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Crespo » Estacion Plus
Fecha: 08/02/2025 16:41
El calor se hace sentir en gran parte del país, y para este fin de semana el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una serie de alertas para Buenos Aires y otras 18 provincias, en algunos casos amarillas, como ocurre en el norte de Entre Ríos, y en otras regiones incluso naranjas y rojas por temperaturas extremas. En Paraná y otras zonas, la máxima rondará los 36° hoy y mañana, y ascenderá a los 39° el lunes. Estas condiciones climáticas afectan a diferentes sectores productivos y en este marco la producción lechera ya cayó un 20% en la provincia, y la puede llegar al 40% considerando la sequía que afecta a la región en lo que va de este verano. Son alrededor de 800 tambos los que funcionan en la provincia, y la mayoría son emprendimientos familiares, con un promedio de producción de 1.500 litros diarios. Estrés calórico, el principal inconveniente Sobre este tema dialogó con Uno, Víctor Veik, ingeniero agrónomo especialista en producción lechera y productor de la zona de Maciá, quien explicó: “Por el estrés calórico la caída de producción es más o menos de un 20%, pero si sumamos el efecto de la sequía, tenemos que pensar capaz llegue a ser de un 40%. La falta de agua está afectando mucho al tambo porque se cortó la cadena forrajera. Hay muchos sectores donde la última lluvia fue más o menos fue el 20 de diciembre y no ha vuelto a caer desde esa fecha. En otras zonas cayeron tímidamente algunos 20 o 30 milímetros de chaparrones aislados, pero es tan grande la necesidad de agua que hay, que prácticamente ni se notan esos milímetros que llueven. Así que básicamente se han quedado los animales con poco pasto y eso afecta su alimentación, y obviamente la producción”. “Las olas de calor son el otro gran factor que también perjudica mucho, porque los animales prácticamente están estresados las 24 horas del día; en el mejor de los casos tienen muy pocas horas en las no están estresados por las altas temperaturas y obviamente en lo primero que repercute el estrés calórico es en la producción de leche”, afirmó en torno al conjunto de cambios fisiológicos y comportamentales que se desencadenan en los animales cuando sus mecanismos de adaptación no logran eliminar el exceso de calor generado, lo que puede tener graves consecuencias sobre la salud animal, productividad y calidad del producto. Medidas para mitigar el calor Consultado sobre las medidas que pueden tomar los tamberos para contrarrestar esta situación, analizó: “En estos momentos entre los distintos establecimientos se nota mucho la diferencia en aquellos que han invertido en sus instalaciones justamente para mitigar el estrés calórico, por ejemplo con instalaciones con sombras, con ventiladores, con aspersores y demás dispositivos que ayudan a que los animales estén un poco más confortables. De esa forma pueden minimizar un poco el impacto del estrés calórico, porque nunca lo vamos a poder suprimir al 100%”. A su vez, refirió: “El tema del agua es muy importante en estas épocas: es fundamental que haya disponibilidad de cantidad y calidad de agua limpia y fresca. Para eso también hay que hacer inversiones que son costosas, pero básicamente son lo que todos los veranos realmente termina repercutiendo positivamente para evitar pérdidas mayores de producción”. Damián Schneider, vicepresidente de la Cámara de Productores de Leche de Entre Ríos (Caproler), quien tiene su tambo en las inmediaciones de Colonia Merou, a unos 20 kilómetros de Crespo, coincidió en que “suele caer la producción cuando hace tanto calor” y remarcó: “Las temperaturas altas son mucho más perjudiciales para la producción de leche que el frío. El frío no le afecta a la vaca, pero el calor sí, muchísimo”. En este contexto, sostuvo: “Para mitigar el calor, los productores básicamente tratan de brindarles buena calidad de sombra y de agua a los animales. Eso es lo básico. Algunos tienen un sistema con aspersión para mojar con agua a los animales y después darles un poco de viento, como cuando una persona cuando sale del baño medio mojada y se para frente al ventilador, da esa sensación de frescura y a los vacunos se trata de darles lo mismo”. Alimentación en épocas de altas temperaturas Sobre los efectos que está teniendo la sequía en el sector, precisó: “Encima del calor, el sol quema todo y la calidad del pasto no es la misma, así que tenemos una merma de producción también por no poder darle a los animales un alimento adecuado. Así que se trata de sacarles de la dieta todo lo que sea pasto, porque necesita mucho más pasto que si le das una ración, y darles más bien un concentrado energético, que sería una dieta fría en base a un alimento balanceado, que es más fácil que lo asimile en tiempos de sequía y no necesita tanta energía para procesarlo; entonces es una forma también de cubrir el calor”.
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