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Parana » Campo En Accion
Fecha: 23/02/2025 12:14
Silvia Imhoff, especialista en suelos de la Universidad Nacional del Litoral y experta de Aapresid no dudó en señalar que el tránsito de la maquinaria genera aumentos en la densidad del suelo que pueden reducir los rindes en hasta un 50%. Esta merma progresiva en la productividad se debe principalmente a que el pisoteo y el huelleado afectan la infiltración de agua en el suelo y su captura por parte de las raíces. “Actualmente, la eficiencia de captación de agua ronda el 60% a nivel país, lo que en otras palabras, significa que los cultivos están aprovechando poco más de la mitad del agua que proveen las lluvias”, advierte el especialista de INTA Cristian Alvarez. “Esto además genera pérdida de poros y disminuye la disponibilidad de oxígeno para las raíces provocando anoxia, otro de los fenómenos que impactan en la productividad”, agrega Imhoff. A estos se suman fenómenos como el encharcamiento y la erosión. Pero hay más: la degradación se incrementa cuando el tránsito excesivo se combina con rotaciones poco “intensificadas” y dominadas por cultivos de baja biomasa, que se traducen en menor actividad microbiana y pérdida de carbono (C) en el suelo, ambos factores determinantes en el fortalecimiento de la estructura física del mismo. Ensayos de larga duración realizados en zonas semiáridas y subhúmedas, muestran que una mayor intensificación de las rotaciones pueden mejorar la captación de agua en un 60%. “En algunos casos, la infiltración pasó de 40-50 mm/h a 90-95 mm/h, y en campos subhúmedos, de 70-80 mm/h a más de 190 mm/h. Esto se logró con cultivos de servicios (CS) y una mejor nutrición, especialmente con fósforo (P)”, precisa Álvarez.
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