24/01/2025 20:56
24/01/2025 20:55
24/01/2025 20:55
24/01/2025 20:55
24/01/2025 20:55
24/01/2025 20:54
24/01/2025 20:54
24/01/2025 20:53
24/01/2025 20:53
24/01/2025 20:53
» Diario Cordoba
Fecha: 24/01/2025 14:49
Carles Puigdemont, durante una intervención por videollamada en un acto de PIMEC. / Jordi Otix Carles Puigdemont y su organización están débiles. Eso dijeron las urnas recientemente en Cataluña. Pero están en todas las salsas de la legislatura. ¡Vaya que si lo están! El resto de socios de Pedro Sánchez no para de resoplar. Especialmente los que sí son socios progresistas y no avalistas gubernamentales por tacticismo. Junts, Puigdemont, Junts, Puigdemont… En estos momentos PSOE y Sumar le dan vueltas a si le abren la puerta del Congreso al líder independentista, ya sea de forma presencial (pero arriesgándose a una detención por mantener todavía la condición de prófugo) o telemática para participar en la comisión de investigación sobre los atentados del 17A en Barcelona. Si se mantiene la lógica parlamentaria seguida hasta el momento en dicha comisión, nos podríamos encontrar a Puigdemont a lo largo del mes de febrero respondiendo seguramente en pantalla a preguntas de sus señorías y, sin duda, tratando de sentar cátedra política en el Parlamento en un momento crucial. Sin duda este asunto formará parte de las conversaciones, más o menos amables, que los socialistas mantendrán con Junts en estas horas. Junts, Puigdemont, Junts, Puigdemont, Junts… Esta semana han sumado sus votos a los de PP y Vox para evitar que se aprobara un decreto ‘omnibus’, esto es, un paquetón de medidas distintas y casi todas relevantes con el que el Ejecutivo pretendía forzar a los grupos parlamentarios a bendecir, de una sola vez, lo relevante y lo que no lo es tanto. Lo que se había acordado y lo que ellos habían pactado, de manera unilateral, con alguno de sus socios pese al difícil encaje para el resto. No ha colado y todos hemos salido perjudicados: la subida de las pensiones, las ayudas para el transporte, el SMI, las medidas antidesahucio… todo paralizado. La esperanza en la política de altura en este país, también. PP, Vox y Junts han querido demostrar que Sánchez está cogido con pinzas. Que su mayoría estable es una quimera. Muy bien. Pero han pagado el precio de su relato desde nuestros bolsillos. El Gobierno, que ahora habla de "dolor social", ha intentado ahorrarse sufrimiento parlamentario y el calvario negociador y ha apostado por ponerse una vez la cara roja en vez de ciento colorada… y le ha salido mal. Porque por mucho que ahora quiera culpar a los "irresponsables" que podían haber apoyado el mencionado decreto, la responsabilidad de haber llevado al Parlamento tan relevante puñado de propuestas sociales sin haber atado los votos necesarios es solo suya. Ha ido a jugar al casino político para ganar un relato contra la oposición y salvar las vergüenzas ante aliados a los que había prometido lo que no está en condiciones de dar. De nuevo, ha comprado sus fichas con nuestros recursos. En estos momentos los socialistas están ocupadísimos culpando a los populares –que no lo han hecho bien- y tratando de que Junts les dé otra oportunidad para poder presentar otro decreto o decretos para que sean validados en Cortes. Una oportunidad. La oportunidad. Porque esto no va de unas medidas concretas en realidad, sino de los Presupuestos que necesita la endiablada legislatura para salir adelante y del futuro de Sánchez y los suyos. Y pese a que necesita a todos y cada uno de sus socios para que el círculo de la mayoría necesaria cuadre, es Puigdemont el que le pone salsa a todo. Pero no quieren que vuelva a hacer una de las suyas, así que se dan al menos dos semanas para "recuperar" a los postconvergentes con mayores garantías… ¿de éxito o de vértigo?
Ver noticia original