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  • Importaciones, dólar y carga impositiva: preocupación por las empresas en la coyuntura

    Parana » 2 Florines

    Fecha: 24/01/2025 20:55

    Por Aquiles Guillermo Arús – Arús Comercio Exterior Hace algunos días que vengo analizando nuestra situación económica, y me refiero a la situación económica de la Argentina motivado por diversas situaciones que se están viendo en los últimos días. El cepo cambiario sin ninguna duda es “el problema” del gobierno ya que se sabe muy bien que cuando se libere el sistema cambiario, muchas empresas van a pretender girar beneficios de los últimos años que no lo han podido hacer, por lo menos vía la cotización oficial y que ello podría generar una salida de dólares que pondría a las reservas del BCRA en una grave situación. Por otra parte, sabemos muy bien que aun con los plazos actuales para el pago de las importaciones (léase 30 días de la nacionalización de las mercaderías), existen formas de seguir importando mercaderías con la utilización de tradings del exterior que lo que hacen es encarecer las importaciones. Ahora bien, yo me pregunto para qué sirve la liberación de importaciones de alimentos, si no existen (por lo menos ahora) formas de pago anticipado o a la vista a los exportadores del exterior y los pagos se deben hacer a 30 días después de la nacionalización. Con estas condiciones, ¿quién podría vendernos? Habiendo viajado en varias oportunidades al exterior he podido comprobar la inmensa disponibilidad de productos alimenticios de distintos países, pero que en general se tratan de productos caros de alta gama. La verdad es que no está mal que Argentina acepte o disponga la libre importación de estos productos, porque yo estoy absolutamente convencido que quien tiene el dinero y quiera consumir alimentos importados lo pueda hacer, pero que esta medida no se tome como una medida salvadora para bajar el costo de la “canasta familiar”, porque es precisamente lo contrario a esto. Por otra parte, desde mi punto de vista, yo sugiero que quien pretenda importar alimentos lo haga con sus propios dólares, es decir que no le pida al BCRA los dólares “oficiales” para el pago de sus importaciones, que visto desde cualquier punto de vista se tratan de importaciones netamente comerciales. Esto implica que con esas importaciones no le hacemos un favor a nadie. Además, ya con algunos años en la actividad del comercio exterior he visto que la única forma de bajar los costos de los productos alimenticios y otros es la baja de los impuestos que gravan a los productos. Estos impuestos son los ingresos brutos -el más regresivo-, los impuestos municipales disfrazados de tasas de servicios que recaen sobre la facturación de las empresas, el impuesto al cheque del 1,2% de todo el dinero que ingresa en una cuenta bancaria y por último el IVA, uno de los más altos de los países vecinos, además de los adelantos de ganancias y bienes personales, sobre una “supuesta rentabilidad” de los contribuyentes que por lo que se ve no están seguros de tenerla. Preocupaciones Otra cuestión preocupante es el actual tipo de cambio. No estoy pidiendo una devaluación, pero ante el nivel actual del tipo de cambio, amerita encontrar una solución, en especial para el campo que por lo que se ha visto últimamente, las proyecciones son de quebranto, lo que sería catastrófico para las economías provinciales del centro del país, y por si fuera poco a la espera de una nueva temporada de sequía que se avecina. El tema de la rentabilidad del campo se podría solucionar “en parte” con la reducción de estos cargos bancarios y los impuestos provinciales. Es necesario e imprescindible que vuelva la rentabilidad al sector del campo que tanto nos ha ayudado a la economía de este país . En los últimos días se han pronunciado los gobernadores de la Región Centro en este sentido solicitando por lo menos una baja de las retenciones a las exportaciones agrícolas, concretada finalmente este jueves. Ya se ha visto que cuando el campo gana dinero, lo reinvierte, lo vuelca a su pueblo o ciudad con la compra de más insumos, equipamiento, etcétera, productos que hacen crecer las economías de los pueblos y ciudades del interior. Atender la coyuntura Por estos días también hemos leído y visto en televisión los avances de Vaca Muerta y lo que nos depara el futuro que parece casi de película. Los que peinamos canas nos cuesta creer, pero parece que el desarrollo energético del país está siendo una realidad al exportar gas como nunca se había hecho por lo menos en los últimos 20 años. Dejar de gastar divisas para comprar gas es un enorme logro. El incremento en la producción de petróleo desde ya que también es una gran noticia ya que va a permitir exportar y qué decir de la explotación de Litio que tiene un enorme futuro para nuestro país. En definitiva la suma de los ingresos por exportaciones de gas, petróleo y litio que se van a consolidar en los próximos años, por eso se necesitan de medidas que atiendan la coyuntura actual y que ya he comentado. Por último, este fin de semana pasado estuve conversando con un industrial importantísimo de Rafaela y me contaba que bajo ningún aspecto quieren ser importadores de los productos que hasta ahora fabrican, porque eso significaría dejar fuera de su empresa a una gran cantidad de los cien empleados especializados que tienen, ya que en la situación actual no pueden competir. Es más me confió que algunos de los productos que fabrican de menor valor tienen una competencia extremadamente feroz de China, ya que llegan esos productos, al mismo costo que ellos tienen aquí de la materia prima que necesitan para fabricarlos. Este dato no requiere el menor análisis, si no hay un cambio en las medidas económicas, van a haber muchas empresas que no podrán seguir adelante. Otra muestra de la situación actual cambiaria es la que leí recientemente: el aserradero más grande del país instalado en Virasoro Corrientes ha dejado de exportar chip de madera porque se hace imposible sostener el precio con los costos argentinos de hoy y el tipo de cambio. Esta es otra muestra más de la gran necesidad de medidas que retornen, por lo menos a emparejarse, los costos con el producido de las exportaciones. Tenemos mucho para hacer y crecer pero siempre y cuando tengamos normas económicas que atiendan las necesidades de las empresas, que no son por improductivas, sino por la situación económica actual. Desde ya que es absolutamente reconocible el esfuerzo realizado durante el año pasado para sacar adelante la economía Argentina, dejar de emitir que generaba tal volumen inflacionario y haber arreglado los enormes desaguisados dejados por el gobierno anterior, pero se hace necesario e imperioso atender la coyuntura.

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