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Parana » Plazaweb
Fecha: 30/01/2025 13:43
El Instituto Nacional del Agua (INA), una institución clave para el monitoreo de recursos hídricos en Argentina, enfrenta una actualidad delicada debido a una modificación impulsada por el Gobierno Nacional. Esto genera inquietud entre los trabajadores. Melina Devercelli, directora del Centro Regional Litoral del INA, dialogó con el programa Lo tuyo ya sale por Radio Plaza en el marco del 52º aniversario del instituto y destacó: “No estamos de festejos, estamos recordando nuestro nacimiento en una situación crítica. Nos están pidiendo una reestructuración que podría comprometer gravemente nuestras capacidades técnicas y reducir al mínimo nuestro funcionamiento”. La importancia del INA en la gestión hídrica El INA cumple un rol fundamental en la gestión y monitoreo de recursos hídricos, especialmente en el Litoral. El organismo realiza estudios técnicos, relevamientos y monitoreos que permiten prever fluctuaciones en los ríos y advertir situaciones críticas. En palabras de Devercelli, “brindamos la información técnica y la ponemos en manos de los organismos operativos para que tomen decisiones. El agua es un bien estratégico que puede poner en peligro a las personas y generar catástrofes, y todo eso puede prevenirse con información en la mano”. Sin embargo, la directora también alertó sobre la falta de designación en cargos clave, como el presidente y el gerente de programas y proyectos, y una creciente desinversión que afecta a diversas áreas del Estado. “Nos están pidiendo el cierre de los centros regionales y la privatización de dos laboratorios en Ezeiza. El INA quedaría reducido a un grupo muy pequeño de trabajadores”, agregó. Un enfoque integral e imparcial bajo amenaza La posible reestructuración podría debilitar una de las fortalezas del INA: su capacidad para mediar en conflictos interjurisdiccionales y promover soluciones técnicas. Explicó que el instituto trabaja en la gestión del agua en cuencas compartidas entre provincias y países, como ocurre con el río Paraná y Brasil. Además, enfatizó que la gestión estatal garantiza un enfoque integral e imparcial, algo que el sector privado no podría ofrecer completamente. “Hemos presentado propuestas de optimización que buscan mantener nuestras capacidades y funciones, pero no están siendo escuchadas. La premisa parece ser achicar el Estado sin ninguna razón de por medio”, advirtió. El impacto en la región y la importancia del monitoreo El INA ha sido fundamental para enfrentar problemáticas como la histórica bajante del río Paraná en los últimos años. Sus estudios y alertas han permitido mitigar el impacto en arroyos y otras fuentes de agua. “En Victoria, por ejemplo, advertimos una crisis hídrica que afectaba la captación de agua potable y brindamos información para que se tomaran medidas”, ejemplificó. La institución también trabaja en proyectos como el diseño de una red de monitoreo de aguas subterráneas en Entre Ríos, que busca garantizar la disponibilidad de agua para las poblaciones. “Contamos con más de 50 años de datos que nos permiten analizar cambios y prever situaciones extremas”, destacó la directora. Una perspectiva preocupante Devercelli manifestó su preocupación por la pérdida de capacidades especializadas y de instrumental para el monitoreo de ríos y acuíferos, así como para el seguimiento de infraestructura hídrica. Finalmente, subrayó que el INA es clave para garantizar un uso sostenible del agua como recurso finito. “El agua es fundamental para la vida y la producción, y su gestión debe ser multidimensional y sin intereses lucrativos”, concluyó.
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