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» AgenciaFe
Fecha: 01/02/2025 11:21
Un nuevo estudio reveló que el virus del zika (ZIKV) altera la piel humana para volverla más atractiva para los mosquitos, aumentando así su propia capacidad de transmisión. Los hallazgos, publicados en la revista Communications Biology, sugieren que el zika infecta a su huésped y cambia su biología para garantizar su supervivencia y propagación. Investigadores de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, en colaboración con varias universidades europeas, descubrieron que el virus modifica la expresión de genes y proteínas en los fibroblastos dérmicos, las células responsables de mantener la estructura de la piel. Esta alteración provoca la liberación de compuestos orgánicos volátiles (COV), sustancias químicas que funcionan como una especie de “señuelo olfativo” para los mosquitos. La infección por Zika modifica el metabolismo celular en fibroblastos dérmicos, alterando la producción de compuestos volátiles atractivos para los mosquitos (Universidad de Pittsburgh). “Nuestros hallazgos muestran que el virus del zika no solo se transmite pasivamente, sino que manipula activamente la biología humana para asegurar su supervivencia”, explicó el doctor Noushin Emami, coautor del estudio y profesor de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool. Este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva sobre cómo los arbovirus (virus transmitidos por artrópodos, como los mosquitos) han evolucionado para optimizar su transmisión. La investigación abre la puerta a posibles intervenciones genéticas que bloqueen la producción de estos compuestos volátiles, reduciendo así la capacidad del virus para propagarse. El virus del Zika es transmitido principalmente por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, los mismos que propagan el dengue y el chikungunya. Su expansión geográfica en los últimos años, debido a factores como el cambio climático y la urbanización, permitió que estos mosquitos invadan nuevas regiones. Hasta la fecha, el zika ha sido reportado en 92 países. A través de la manipulación de los fibroblastos dérmicos, el virus del Zika aumenta la emisión de compuestos volátiles, atrayendo a los mosquitos para su transmisión Para que el virus continúe propagándose, necesita que un mosquito se alimente de un huésped virémico, es decir, una persona que ya tenga el virus en su sistema. Pero hasta ahora, no estaba claro si el virus podía influir en el comportamiento de los mosquitos para favorecer su propia transmisión. El estudio demostró que los fibroblastos de la piel humana infectados con ZIKV modifican la producción de COV. En la fase inicial de la infección, el virus aumenta o reduce la emisión de ciertos compuestos. Sin embargo, en la fase de transmisión, todos los COV analizados aumentaron significativamente, convirtiendo la piel del huésped en un poderoso atractivo para los mosquitos. La investigación utilizó un análisis detallado del metaproteoma, una técnica que examina cómo interactúan los genes y proteínas en el organismo. Gracias a este enfoque, los científicos pudieron identificar los cambios metabólicos que ocurren en la piel infectada. El olor del zika y su impacto en la alimentación de los mosquitos El virus del Zika es transmitido por mosquitos del género Aedes (Colorado State University) El hallazgo clave del estudio es que el virus del zika altera el olor de la piel humana, convirtiéndola en un blanco más atractivo para los mosquitos Aedes aegypti. Para probar esto, los investigadores analizaron cómo los mosquitos reaccionaban a diferentes mezclas de compuestos volátiles emitidos por células infectadas y no infectadas. Los experimentos, realizados con un olfatómetro de tubo en Y, mostraron que los mosquitos se sentían significativamente más atraídos por los COV emitidos por células infectadas con zika. En cambio, Anopheles gambiae, una especie de mosquito que transmite la malaria, pero no el Zika, no mostró ninguna preferencia por estas señales químicas. Esto sugiere que el virus del zika desarrolló un mecanismo altamente especializado para modular el comportamiento de su vector, asegurando que los mosquitos que pueden transmitirlo sean los más atraídos por el olor de la piel infectada. El Zika manipula el comportamiento de los mosquitos, alterando el volátomo de las células cutáneas humanas para garantizar una transmisión más eficaz del virus “A medida que aumentan los casos de zika y los mosquitos Aedes amplían su área de distribución, comprender los mecanismos por los cuales obtienen una ventaja en la transmisión podría abrir el camino a nuevas estrategias para combatir los arbovirus”, señaló Emami. El ciclo de transmisión del Zika comienza cuando un mosquito Aedes pica a una persona infectada. Dentro del mosquito, el virus atraviesa un proceso de incubación de aproximadamente 10 días, durante el cual su carga viral disminuye antes de volver a aumentar en las glándulas salivales del insecto. Cuando el mosquito pica a una nueva persona, el virus es inyectado en la piel y rápidamente infecta los fibroblastos dérmicos. En este punto, comienza la manipulación biológica del huésped: El virus altera la expresión de genes en los fibroblastos , provocando cambios en el metabolismo celular. Se incrementa la producción de COV , generando un olor más atractivo para los mosquitos. Los mosquitos Aedes detectan estos compuestos y son atraídos hacia la piel infectada , aumentando las posibilidades de una nueva picadura y transmisión del virus. En humanos, la incubación del zika varía entre 3 y 12 días, y aunque muchas infecciones son asintomáticas, en algunos casos pueden provocar fiebre, sarpullido, dolor muscular y articular. En mujeres embarazadas, el virus puede causar graves complicaciones neurológicas en el feto, como microcefalia. La expansión de los mosquitos Aedes y el cambio climático facilitan la propagación del Zika, aumentando el riesgo de nuevos brotes en regiones antes no afectadas (Europa Press/Contacto/Lucio Tavora) Un descubrimiento clave para nuevas estrategias de control Los hallazgos de este estudio podrían tener implicaciones cruciales en el desarrollo de estrategias para frenar la propagación del zika y otros arbovirus. Si se logra interrumpir el mecanismo que hace que la piel infectada sea más atractiva para los mosquitos, se podría reducir significativamente la tasa de transmisión del virus. Algunas posibles aplicaciones de este descubrimiento incluyen: Desarrollo de tratamientos genéticos para bloquear la producción de los COV que atraen a los mosquitos. Uso de inhibidores de compuestos volátiles , que podrían aplicarse en la piel para neutralizar la señal química que activa el comportamiento de búsqueda del mosquito. Nuevas estrategias en el control de vectores , como la modificación genética de mosquitos para hacerlos menos sensibles a estos compuestos. El estudio también abre preguntas sobre si otros arbovirus, como el dengue y el chikungunya, podrían utilizar mecanismos similares para manipular a sus huéspedes y facilitar su transmisión. La investigación demuestra que el Zika utiliza un mecanismo evolutivo para atraer a los mosquitos y aumentar su tasa de transmisión a nuevos huéspedes humanos (Foto: Cuartoscuro) Este hallazgo cambia la percepción que se tenía sobre el zika, revelando que su éxito como virus no se debe solo a la presencia de mosquitos en ciertas regiones, sino a su capacidad para manipular el cuerpo humano a nivel molecular. “Hemos descubierto el siguiente paso en la evolución de los arbovirus para mejorar su transmisión. No solo dependen del mosquito, sino que alteran su huésped para hacer que la transmisión sea más eficiente”, concluyó Tim McCoy, coautor del estudio. Con la expansión de los mosquitos Aedes a nuevas regiones debido al cambio climático, el riesgo de brotes de zika seguirá aumentando en los próximos años. Entender cómo el virus manipula el cuerpo humano podría ser la clave para desarrollar nuevas formas de combatir su propagación antes de que se convierta en una amenaza aún mayor para la salud pública global.
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