en las trabajadoras comunitarias fue del 54%, docentes del 29% y trabajadoras de casas particulares el 22%. 1 millón de niños y niñas han quedado sin asignación familiar durante este primer año de gestión libertaria, por recortes en topes de ingreso y despidos masivos. En tanto que el plan de los 1000 días perdió integralidad dado que se recortó la entrega de insumos para cuidados durante el embarazo y el primer año del binomio madre-niñx en las provincias. Nuestros viejos y viejas tienen hoy los medicamentos más caros y ya no cuentan con subsidios por cuidados. El plan de moratoria con el que se había jubilado el 78% de las mujeres y el 44% de los varones, está por vencer (el 23 de marzo) y no será renovado. A eso se suma que el reconocimiento previsional de cuidado (1 año por cada hijo) no será relevante en el índice, puesto que solo el 23% de las mujeres que hoy tienen 60 años cuentan con más de 25 años de aportes jubilatorios. La población travesti-trans está completamente desprotegida: se discontinuó el programa de acompañamiento y también retrocedió el cupo laboral en el Estado. En enero de este año, por decreto, se prohibieron los tratamientos de hormonización e intervenciones quirúrgicas a menores de 18 años, a pesar de que la ley reconoce la autonomía progresiva de adolescentes. Este 8 de marzo, en el marco del Paro Internacional de Mujeres, habrá actividades y marchas en Argentina y el mundo. Inmersas en un contexto marcado por una fuerte crisis representativa e institucional, en el que la democracia tal como la conocemos ya no brinda respuestas suficientes; y frente a un gobierno nacional que sigue endeudándonos, extrayendo nuestros recursos para venderlos al mejor postor a costa del padecimiento popular, seguiremos oponiendo resistencia y tejiendo lazos de comunidad que nos permitan hacerle frente a este modelo. Es un día de lucha y encuentro. Seremos llama que arde. Un fuego que más temprano que tarde, encenderá esperanza y nos animará a reescribir la historia con ese futuro que soñamos hace mucho tiempo.
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