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» El Ciudadano
Fecha: 18/02/2025 03:44
El clásico rosarino está pronto a cumplir 120 años desde el primer partido que se enfrentaron Newell´s y Rosario Central y es uno de los sellos indiscutibles de la ciudad. En los últimos años al folclore de los cánticos, los trapos, alguna que otra camiseta o bandera quemada se le sumaron situaciones que fueron escalando en violencia. Su última expresión más extrema fue el asesinato de la hincha de Central, Ivana Garcilazo, cuando recibió un piedrazo mortal en la cabeza por parte de tres simpatizantes leprosos cuando regresaba en moto a su casa. El domingo pasado, el clásico disputado en el estadio Marcelo Bielsa sumó un nuevo capítulo de hechos repudiables que nada tiene que ver con la pasión de las hinchadas. Los disturbios post clásico terminaron con 17 patrulleros con roturas, un par de policías heridos y una de las ventanillas estalladas del colectivo de Central. Como si fuera poco, el parabrisa del único autobomba de Bomberos Voluntarios terminó roto. Pero además, hinchas de Newell´s incendiaron cuatro muñecos que tenían los nombres de Ivana Garcilazo, Carlos “Bocacha” Orellano, Andrés “Pillín” Bracamonte y el nuevo jefe de la barra canalla Laucha. “Como familiares nos sentimos agredidos por la hinchada de Newell´s, que cada vez que juegan un clásico nos vandalizan los murales, sobre todo el de Avellaneda. Esta vez se fueron a la banquina, derraparon mal. Acá hay responsables y son el intendente y el gobernador”, remarcó Edgardo Orellano, papá de Bocacha, el joven hincha de Central que fue víctima de una golpiza letal de policías y patovicas en febrero de 2020 cuando fue a bailar al boliche River Ming de la Fluvial. Esta victoria va dedicada para todos los vivos que ponían acá “después lloran” o que “nosotros nos lo buscabamos”. Miren lo que hicieron antes del partido, con carteles para Ivana y Bocacha. Todo vuelve. pic.twitter.com/JlEjAaSYCZ — Desa (@Desadeltw) February 16, 2025 “Zona liberada” El papá de Bocacha también se refirió al dolor que le ocasionó que también se la nombrara a Ivana en declaraciones a los periodistas de LT8. “Su caso está muy fresco todavía, no sé qué pensará la familia pero deben estar igual o peor que nosotros. Hacer dos muñecos y prenderlos fuego con los nombres de Bocacha e Ivana en el Palomar (parque Independencia), al lado del estadio de Newell´s cuando se estaba jugando el clásico o apenas terminó porque era de día. Se ve en el video, se ve la foto y que nadie haya visto nada. Llama mucho la atención”, resaltó Edgardo para señalar que se sienten injuriados. “Acá hay responsables desde hace rato que no ponen las barbas en remojo: uno es el intendente y el otro el gobernador. Cómo puede ser que nadie vio el incendio que estaban ocasionando al lado de la cancha de Newell´s. Ahí fue una zona liberada”, concluyó. Fuera del folclore Las personas nombradas en los muñecos son hinchas de Central: Ivana y Bocacha dos simpatizantes que mostraban cada vez que podían su pasión por los colores del Canalla mientras que Pillín y Laucha están directamente relacionados a la barra de Central. El último, es el único que está vivo y es el flamante líder luego de que asesinaran a Pillín en noviembre pasado. A continuación describimos el estado de las causas que investigan sus homicidios. El crimen de Bocacha Bocacha tenía 23 años cuando el último fin de semana de febrero de 2020 salió a bailar con amigos al boliche Ming River House en la Fluvial, a la vera del río Paraná. Estuvo desaparecido por un par de días donde su familia lo buscó por todos lados, denunciando serias irregularidades, hasta que su cuerpo fue hallado en el Paraná, cerca del boliche. Una pareja de policías y un patovica fueron condenados por homicidio preterintencional. No es la primera vez que familiares y amigos del chico se sienten agraviados por hinchas leprosos, a una semana de que se conociera el crimen desde la tribuna arrojaron salvavidas a la cancha en el partido de Newell´s contra Godoy Cruz. Después le prendieron fuego varias veces al mural homenaje del joven que está en barrio Arroyito. A cuatro años del crimen, el 24 de septiembre pasado, la familia recibió otro golpe los jueces Alfredo Ivaldi Artacho, Gabriela Sansó y Georgina Depetris de la Cámara de Apelaciones resolvieron reducir las condenas a los acusados: en el caso del ex policía Gabriel Nicolossi, de 12 a 9 años de prisión por lesiones y abandono de persona seguido de muerte; de 9 a 7 años con domiciliaria para Karina Gómez, ex policía y pareja de Nicolossi, por los delitos de abandono de persona seguido de muerte y falsedad ideológica; y para Oscar López la pena bajó de 6 a cinco años y tres meses por abandono de persona seguido de muerte. En tanto, Fabián Maidana fue absuelto. Su familia fundó la Asociación Bocacha Orellano para ayudar a los que más necesitan y continúa con la búsqueda de justicia. El crimen de Ivana Ivana Garcilazo, de 32 años, fue asesinada de un piedrazo cuando regresaba de la cancha de Central tras ver el clásico a la tardecita del 30 de septiembre de 2023 en Ovidio Lagos y Montevideo, inmediaciones al estadio de Newell´s. La investigación determinó que tres hinchas leprosos fueron quienes arrojaron las piedras: Ariel C., profesor de Química, y Juan Carlos M. quedaron detenidos y acusados. Aún falta atrapar a Damián Reifenstuel, que está prófugo de la Justicia y tiene captura con alerta roja de Interpol. A su vez, el Gobierno de Santa Fe ofrece una recompensa de 10 millones de pesos para quien aporte datos. La familia de Ivana también tuvo que atravesar otras ofensas y muestras de odio como cuando el fiscal del caso tuvo que mandar a pintar las paredes de la esquina donde recibió el ataque mortal porque habían escrito: “Matar al sina”. El crimen de Pillín Pillín fue por un cuarto de siglo el líder de la barra canalla, había sorteado 29 atentados y para el partido de Central con San Lorenzo del 9 de noviembre tenía prohibición de entrar a la cancha. Eran cerca de las 21, el partido había terminado. Pillín junto a su mano derecha, Daniel “Rana” Attardo estaban arriba de una camioneta por bulevar Avellaneda y Reconquista. A pesar de que hacía minutos de que los hinchas habían desalojado la cancha, no había patrulleros por la inmediaciones del Gigante y también justo estaba la luz de la calle cortada. Estas fueron condiciones por demás llamativas, ya que crearon la escena perfecta para que al menos dos personas se acercaran a pie a la Hilux y los acribillaran. Las víctimas murieron en el Hospital Centenario y como referente de la barra quedó Laucha, según dejaron trascender desde el núcleo duro del paravalanchas. Por el doble crimen, aún no hay detenidos como tampoco autores identificados.
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