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Federal » El Federaense
Fecha: 18/02/2025 15:59
En el emblemático marco del Desfile del Día de la Victoria, celebrado el 9 de mayo en la Plaza Roja, se exhibieron un vehículo blindado ruso de transporte de tropas BTR-82A y sistemas de misiles balísticos intercontinentales Yars. Este evento se produce en medio de una creciente tensión entre Rusia y Occidente, especialmente en relación al conflicto en Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, realizó advertencias sobre las consecuencias de un apoyo occidental a un ataque ucraniano en territorio ruso, sugiriendo que esto representaría un estado de guerra entre Moscú y la OTAN. En este contexto, algunos propagandistas rusos, como Alexander Mikhailov, han propuesto ensayar ataques nucleares simulados en maquetas de capitales occidentales como Londres y Washington para impactar y horrorizar a la comunidad internacional. La percepción de la amenaza nuclear A pesar de las dramáticas amenazas, dentro del Kremlin comienza a gestarse una preocupación sobre la eficacia de la retórica nuclear. Observadores y analistas afirman que el uso reiterado de la amenaza atómica está disminuyendo en impacto e incluso se ha vuelto motivo de escepticismo. Según fuentes cercanas, esto podría dar lugar a una revaluación de las estrategias de Moscú ante la escalada de la situación. “El recurso constante a la amenaza nuclear ha alcanzado un punto de saturación que ya no intimida”, señaló un funcionario ruso en condición de anonimato. Por otro lado, considerados académicos con vínculos diplomáticos han expresado que el uso de armas nucleares sería la última opción y podría resultar muy contraproducente en el ámbito internacional. Alternativas de respuesta para Rusia Realizar ataques preventivos a bases aéreas de la OTAN en Polonia y Rumanía donde se brinden recursos bélicos a Ucrania. Implementar operaciones de sabotaje contra infraestructura militar en Occidente que dificulten la atribución directa a Rusia. Aumentar el apoyo a grupos proxies en conflictos regionales para ejercer presión sobre intereses de Occidente. Con el creciente respaldo de Occidente a Ucrania, Putin se ve forzado a plantear diferentes enfoques para disuadir esta tendencia. Según Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R-Politik, el líder ruso debería evitar recurrir a medidas drásticas como el uso de armas nucleares, reservándolas solo para circunstancias extremas que amenacen la existencia nacional de Rusia. Dinámica política y sus repercusiones Las advertencias de Rusia respecto al suministro de tecnología militar avanzada a Ucrania han sido constantes desde el inicio de la invasión. Sin embargo, muchos temores asociados a esos suministros no han llegado a concretarse, lo cual lleva a un cambio en la percepción de la influencia de Rusia en el conflicto. Sergei Markov, un analista vinculado al Kremlin, sugiere que si no se toman medidas pronto frente a los rubicons cruzados, Rusia podría verse obligada a adoptar una postura más agresiva. Markov señala que Moscú podría considerar medidas drásticas, incluyendo la posibilidad de cerrar la embajada británica en Rusia o ejecutar ataques preventivos contra bases militares de la OTAN, si eso es lo que la situación requiere. Reflexiones sobre el futuro de las relaciones internacionales Las amenazas nucleares de Putin y la cada vez más intensa retórica tienen el potencial de desestabilizar aún más la frágil paz en Europa. Si bien la escalada de estas amenazas puede parecer un intento de asegurar que su posición no sea ignorada, la efectividad de este enfoque se ve en entredicho. Además, a medida que las tensiones continúan aumentando, el futuro de la relación de Rusia con Occidente permanece incierto, y la posibilidad de un conflicto mayor no puede ser descartada. En un clima de incertidumbre, la comunidad internacional permanece atenta, esforzándose por comprender no solo las intenciones de Putin, sino también las repercusiones de sus decisiones, las cuales pueden redefinir el equilibrio de poder global. A medida que el escenario geopolítico evoluciona, queda claro que el manejo de estas complejas interacciones es crucial para la estabilidad mundial.
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