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» El litoral Corrientes
Fecha: 23/02/2025 09:20
n La política nacional podrá estar corrompida, desprestigiada y, desde luego, impopularizada en la enorme mayoría de los hogares argentinos, pero tiene la innegable virtud de sorprender desde el absurdo, al extremo de que se convierte en el entretenimiento de la tarde hasta superar el culebrón triangular de Wanda Nara, L.Gante y Mauro Icardi. Los "último momento" se emiten por los canales de noticias como si salieran de una línea de producción fordista, sólo que de su boca de expendio no emergen productos útiles para la industria o el agro, sino datos corroborantes de que todos los protagonistas del debate público tienen el guardapolvo manchado en un duelo de coludiciones cruzadas que no dan respiro por el ritmo con que se van sucediendo los distintos capítulos de una historia que hoy gira en torno de la criptoestafa con la pseudomoneda virtual Libra, pero que ayer rodó en la noria de la homofobia, anteayer en torno de la filípica de Alberto contra Fabiola y así hasta llegar a los dólares "en físico" que se contaban en La Rosadita de Puerto Madero. El gran perdedor en este rosario de pecados capitales (entiéndase el adjetivo como derivación de capitalismo y no de pena capital) es el presidente Javier Milei porque, desde el mismo día que posteó la "difusión" de un desfalco electrónico elucubrado por sus amigotes blockchain perdió el halo de inmaculación autoconferido según el atributo que hasta el momento era su baluarte diferenciador: la casta son los otros, él es lo nuevo que vino a romper con todo lo instituido para resetear el sistema a golpe de motosierra, conforme una lógica sesgada y binaria según la cual todo lo privado es más eficaz y transparente que el coto de políticos profesionales a los que venció (hay que reconocerlo) democráticamente. Ahora que se sabe todo. Ahora que fue diseccionado el entramado que tal vez sea el principal yacimiento de dólares inyectados a La Libertad Avanza durante su arrolladora campaña electoral de 2023, el presidente carece de estatus axiológico para disparar su metralla de terminología excrementicia contra sus rivales, que -como un regalo del cielo digital- encontraron el calzoncillo agujereado de Milei y comenzaron a echarle sal en la herida hasta provocar desbarajustes internos como los acaecidos hace pocos días, cuando el vocero Adorni salió a culpar al "Mago del Kremlin" Caputo para salvar la ropa del papelón “frikiperiodístico” perpetrado por el paje Jony Viale. Debieron haber escuchado al senador Mayans cuando advirtió al líder libertario sobre el riesgo de sus demostraciones de omnipotencia, en referencia a su autoparangonamiento con Terminator. El legislador formoseño pidió que "alguien le diga a este muchacho" que el personaje más famoso de Schwarzeneger "termina mal, con la cabeza achatada". Y algo de eso ocurrió a partir del tuit del criptoescándalo, porque el tiro por la culata que se gatilló a sí mismo el presidente produjo desflagraciones de alcances insospechados tanto en los tribunales argentinos (hay una investigación en curso) como en la justicia norteamericana, donde las denuncias de los damnificados se acumulan en una demanda colectiva imparable. Frente al caos, los trolls regimentados por el Gordo Dan perdieron la iniciativa y hasta el zombie político Alberto Fernández, así como el frustrado candidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta se le animaron con dardos envenenados disparados a través de la servatana digital "X". El grisáseo Alberto alegó vergüenza ajena, mientras que un envalentonado Larreta pidió el tarifario para una reunión tet a tet con el morador de Olivos, en un solapado reto a duelo. ¿Hasta donde mella este criptogate la espada de Milei? No se puede saber en el corto plazo. Es seguro que continuará ejercitando su verba irredenta, pero con una debilidad intrínseca imposible de contrarrestar con el mismo método, pues los destinatarios de su sarcamo desarrollaron nuevos antídotos argumentales y podrán hacerle pitocatalán con la taliónica contrarréplica de "mirá quién habla", en un plano que ni siquiera es de equivalencia, porque muchos de los atacados por el presidnte no hicieron más que percibir emolumentos por servicios prestados contra facturas acogidas al correspondiente régimen tributario, algo que la hermana Karina no podría demostrar en caso de ser indagada como presunta recaudadora de las fuerzas del cielo. Por otro lado, estamos ante un político con una sorprendente capacidad de recuperación. La jugada de regalarle una motosierra a Elon Musk, así como el encuentro con Donald Trump en la cumbre de la derecha CPAC segregaron la crema balsámica con la que se embadurnó el presidente argentino para aliviar el ardor de las quemaduras autoinfligidas con su posteo del caso Libra. Los gestos de respaldo fueron contundentes, en especial porque su colega norteamericano le dijo estar "orgulloso de vos" y lo invitó a la Casa Blanca para profundizar las relaciones bilaterales que -se espera como el Maná- destraben el acuerdo con el Fondo Monetario para inocular vitaminas a las hoy raquíticas reservas del Tesoro. El viaje a Estados Unidos salió redondo para el libertario, que además abrochó un triunfo local que desató todo tipo de maledicencias en el Congreso Nacional. Resulta que un grupo de senadores preocupados por actuar en forma políticamente correcta impulsaron una comisión investigadora del fraude cripto, pero llegado el momento de votar los mismos impulsores de la iniciativa quitaron su apoyo y el proyecto quedó en la nada. El paso en falso dejó mal parado al senador correntino Eduardo "Peteco" Vischi, quien fue carne de cañón en las redes sociales con toda clase de objeciones éticas. Pero atención: la política es el arte de lo posible y Vischi no cometió ningún delito ni nada que se le parezca. Para el consumidor de noticia estándar el repentino cambio de criterio de un legislador puede significar una traición, pero en los vericuetos de las relaciones interpoderes las estrategias mandan, de forma tal que un legislador puede favorecer a su distrito o al gobierno cuyo signo partidario comparte en razón de las históricas (e incorregibles) tendencias centralistas de esta Patria que se dice federal pero funciona bajo yugos unitarios. En un ejercicio fiscal con presupuesto prorrogado, el Gobierno Nacional puede hacer y deshacer en lo que a remisión de recursos se refiere, con lo cual las presiones ejercidas por la Casa Rosada surtieron efecto y todos los legisladores alineados con los gobiernos provinciales se desenvolvieron en función de una misma premisa: no está bueno romper con el poder central en un año electoral que definirá el nuevo mapa político y en un contexto donde las encuestas, aunque los kirchneristas se paspen las verijas, siguen mostrando a un Milei avalado por el 50 por ciento de la ciudadanía. El error fue haber propuesto una comisión investigadora. ¿Para qué? El criptogate puede continuar en la palestra en la medida que vayan apareciendo nuevos indicios de que era una parafernalia de tecnoestafadores que se dedicaban a recaudar fortunas a través de memecoins como Libra para luego repartir los dividendos entre los cabecillas de la organización. ¿Que los Milei estaban metidos hasta el cuajo? Puede ser pero primero deben aparecer las pruebas irrebatibles, porque de lo contrario todo quedará en la anécdota. Las comisiones, como decía el General Perón, sirven como factor de distracción mediante pantomimas que nunca desembocan en la verdad real. Haber impulsado el comité de pesquisa parlamentaria para luego tener que congelar el proyecto sirvió solamente para inmolar a los que quedaron colgados del pincel, porque la verdadera persecución de la ruta del dinero digital desfalcado transcurrirá por otros burós, impermeables a la influencia de los poderes políticos, como puede ser el caso de la Comisión de Valores de Estados Unidos. ¿Que está Trump para proporcionar impunidad a Milei? Cierto, pero siempre hay que acordarse de que las personas pasan, pero las instituciones quedan. Una cadena de estafas ponzi con apariencia de trading cripto genera sed de venganza y las billeteras que fueron vaciadas por el "pump and dump" de los entenados mileistas, tarde o temprano, se cobrarán. Será a largo plazo, será en silencio, pero el rastrillaje continuará porque los estafados son grupos de poder que no perdieron 3.000 dólares, sino millones.
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