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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/02/2025 10:36
Video: el material incautado y los allanamientos Nancy Anahí Villagra, enfermera, con domicilio en Florencio Varela, fue arrestada en las últimas horas por la Policía Bonaerense, acusada de falsificar recetas de fentanilo con talonarios de la Municipalidad de Quilmes, para la cual trabaja, según sus registros comerciales. El arresto fue realizado por la Dirección de Investigaciones contra el Crimen Organizado, en una causa a cargo de la Superintendencia de Delitos Complejos de la fuerza provincial bajo las directivas de la fiscal Ximena Santoro. La propia Municipalidad denunció el hecho, lo que llevó a tres allanamientos de urgencia en la jurisdicción. Allí, se incautaron cuadernos con anotaciones, 54 recetas de entrega para fentanilo y morfina, la historia clínica de un paciente consumidor de estas sustancias y, lo más preocupante de todo, un talonario de recetas supuestamente tomado del hospital Eduardo Oller, así como muestras de fentanilo y otros analgésicos. La enfermera, precisamente, se desempeña en el Hospital Oller, ubicado en San Francisco Solano: su casa también estuvo entre los objetivos allanados. Los consumidores sospechados no solo eran pacientes del Oller, sino también personas que nunca se trataron en el centro médico. Así, se realizaban “las prescripciones apócrifas, selladas y firmadas con presuntas rubricas de distintos profesionales médicos”, según un informe policial del caso. Entre el material incautado también se halló el sello de goma de un médico. Villagra comparecerá ante la fiscal del caso para ser indagada mañana martes, según confirmaron fuentes policiales a Infobae. Talonarios y sellos incautados El fentanilo como consumo tóxico en la Argentina es diametralmente distinto al que se consume en Estados Unidos, donde desató una de las mayores crisis de salud pública de la historia contemporánea. En el país, no es producido en laboratorios clandestinos y comercializado por dealers: fabricado por laboratorios, es una sustancia altamente controlada que se obtiene a través de empleados infieles de la profesión médica. El caso del enfermero Rubén en el hospital Juan Fernández fue paradigmático. “¡Re formal! ¡El tipo era re formal!”, lo evoca un histórico de ambo blanco. Rubén, profesional de carrera, se había ganado un lugar de confianza, había integrado equipos para situaciones y diagnósticos críticos, lo elegían para trabajar en casos cruciales. Un día, según la acusación en su contra, Rubén entró a dos salas para supuestamente meterse en el bolsillo el símbolo del futuro del narcotráfico a nivel global. El enfermero fue imputado en la Justicia, una causa que llegó al Tribunal Oral en lo Criminal N°14. Fue formalmente acusado de dos hechos, ocurridos en 2018. En el primero, otra enfermera lo señaló por ingresar a la Unidad Coronaria del Hospital fuera de su horario de trabajo usual. Rubén aseguraba que venía de una reunión “con el director”, según documentación judicial a la que accedió Infobae. En su recorrida, tomó medicación sin dejar registrada su cantidad y contenido, siete ampollas de fentanilo y una de morfina. La enfermera tras su arresto El nombre de la sustancia aparece a lo largo de diversos fallos y condenas, en varias formas. Está entre las 222 páginas de la condena de 14 años de cárcel al anestesista Gerardo Billiris por el bestial episodio que dejó a Belén Torres al borde de la muerte. Según la causa llevada a juicio en el Tribunal Oral Federal N°8, Billiris retiró al menos una ampolla de remilfentanilo del Hospital Militar en mayo de 2012, según los registros relevados. La sustancia se emplea en cirugía junto con anestesia general. Hubo, al menos, un presunto adicto a nivel local, según registros, un técnico en computación con un pasado turbulento, condenado por un homicidio en territorio porteño en 2015. Testigos aseguraron que se inyectaba varias veces al día. El mismo acusado lo reconoció en su indagatoria, aseguró que consumió la droga en la mañana del crimen. Cómo la conseguía, no se sabe. En enero de 2024, sin embargo, hubo un cambio en la narrativa: ampollas de la substancia fueron halladas en allanamientos a dealers de la villa Fraga de Chacarita, realizados por la Policía porteña.
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