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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/02/2025 19:48
Canadá, principal proveedor de acero para Estados Unidos, junto con México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam, enfrentará consecuencias directas por la medida (Foto: Shutterstock) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes dos órdenes ejecutivas para imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio. La Casa Blanca confirmó que la medida se aplicará a nivel global sin excepciones para ningún país. Durante el anuncio, el mandatario afirmó que esta decisión fortalecerá la economía estadounidense y permitirá reducir lo que considera un trato injusto en materia comercial. “Esto es importante, vamos a hacer a Estados Unidos rico de nuevo”, declaró Trump tras firmar la orden que afectará a exportadores clave como Canadá, México y Brasil. La decisión llega en un contexto de tensiones comerciales crecientes y reaviva una estrategia proteccionista similar a la aplicada durante su primer mandato en 2018, cuando impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, aunque posteriormente concedió exenciones a países como Australia, Brasil, Canadá y México. Un impacto en los principales exportadores Canadá, principal proveedor de acero para Estados Unidos, junto con México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam, enfrentará consecuencias directas por la medida, según datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero. En el caso del aluminio, Estados Unidos obtiene casi dos tercios de su suministro de Canadá, según la Asociación del Aluminio. Estos aranceles podrían generar represalias comerciales por parte de los países afectados. Trump confirmó que en las próximas cuatro semanas evaluará la posibilidad de aplicar nuevos aranceles a otros sectores, incluyendo automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos. La decisión de ampliar las medidas arancelarias se enmarca en su política de “aranceles recíprocos”, con la que busca equiparar los gravámenes que otros países imponen a las exportaciones estadounidenses. Estrategia arancelaria como herramienta de negociación La imposición de aranceles se ha convertido en una estrategia recurrente para Trump, quien los considera una herramienta para la negociación comercial y la política exterior. “No queremos herir a otros países, pero se han aprovechado durante años de nosotros y nos imponen aranceles. La mayoría nos cobran y nosotros no lo hemos hecho. Es la hora de ser recíprocos”, afirmó el mandatario. En las últimas semanas, Trump utilizó medidas similares para presionar a otros gobiernos. En enero, anunció aranceles sobre productos colombianos tras la negativa del presidente Gustavo Petro a recibir migrantes deportados en condiciones que consideró inaceptables. Finalmente, los impuestos fueron revertidos cuando Colombia accedió a recibir los vuelos de deportación. Asimismo, la semana pasada postergó por un mes la aplicación de un arancel del 25% a todos los productos de Canadá y México, tras alcanzar un acuerdo para reforzar el control fronterizo y frenar el tráfico de fentanilo y la llegada de migrantes. Posibles represalias y reacciones internacionales El anuncio también genera incertidumbre sobre las respuestas de los principales socios comerciales de Estados Unidos. Durante su primer mandato, la imposición de aranceles a productos chinos derivó en una escalada de tensiones con Pekín, que respondió con gravámenes en represalia. En este caso, la Unión Europea podría tomar medidas similares, ya que Trump ha criticado en reiteradas ocasiones el 10% que el bloque europeo impone a los automóviles importados, comparado con el 2,5% que aplica Estados Unidos. Trump criticó en reiteradas ocasiones el 10% que la Unión Europea impone a los automóviles importados, por lo que el bloque europeo se mantiene alerta a los posibles movimientos del presidente estadounidense (Imagen: Shutterstock) En ese marco, el lunes pasado China oficializó la imposición de aranceles adicionales a productos estadounidenses en represalia a las tarifas aplicadas previamente por Estados Unidos. La medida, anunciada el pasado 4 de febrero, contempla gravámenes de entre el 10% y el 15% sobre bienes clave como petróleo crudo, maquinaria agrícola y gas natural licuado. El impacto de estos nuevos aranceles en el comercio global dependerá de la reacción de los países afectados y de la capacidad de negociación del gobierno estadounidense para evitar una nueva guerra comercial. Las reuniones programadas por Trump en las próximas semanas podrían definir el futuro de esta política y sus consecuencias para la economía mundial.
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