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» Radiosudamericana
Fecha: 07/02/2025 03:13
Jueves 06 de Febrero de 2025 - Actualizada a las: 17:15hs. del 06-02-2025 QUÉ PIDIÓ “Me niego a declarar. Quiero mi arresto domiciliario y que me revise un médico porque me duelen las muñecas por las esposas”, sostuvo Morena Rial, la hija del periodista y conductor de TV Jorge Rial, cuando fue indagada por el delito de robo. La joven, que pasado mañana cumple 26 años, está acusada de haber participado en un asalto en una casa de Villa Adelina, San Isidro, el 18 de enero pasado. Así lo pudo reconstruir LA NACION de calificadas fuentes judiciales. La investigación por la que fue detenida Rial está a cargo del fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, funcionario que llevó adelante la audiencia donde la sospechosa fue indagada. Las fuentes consultadas afirmaron que antes de que comenzara la audiencia, que se realizó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Martínez, el abogado Alejandro Cipolla, defensor de Rial, solicitó que su asistida fuera liberada a cambio de que en su declaración aportara el nombre y apellido del delincuente que, hasta el momento, no fue identificado. Ferrari y su equipo de colaboradores le explicaron a Cipolla que la detención de Rial había sido ordenada por el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa, a pedido del Ministerio Público Fiscal, pero que si la joven quería podía dar toda la información bajo su conocimiento durante su declaración indagatoria. Poco después, por consejo de su abogado, la imputada se negó a declarar. Tras la audiencia, el fiscal Ferrari dispuso que Rial sea revisada por médicos. Por el momento, mientras se decida sobre el pedido de excarcelación, la joven continuará detenida en la comisaría 7a. de San Isidro, en el barrio de Las Lomas. Como se dijo, el atraco por el que fue detenida la hija de Rial ocurrió la noche del 18 de enero pasado en una casa situada en José María Moreno al 2700, en Villa Adelina, en San Isidro. Los propietarios de la vivienda no estaban en el domicilio, se habían ido de vacaciones a Pinamar. “El robo fue en horas de la noche. La banda llegó al lugar en un auto conducido por Morena Rial”, explicó a LA NACION un detective del caso. Al menos dos ladrones irrumpieron en la propiedad después de forzar una ventana. “Mientras sus cómplices estaba dentro de la casa, Rial hizo las veces de ‘campana´ o apoyo externo. Tenemos pruebas de que mientras duró el robo, la joven se comunicó por teléfono celular con los ladrones que estaban en la vivienda”, agregaron las fuentes consultadas. El fiscal Ferrari, con la colaboración de personal de la Estación de Policía Departamental de San Isidro, dependiente de la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Norte 1 dirigida por el comisario mayor Lucas Borge, lograron reconstruir la llegada y la huida de la banda criminal a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad de la Municipalidad de San Isidro y de filmaciones de dispositivos privados. “Los ladrones ingresaron en la casa después de cortar el suministro de energía eléctrica. Manipularon la llave térmica empotrada en una de las paredes laterales. Se apoderaron de distintos elementos de valor”, dijo un detective que participa de la pesquisa. Además de la detención de Rial, el juez Costa, por pedido del fiscal Ferrari, ordenó la detención de dos jóvenes que, por el momento, no fueron ubicados. Además, se trabaja en la identificación de otro integrante de la banda. El robo fue descubierto después de que se activara la alarma en la casa de las víctimas. Cuando el personal de la policía bonaerense llegó a la propiedad, se encontró con un operador de una empresa de seguridad privada que había concurrido ante la posible emergencia. Las rejas de las ventanas del dormitorio principal y del living comedor, que dan al patio delantero, se hallaban forzadas y se visualizaba la persiana de madera levantada. Entonces se decidió llamar al propietario de la casa, que explicó que se encontraba de vacaciones, pero informó que un amigo suyo tenía llaves del inmueble. Cuando el personal policial ingresó en la casa junto con el amigo del propietario, se observó “un leve desorden”. Se decidió hacer una videollamada para que la víctima observara los ambientes de la propiedad y, a simple vista, observó que faltaba una computadora. LA NACION
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