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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/02/2025 04:47
Casino Resort - Tuli Acosta - A Los 15 Fiorella Acosta, conocida popularmente como Tuli, es una destacada bailarina, coreógrafa y cantante argentina. Desde muy joven, a los tres años, mostró una profunda pasión por la danza y la expresión corporal, lo que la llevó a abandonar la escuela secundaria a los 15 años para viajar a Estados Unidos con el objetivo de estudiar hip hop y participar en prestigiosos concursos. Esta decisión marcó el inicio de su carrera artística, donde participó del reconocido estudio Phunk Phenomenon. Durante la pandemia en 2020, demostró su resiliencia al adaptarse a la virtualidad para continuar enseñando danza y mantener viva su pasión. A través de plataformas como TikTok, Instagram y Twitch, logró ganar una enorme cantidad de seguidores, convirtiéndose en una figura pública entre los jóvenes. Su éxito en las redes sociales la llevó a ser parte de los videoclips de artistas como Nicki Nicole, Tini Stoessel y María Becerra, además de formar parte del equipo de Red Flag en Luzu TV. A lo largo de su carrera, lanzó varios sencillos y proyectos musicales. Entre ellos, se destaca su colaboración con su amigo personal Luck Ra en el tema Que casualidad (2021) y su EP Crisálida (2023). En 2024, Tuli alcanzó un hito importante al ganar la competencia de Bailando por un sueño, programa conducido por Marcelo Tinelli, y en marzo de ese mismo año lanzó el single Qué bendición junto a Lauty Gram. En su vida personal, está en pareja con el cantante Lit Killah desde 2022, a quien conoció a través de amigos en común. Tuli Acosta sobre Lit Killah: “Me hizo volver a confiar en mí. Siento que me adelantó mucho el proceso de sanación emocional”. (Candela Teicheira) Pollo: — ¿A los 15 años te fuiste a vivir afuera? Tuli: — Sí. Pollo: — ¿Fuiste a estudiar? Tuli: — Sí, me fui a estudiar baile porque el colegio no lo terminé (risas). Pollo: — ¿Les dijiste a tus viejos: “Me voy a afuera”? Tuli: — Se los planteé a mis padres. Mi hermana ya vivía afuera y mi cuñado es profesor de baile. Pollo: — ¿En qué ciudad? Tuli: — En Boston. Y cuando pasó todo esto del colegio, también pasó la crisis de mi familia. Quebramos, entonces nos tuvimos que mudar fuera de la ciudad, al campo, hubo como un break en toda la situación. Yo estaba lejos del colegio al que iba... Pollo: — ¿A qué se dedicaban tus viejos? Tuli: — Comerciantes. Se fundió el negocio. Pollo: — Y ahí se replantearon qué hacer en todos los sentidos. Tuli: — Sí. Yo tenía la plata de mis 15 años, que mis papás habían juntado porque mi hermana tuvo su fiesta, mi otra hermana también, y me preguntaron qué quería hacer. Yo les dije que no quería ni fiesta ni ir a Disney, que yo quería ir a un mundial de hip hop. Yo recién estaba mutando, dejando la danza clásica. No quería más eso, quería experimentar el baile al 100 por ciento y dedicarme a eso. Ahí les dije que quería usar esa plata para ir a Estados Unidos y ver ese mundo del hip hop. Me pagaron el pasaje para ir a la competencia, me quedé en Boston con mi hermana y mi cuñado me empezó a dar bases de baile. Cuando volví de ese viaje, después de dos meses, dije: “Yo quiero eso para mí”. Ahí se los propuse a mis papás. Pollo: — ¿Y qué les pareció? Tuli: — Y fue un poco una locura. Pero me preguntaron si realmente yo quería dedicarme a esto. Pollo: — Unos genios. Tuli: — Sí, unos capos. Entiendo que me dieron esa posibilidad que tal vez sus padres no les dieron a ellos. Estábamos un poco a ciegas. No sabíamos si iba a funcionar o no, pero el motor para mí fueron ellos. Les prometí que la iba a meter y la voy a meter. Casino Resort - Tuli Acosta - colaboraciones artistas Amigos y artistas Pollo: — Desde afuera, da la sensación de que toda la camada de artistas jóvenes no solo se lleva bien, sino que se potencia, sin competir ni envidiarse. ¿Es realmente así? ¿Cuál es el secreto? Tuli: — Es super lindo. Yo creo que depende de la personalidad y cómo cada uno se va relacionando y va también alimentando esas relaciones. Yo con Luck Ra soy muy amiga, pero también hay una predisposición que siento que tiene la nueva generación, que me parece algo lindo de reconocer, y es que vamos avanzando, evolucionando en todo sentido desde lo humano. Creo que eso hace que hoy en día estemos predispuestos, que no esté primero la competencia sino de que hay algo de divertirse genuinamente y de compartir desinteresadamente. Como que simplemente vamos a pasar un rato y se termina retroalimentando, justamente, por la fluidez que se genera en ese vínculo. Pollo: — Los vi hace poco en redes a tu novio, Lit Kilah, con Luck Ra y La Joaqui, bailando el trend de Luck. Hoy bancan a uno y mañana a otro en su proyecto. Es lindo porque se acompañan… Tuli: — Es que no hay nada más lindo que compartir la alegría de tu amigo. Yo lo veo así. Hoy en día el trabajo de cada uno se mezcla un poco con lo personal porque no dejan de ser artistas. Es lindo poder aportarle a tu amigo felicidad y que eso se vea relefejado en su trabajo. Eso hace que genuinamente se comparta. Es más allá de apoyar un tema, estás apoyando a tu amigo que además es artista. Pollo: — ¿Qué tiene Lit que no tuvieron otros? Porque se los ve como una pareja sana. Tuli: — Discutimos re poco la verdad. El otro día hablábamos que cuando discutimos es por pavadas que ni siquiera llega a ser una discusión y decíamos: “Menos más que discutimos por algo porque sino seríamos re aburridos”. Estamos tan en paz que algo de picante tiene que haber (risas). Pollo: — ¿Sentís que se encontraron como si fuera una cuestión del destino? Tuli: — No sé si fue el destino, que los planetas se alinearon o era un regalo. Después de semejante bolu**, me vino la buena... Pollo: — No quiero meterme mucho en el tema, pero es de público que no la pasaste bien con tu ex. Tuli: — No, pero uno siempre tiene el ex con el que no la pasó bien. Si tuviste todas buenas, en algún momento te va a venir la mala (risas). Pollo: — Después de la mala, sentís que te tocó un premio. Tuli: — Sí, fue así. Fue inesperado la verdad y fue fluyendo. Yo tengo muy en claro que es lo que él sanó en mí, no sé si yo fui algo para él en ese sentido. Pero sé que él no estaba buscando una relación y a los dos nos pasó lo mismo. Fluyó así. Hoy en día puedo decir que él vino a mí como algo simbólico. Realmente necesitaba esa tranquilidad, esa estabilidad. Me hizo volver a confiar en mí y eso es muy difícil que alguien lo logre. Siento que me adelantó mucho el proceso de sanación. Hubiera tardado un montón sino. Pollo: — ¿Por el último pibe o por la vida? Tuli: — Por todo lo que desencadenó esa relación anterior. Pollo: — ¿Pudiste personar a esa persona? Tuli: — Es muy fuerte la palabra perdonar. Yo creo que siempre aprendemos a perdonar. Yo sé que hay un montón de cosas que todavía le tengo que perdonar para que me deje de generar a veces esa ira, pero es normal porque son muchas cosas que tal vez no le tengo que perdonar a él sino que también me tengo que perdonar a mí porque yo se lo permití. Hay muchas cosas que no sé si no lo perdoné a él o no me perdoné a mí. Perdono pero no olvido, dice una canción mía (risas). “El motor para meterle a mi carrera fue la promesa que le hice a mis papás”, confesó la artista. (Candela Teicheira) Juego del millón Con un valija llena de dólares, el Pollo invitó a Tuli a comprar todo lo que desee. El único requisito es que no se puede donar ni guardar como ahorro. ¿Qué eligió? Pollo: — ¿Alguna vez viste un millón de dólares? Tuli: — No, nunca. Cuando los vea estaré preparada para manejarlos. Pollo: — ¿Qué te gustaría comprar? Tuli: — Yo tengo muy en claro que lo primero que haría si tuviera esta cantidad de plata sería darles un techo a mis padres y después comprarme uno para mí. Pollo: — ¿En qué barrio? Tuli: — Donde ellos quieran. Ellos hoy viven en Córdoba. Tal vez los traería más cerca. Pollo: — ¿Les gustaría venir para Buenos Aires? Tuli: — Sí, porque nosotros sabemos que es lo que uno siente en el momento. No hay que decir para siempre. Si uno tiene que cambiar, cambia. Pollo: — ¿Con 200 está bien? Tuli: — Sí, para papá y mamá. Pollo: — ¿Qué más? Tuli: — Un departamento para mí. Pollo: — ¿Sos propietaria? Tuli: — No. Pollo: — ¿Te gustaría serlo o te da lo mismo? Tuli: — Es el simple hecho de tener a mis papás tranquilos de que tengo algo. “Siento que la nueva generación está evolucionando y lo más importante no es la competencia sino disfrutar genuinamente", opinó Tuli. (Candela Teicheira) Pollo: — Porque son de la generación de tener el ladrillo. Los más jóvenes no tanto… Tuli: — Solo para eso. No gastaría mucho. Pollo: — ¿Qué separo? ¿200 o 100? Tuli: — 100. Pollo: — ¿Te vas a comprar un monoambiente? Tuli: — Sí. Pollo: — Solo para decir mami y papi: “Lo tengo”. Si no lo usas, lo alquilás. Tuli: — Sí, después veré más adelante qué hago con eso. Pollo: — Te quedan 600. Tuli: — ¡Ahora me gusta! (risas). Pollo: — ¡¿Qué harías?! Tuli: — Me armaría mi marca de maquillaje a todo trapo. Es caro ese rubro. Pollo: — ¿Una empresa para vender los maquillajes de Tuli? Tuli: — Sí, el laboratorio con gente trabajando ahí. Armar la comunicación, el marketing, que se venda a otro país… Pollo: — Separo 500 lucas. Es un montón, pero te va a salir caro. Tuli: — Sí, yo proyecto mi Tuli empresaria y gastaría en algo así. Pollo: — ¿Qué hacemos con los 200 que quedan? Tuli: — Para mi música. Pollo: — Todo fue inversión. No te compraste relojes, ropa, no viajaste y no te compraste un auto… Tuli: — Es que está destinado a la música así que puede ser viajar para hacer algo afuera. Es bastante amplio lo que puedo necesitar. Pollo: — ¿Cómo se invierten 200 en música? Tuli: — En videoclips, los máster... Pollo: — ¿Cuánto sale más o menos? Tuli: — Y son caros. Puede ser en música y en derivados de lo que necesite como proyecto: ya sea viajes para conocer a productores, a artistas, ya sea moda, porque también voy a unir un poco el mundo de la cosmética, como ya lo vengo haciendo. Es para darme esa libertad y no andar renegando con presupuestos. Mirá la entrevista completa: Casino Resort - Tuli Acosta
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