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» Diario Cordoba
Fecha: 07/02/2025 06:23
Santiago Abascal resume la salida de cargos públicos relevantes de su partido como la letra de una canción de Julio Iglesias, y eso que siempre nos había parecido más la voz y la banda sonora del Partido Popular. Será que en el líder ultraderechista todavía pesa de dónde viene y cuál fue la cultura política en la que se crió. La última de las huidas, la de algunos procuradores castellanos y leoneses con Juan García Gallardo a la cabeza. Él, que se afilió a Vox en 2021, fue vicepresidente de la comunidad autónoma en 2022, y en menos de dos años le hicieron dimitir del cargo y, a los pocos meses, abandona el partido. Hay carreras fulgurantes en política, pero que tardan tan poco en subir como en estrellarse, pocas. La toma del partido por Jorge Buxadé, criado en el falangismo y reticente a entregar el arma a la entrada de las instituciones, e Ignacio Garriga, agresor en sus propios mítines y pagador de 40.000 euros en nombre del grupo parlamentario para sus gastos privados, llevan la nueva dirección del partido, la que ha decidido abandonar a Meloni y unirse a Patriotas por Europa. El tercer grupo de la Eurocámara, en número de miembros y de votos recogidos, son los que juegan más duro al euroescepticismo y a la inutilidad de la democracia, y premiaron a Abascal con la presidencia del grupo, por ese cambio de última hora que no llamaremos transfuguismo, sino apostar a caballo ganador. Vox se erige como el partido capaz de unir a sus homólogos latinoamericanos con los del resto de países europeos. La madre patria iba a servir para eso, para unir a fanáticos del encarcelamiento de inmigrantes sólo por el hecho de serlo, para concentrar el fervor testosterónico en contra de la igualdad de la mujer y de hacer grandes cosas, países, mercados, siempre enfrentándose a otros. Y se reúnen este sábado en Madrid bajo el lema Hagamos Europa Grande otra vez, MEGA, que es la hermana pequeña del MAGA trumpista. Hay cierta fijación con hacer grande todo, y todo a la vez en todos los sitios, cuando eso es totalmente contradictorio. No hay más que mirar el carrusel arancelario de a ver quién pone la tasa más grande. Y mientras no paran de abandonar el partido caras conocidas del inicio de su reciente historia, más sube en los sondeos en intención de voto. Eso debe suponer un golpe duro en la autoestima por mucho que se diserte sobre el narcisismo de los políticos, y es que nadie es imprescindible, ni siquiera en los liderazgos, las obras quedan, las gentes se van, otros que vienen las continuarán, como bien sabía el cantante melódico. La vida sigue igual, especialmente para Santiago Abascal, pero rodeado de otros. *Politóloga
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