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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 25/02/2025 15:04
El Tribunal de Goya condenó a 12 años de prisión a Leonardo Cositorto, el fundador de Generación Zoe, por los delitos de estafa y asociación ilícita en la provincia de Corrientes. El viernes los jueces Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte ya lo habían declarado culpable. Este martes, el Tribunal, además, sentenció a sus socios, Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista y Lucas Damián Camelino a 8 años de cárcel. Si bien la condena no quedó firme, y las defensas de los imputados pueden apelar el fallo ante Casación, Cositorto deberá volver a la prisión de Bower, en Córdoba, donde estaba detenido antes de que comenzara el juicio. Esto se debe a que el acusado tiene que afrontar otros procesos penales, entre ellos la causa madre contra Generación Zoe, que tramita en la Justicia de Villa María, ante la fiscal Juliana Companys. Llanto, pedido de disculpas y justificación En sus últimas palabras, antes de escuchar la pena por estafa y asociación ilícita, Cositorto se mostró conmocionado y entre lágrimas expresó: “Nunca tuvimos la intención de estafar a nadie”. En primer lugar, el líder de Generación Zoe se disculpó con el juez Ricardo Carabajal por el exabrupto que tuvo el viernes, cuando fue condenado, y le gritó al Tribunal en reiteradas oportunidades. Es por eso que mientras explicaba los motivos de su enojo, aclaró: “No me levanté en contra de la autoridad, me levanté contra la corrupción, la coima, el soborno y la mentira”, sumó ahora. Ante esto, hizo un anuncio: “Por eso voy a entrar como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires si, claramente, los políticos me lo dejan”, agregó sobre de su futuro. El líder de Generación Zoe también pidió que haya una “justicia independiente” y que lo restituyan a una “institución justa” que tenga contemplación por él y sus socios. “Nosotros de acá no nos llevamos ningún dinero”, dijo e insistió sobre su inocencia. “Le pido por favor que sea justo con todas las personas que han sido maltratadas, hemos sufrido en prisión, no se nos respetó nunca. No me han dejado ver ni siquiera con una persona a través de un escritorio, me han llevado a ocho cárceles y he sufrido hasta torturas, cosa que ni siquiera le ha importado a muchas personas”, reclamó. Sobre el final, Cositorto manifestó: “Jamás tuvimos la intención de estafar a nadie, siempre pensamos en grande, pero siempre nos mantuvimos sencillos, estudiando”, sumó acerca del accionar por el que fueron condenados él y sus socios. “Ayudamos a la gente, jamás vinimos acá a quitarle la plata a la gente de Goya, ni mucho menos”, agregó entre lágrimas. Como conclusión, completó: “Nos han quitado del mercado, lo acepto, a veces hay que saber perder para ganar, y a veces hace bien perder. Está en las manos de ustedes, yo como creyente voy a esperar la justicia de Dios por encima de la justicia de los humanos”. Condena y escándalo El viernes, después de escuchar la decisión del Tribunal, el CEO de Generación Zoe tuvo que ser retirado de la sala de audiencias, con las esposas puestas, tras un duro cruce que tuvo con los magistrados que lo condenaron. “Está mintiendo. Es una vergüenza. ¡Ustedes están comprados!“, les gritó el empresario desde el banquillo de los acusados, e insistió en su inocencia: “Nunca hubo una pirámide, es una estupidez lo del ponzi”. A todo esto, el juez Carabajal tomó el micrófono y le reclamó a los policías que lo estaban custodiando: “¡Pónganle las esposas y sáquenlo de la sala!”. Tras varias interrupciones por parte de Cositorto, el juez Carabajal ordenó sacarlo de la sala. (Video: Fuente TN) Si bien la condena no quedó firme, y las defensas de los imputados pueden apelar el fallo ante Casación, Cositorto deberá volver a la prisión de Bower, en Córdoba, donde estaba detenido antes de que comenzara el juicio. Esto se debe a que el acusado tiene que afrontar otros procesos penales, entre ellos la causa madre contra Generación Zoe, que tramita en la Justicia de Villa María, ante la fiscal Juliana Companys. El primer juicio contra Cositorto El juicio en Corrientes contra Generación Zoe se centró en un esquema de estafa piramidal que, según la Justicia, estuvo encabezado por Cositorto. Los 98 denunciantes que llevaron al empresario a la cárcel sostienen que la organización les prometía altos rendimientos económicos a cambio de dinero, pero no cumplió con sus promesas, dejándolos sin respuesta. Durante el juicio, la fiscalía, representada por Rubén Barry y María Eugenia Ballará, presentó distintas pruebas para demostrar que los acusados habían planificado y ejecutado una estafa a gran escala, utilizando el mundo de las criptomonedas y el auge del coaching financiero como pantalla para atraer inversores. Los funcionarios explicaron que Generación Zoe no era más que una “fachada” que permitió a los imputados cometer delitos de estafa reiterada y asociarse ilícitamente para lucrar a costa de quienes confiaron en sus promesas. Durante el juicio, el abogado querellante, Pablo Andrés Fleitas, reforzó estos argumentos y pidió que todos los acusados fueran condenados por los delitos de asociación ilícita y estafa continuada. Fleitas explicó que las víctimas fueron engañadas con planes de ganancias falsas y promovidas mediante promociones mensuales, que servían como carnada para atraer más inversores. La defensa, en cambio, rechazó las acusaciones y argumentó que no se había probado ninguna de las imputaciones. Cositorto se defendió señalando que el proceso judicial había carecido de pruebas concretas, como pericias contables sobre las empresas que manejaba, y criticó tanto a la fiscalía como a la querella por no haber logrado definir a los damnificados ni los montos involucrados en la estafa. El imputado aseguró que lo que ocurrió fue un “incumplimiento de contrato”, algo que habría sido impulsado por la intervención de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que en su momento bloqueó fondos e intervino en la organización.
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