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» Diario Cordoba
Fecha: 18/02/2025 15:24
El infarto de miocardio es la primera causa de muerte entre los hombres. La edad, el consumo de tabaco, la hipertensión arterial, los niveles elevados de colesterol o triglicéridos y la obesidad son los factores de riesgo cardiovasculares más conocidos. En los nuevos años, un 'nuevo' protagonista se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón. Hablamos de la lipoproteína (a), un compuesto formado por la unión de la apolipoproteína B y la apolipoproteína A, está ganando relevancia en el campo de la cardiología. Como explica el doctor Roberto Martín Reyes, jefe del Departamento de la Unidad Integral de Cardiología del Hospital Universitario La Luz, “la lipoproteína (a) se sintetiza a nivel hepático y su concentración está determinada principalmente por factores genéticos, lo que limita el impacto de cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, en sus niveles”. Los niveles recomendados El valor normal de la lipoproteína (a) se considera por debajo de 50 mg/dL, y su medición resulta clave tanto en la prevención primaria como secundaria de enfermedades cardiovasculares. “Es recomendable medirla en pacientes con antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares para un análisis más completo del riesgo”, subraya el doctor Martín Reyes. La lipoproteína (a) es un factor modificador del riesgo cardiovascular. “Un aumento de más de 10 mg/dL incrementa el riesgo de infarto en más de un 10%. Además, niveles superiores a 90 mg/dL triplican el riesgo de padecer estenosis aórtica significativa”, resalta el especialista. Este biomarcador está implicado en diversas enfermedades cardiovasculares, incluyendo la aterosclerosis, la enfermedad valvular aórtica y la enfermedad vascular periférica. Además, algunos estudios sugieren su posible relación con la insuficiencia cardíaca y la fibrilación auricular. No existen fármacos para la lipoproteína (a) Las sociedades científicas internacionales destacan que la lipoproteína (a) puede modificar el riesgo cardiovascular calculado en pacientes con niveles elevados, aumentando entre 1,5 y 3 veces la probabilidad de enfermedades cardiovasculares. Actualmente, no existe un fármaco específico en el mercado para reducir los niveles de lipoproteína (a). “Algunos inhibidores de la PCSK9 han mostrado un impacto limitado en la reducción de estos niveles”, indica el cardiólogo. Sin embargo, el futuro es prometedor. “Hay cinco estudios en marcha con nuevas terapias que podrían contribuir a disminuir la lipoproteína (a) y reducir el riesgo cardiovascular asociado”, matiza el doctor. Por qué medir la lipoproteína (a) en los análisis de sangre La Asociación de Cardiología Preventiva de la SEC expone que la lipoproteína (a) no se mide de forma rutinaria en las analíticas de sangre. Los cardiólogos piden hacerlo porque una persona puede tener niveles de colesterol total normales y aun así tener elevada la lipoproteína (a). Y, además, es fundamental comunicarlo a la familia en el caso de tener los niveles elevados de lipoproteína (a), ya que se puede heredar.
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