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» Diario Cordoba
Fecha: 22/01/2025 05:00
Se nos olvida que el último país con el que España estuvo en guerra declarada y abierta fue EEUU. Y la cosa no terminó bien. Es cierto que fue hace más de un siglo, pero desde entonces, cuando hay una catástrofe, para consolarse se dice que «más se perdió en Cuba». Conviene que ahora los europeos, y especialmente los daneses, recuerden el episodio para no tener que decir que «más se perdió en Groenlandia». Aquella guerra entre España y EEUU de 1898 estuvo arropada por miles de noticias falsas en la naciente prensa amarilla de los periódicos de Joseph Pulitzer (que no sé cómo hay un prestigioso premio con su nombre) y William Randolph Hearst, que inspiró ‘Ciudadano Kane’. Y no solo se inventaron lo del sabotaje del ‘Maine’ para justificar la guerra. Los españoles eran poco menos que caníbales insensibles con la población y hasta, decían con ilustraciones pintadas, habían planeado bombardear Nueva York usando dirigibles. Tampoco faltaron mentiras en España, con un patrioterismo medieval en los periódicos haciendo esperar que se ganaría sin problemas a los EEUU y que las poblaciones en Cuba y Filipinas recibían con flores y vítores a los soldados españoles, en realidad odiados, mal equipados, desmoralizados y casi todos enfermos. Fue tal el nivel de falacias en la prensa patria que el engaño dolió más que las propias pérdidas territoriales, materiales y de vidas. Solo hubo una pírrica victoria: aquella Generación del 98 que buscó regenerar el país lejos de tópicos imperiales del pasado. El caso es que ahora estamos ante unos EEUU igualmente agresivos con el empuje de redes sociales amarillas en las que, por ejemplo, ayer no se sabía ni dónde estaba Groenlandia y hoy hablan de la opresión que sufren los esquimales y hasta las focas. Y tres cuarto de lo mismo se puede decir para Panamá, México (que ahí sí que tiene un problema y no con España) o Canadá, en donde los francófonos de Quebec ya tienen otra cosa en la que pensar... Y para Europa, en donde su comercio y su sistema de derechos sociales están en el blanco desde el otro lado del Atlántico. Que conste que solo se trata de un aviso para navegantes, especialmente marinos vikingos, desde una España que, como todo país, puede perder mucho más que su Armada en cuanto a EEUU le dé la gana.
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