Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Lily Sosa de Newton: sororidad

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 25/02/2025 12:04

    Por Alicia Migliore (*) Aspiraba a ser filósofa, por mandato paterno fue maestra. Lectora incansable, de la mano de Virginia Wolf descubrió una puerta para hacer ingresar a las mujeres a la memoria social, sin advertir que ella misma lograba ocupar un lugar destacado en la historia. Es preciso aportar datos de Lily Sosa de Newton. Nacida en Morón el 24 de octubre de 1920, murió en Ciudadela el 14 de mayo de 2017. Longeva y prolífica, se definía a sí misma como “una mujer, como tantas otras, que escribe”. En sus publicaciones usó siempre su apellido de casada, por considerar maestro y mentor a su marido Jorge Newton, además del mandato social imperante. Gracias a la gestión de mi hija cuento con un ejemplar del Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas, editado por Plus Ultra, 2ª Edición, Aumentado y Actualizado, en 1980 con una tirada de tres mil ejemplares. Muchos señaladores indican que es material de consulta recurrente. El trabajo de la autora es un trabajo monumental que sólo puede dimensionarse si se analiza la intención, la oportunidad y el resultado. Me refiero a la intención que la autora manifiesta en su introducción: “(…) mostrar una realidad, desconocida en muchos casos, un existir de la mujer, que trasciende a través obras, conductas, actitudes que la singularizan, integrándola a la vez con el mundo masculino en forma fecunda y armoniosa, porque entiende que todas estas almas individuales forman el alma colectiva de la nacionalidad y deben ser apreciadas, imitadas o, por lo menos comprendidas”. Tan ambiciosa como generosa, se propuso visibilizar mujeres fallecidas y otras con vida, con las dificultades propias de cada caso que ella señala en su texto “(…) no siempre se pudo obtener toda la información que conforma una completa biografía, especialmente en lo que se refiere a mujeres del pasado, ya que nadie se había preocupado por consignarla (…) la inclusión de las contemporáneas daría un mayor relieve al conjunto, ya que podría apreciarse en forma global la evolución de la mujer argentina a través del tiempo (…) la información fue brindada por ellas mismas(…)”. Ésta es la magnífica intención que la autora logra plasmar con éxito, en un tiempo de trabajo en soledad, sin tecnología, redes, ni computadora. A pura ficha, recortes de diarios y revistas, libros, teléfono y la máquina de escribir que compartía con su marido. Una oportunidad dificultosa que zanja con dedicación, método y férrea convicción. El resultado es un trabajo meticuloso, abarcativo, objetivo y sin parangón con otra publicación. No encuentro los adjetivos necesarios para expresar la admiración que me provoca. Lily refiere que accede a los libros de Virginia Wolf por una mujer, Nina del Signore de Lazarte, que le obsequia Tres Guineas y Un cuarto propio. La situación de las mujeres en Inglaterra la conmueve y decide investigar la situación de las mujeres en nuestro país, con sus jóvenes 20 años. Aunque su deslumbramiento se lo provoca la lectura de El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, cuando preparaba su primer ensayo. A ella adjudica el enfoque histórico y filosófico válido para todos los países y épocas que le permitió comprender muchos puntos oscuros. Intrigada por encontrar los primeros testimonios de las inquietudes intelectuales femeninas, logra concluir un ensayo en 1966 que publica al año siguiente con el título Las argentinas de ayer y de hoy. Ha trabajado por más de 25 años y la crítica la pondera. La Sociedad Argentina de Escritores le otorga la Faja de Honor. Pero este trabajo será la simiente que le permitirá abordar la gran obra a que hacemos referencia. El Diccionario fue publicado en 1972, en Madrid, Sevilla y Barcelona por la gráfica Bartolomé U. Chiesino. En 1980, la Editorial Plus Ultra lo publica en nuestro país. En la misma temática publica Las mujeres argentinas, Narradoras argentinas de 1852 a 1932 y Las Protagonistas en 1992, 1995 y 1999, respectivamente, todos trabajos en Editorial Plus Ultra y Las argentinas y su historia, en 2007, publicado por Feminaria Editora. Sin dudar, afirmamos que su obra cumbre es el Diccionario biográfico de mujeres argentinas que ha sido reeditado en varias oportunidades, aunque recibió distinciones por otras publicaciones. De los premios con los que fue honrada señalamos la Distinción de la “Fundación Alicia Moreau de Justo”, en 1994, por rescatar para la historia la memoria de las mujeres. La mención de Honor Premio “Ricardo Rojas” de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, en 1995, por Narradoras argentinas. La mención 8 de Marzo “Margarita de Ponce”, en 2001, por la Unión de Mujeres de la Argentina. La distinción como “Personalidad Destacada de la Cultura”, otorgada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en 2004. Trébol de Plata del Rotary Club Internacional, Comité Ruedas femeninas en 2007. La declaración de Ciudadana Ilustre de Morón en 2008. La declaración de “Mayor Destacada” otorgada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 2012. Su larga vida le permitió ser testigo y protagonista de la historia argentina, desde su nacimiento en 1920 hasta su fallecimiento en 2017. Privilegiada observadora, casada con Jorge Newton, periodista, escritor e historiador argentino, vinculado a los círculos de poder, recorrió el país y el mundo. Es posible leer en redes la exquisita entrevista realizada por Lucía de Leone y Ana Laura Martín en 2009, donde Lily se explaya sobre su vida, su relación conyugal, el feminismo, Paula Albarracín de Sarmiento, Eva Duarte, Victoria Ocampo, Virginia Wolf, el exilio en Venezuela luego de la revolución libertadora, Perón, Isabelita, López Rega, Botana. Vale la pena dedicar tiempo a su lectura para advertir su sencillez y su valentía, próxima a cumplir 90 años responde con frescura y sin pudores. Elijo señalar un aspecto que sigue en discusión en la actualidad, aunque resulte increíble. Cuando se le interroga en la entrevista sobre el sueldo que percibía en la editorial Plus Ultra donde trabajaba como “(…) correctora de las pruebas de galera de los libros que publicaban, escribía algún prólogo o las solapas y organizaba las presentaciones… el sueldo no era nada bueno. Yo cobraba menos que lo que le pagaban al señor que se ocupaba del depósito de libros. Lo que pasa es que yo era mujer (…)”. Cuando le preguntan si pudo vivir de esta profesión (de escritora) responde claramente: “Lo que se llama vivir, no. Porque no tengo criterio comercial, economicista. En este sentido soy un desastre. Lo que pasa es que es una profesión que no se considera mucho. Por ejemplo, me invitan a dar muchas conferencias pero por las que me pagan son mínimas. Siempre me invitan a la Universidad Maimónides, que es una gente riquísima, tienen una universidad fabulosa, un edificio, mucha gente, muchos alumnos. Me pagan sólo un remís para ir y volver, y porque se los pido. En colectivo, a esta altura de mi vida, no voy a ir (…)”. Creo que nada puedo agregar, para el cierre de esta nota, a este pensamiento de Lily: “(…) la diferencia que se hace con muchas mujeres y la falta de libertad, en muchos casos. Ha habido mucha injusticia y la hay todavía. Eso es un denominador común que no cambia a medida que van pasando las generaciones. Siempre hay que luchar contra algo, siempre hay una contra por el hecho de ser mujeres (…)”. El destacado, en todos los casos, me pertenece. Es para invitar a la reflexión. (*) Abogada. Ensayista. Autora del libro Ser mujer en política

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por